Son muchos los trabajadores en
activo que cada vez tienen mas dudas sobre si llegarán a cobrar una pensión
cuando se jubilen y muchos mas los que tienen el convencimiento de que si la
llegan a cobrar esta será de miseria. Pero, también son muchos los pensionistas
que empiezan a temer por la seguridad de sus retribuciones y a pensar que puede
llegar el día en que la Seguridad Social no haya ingresado el dinero en su
cuenta bancaria. Mientras tengamos democracia esas cosas no deben preocupar en
exceso, aunque hay precedentes en algunos países, como Argentina, de que todo
puede suceder. Los mas de 9.300.000 pensionistas que hay en España votan y su
voto es en gran medida conservador, va a parar mayoritariamente al PP y al
PSOE, pero eso podría cambiar radicalmente si les tocan las narices. Por eso la
principal prioridad del nuevo Gobierno de Rajoy, junto con sacar adelante los
Presupuestos, es dar una solución al gravísimo problema que él mismo y los
suyos, con sus políticas económicas y laborales nefastas, han creado, me refiero,
por supuesto, a poder pagar las pensiones.
A pesar de la desastrosa gestión económica de Zapatero, el último
Gobierno socialista había dejado la hucha de las pensiones con 66.815 millones
de euros, pero Rajoy ha estado sacando de ella dinero hasta esquilmarla. Ya
solo queda liquidez para la próxima paga extra ¿Qué ha sucedido? pues
fundamentalmente que, merced a la Reforma Laboral, los salarios se han
desplomado en España en los últimos cinco años y, en consecuencia, las
cotizaciones a la Seguridad Social también han caído en picado. Si a esto
añadimos que el paro continúa en torno a los cuatro millones de personas, podemos
cerrar el círculo.
Como globo sonda Rajoy ya ha
dicho que si el Fondo de Reserva de la Seguridad Social se agota su Gobierno
emitirá Deuda Pública para pagar las pensiones ¿alguien se imagina lo que se
diría si una afirmación así la hubieran hecho los de Podemos? pero, yo estoy
convencido que eso es una patraña, porque Bruselas y el BCE, que ya ha tenido
que, imprudentemente, poner a trabajar a destajo a la máquina de hacer billetes
para comprar Deuda soberana, no lo permitirían. Una cosa es rescatar a los
bancos, que fue una fechoría compartida, y otra muy distinta financiar los
errores del PP. Rajoy ha convocado el Pacto de Toledo no para decir que se va a
emitir mas Deuda Pública, ya hemos batido la marca de mayor endeudamiento desde
la Guerra de Cuba gracias a D. Mariano, sino para manifestar que el pago de las
pensiones tendrá que ser complementado vía impuestos y eso habrá que incluirlo
en los Presupuestos que tendrá que apoyar el PSOE si los socialistas no quieren
que Rajoy convoque elecciones generales y los mande al cuerno. Naturalmente,
tendrán que subir los impuestos, incluido el IVA, para poder hacer eso y lo
intentarán justificar con piruetas dialécticas inverosímiles y triples saltos
mortales con tirabuzón. Ya sabemos que subir los impuestos indirectos, los que
pagamos todos, es la mayor afición de Rajoy. Eso sí, los pensionistas perderán
poder adquisitivo porque las pensiones subirán un pírrico 0,25% y la inflación
podría llegar al 2% o más.
En contra de lo que nos han
contado, las cifras macroeconómicas de España dan miedo y las del crecimiento
económico, las únicas que se salvan, están mediatizadas por la pujanza de las
exportaciones, gracias a una competitividad que se alimenta de los bajos
salarios y a que los turistas, cuando hay guerras y atentados por todas
partes, han acudido en masa a España. Nuestro país se ha beneficiado de una
inflación baja gracias a la caída de los precios del petróleo y otras materias
primas de las que España es muy dependiente. Si a esto añadimos que los tipos
de interés con los que se financiaba la Deuda eran ridículos, tendremos una
idea bastante clara de que ha sido sobre todo la favorable coyuntura
internacional la que nos ha salvado del desastre total. Una coyuntura, téngalo
usted claro, que va a cambiar, ya lo está haciendo.
En resumen, para poder pagar las
pensiones sin meter mano a la economía sumergida y al fraude fiscal van a
subirnos los impuestos y las cotizaciones a la seguridad Social, perjudicando
gravemente el poder adquisitivo de la gente y la competitividad de las empresas
y poniendo en peligro el crecimiento del
mercado interno. De locos.
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