martes, 31 de octubre de 2017

LA MANIOBRA

Ni el más avezado futurólogo ni la más eficaz de las pitonisas son capaces de adivinar lo que puede pasar en Cataluña en las próximas semanas y en los próximos meses. Aquello se ha convertido en un culebrón que ha ido evolucionando desde "Los ricos también lloran" hasta "La huida del frijolito". Pero, parece que todos se van a presentar a las elecciones del 21 de diciembre y de ellas nadie quiere salir como si fuera "Betty, la fea".
Todos los esfuerzos de los partidos independentistas se centran en ganar las elecciones del 21D, porque no solo van a ser las más importantes que se han celebrado en Cataluña desde la Transición, si las perdieran supondría para ellos un auténtico desastre, una hecatombe que acabaría definitivamente con el proyecto secesionista. Y en estas elecciones las urnas serán de verdad, tendrán todas las garantías y también votarán los no independentistas, no como en la pantomima del 1-O.
En las pasadas elecciones autonómicas de Cataluña los partidos no independentistas obtuvieron más votos que los independentistas, pero, como sucede en otras elecciones, incluidas las generales, los votos populares no se corresponden con el número de escaños que se obtienen. Sirva como ejemplo que en las últimas elecciones generales Podemos perdió mas de un millón de votos, pero, gracias a acudir en coalición con IU conservó los 72 escaños que había obtenido en las anteriores. Algo similar sucedió en las anteriores elecciones autonómicas catalanas y al ir juntos los del PDcat y ERC, en la coalición Junts per Sí, consiguieron más diputados autonómicos que los partidos unionistas.

Entre las peripecias del culebrón catalán destaca la maniobra que algunos están realizando, aprisa y corriendo, para ver cuáles son sus compañeros de cama. La unión hace la fuerza y si no tuvieron empacho para unirse a los anarquistas de la CUP, los de cuanto peor mejor, para sus aventuras, tampoco les van a hacer ascos ahora, para unas elecciones que quieren convertir en plebiscitarias. No se trata de encontrar pareja, ni siquiera de montar un trío, se trata de organizar una orgía. A ese bacanal se han apuntado los “anticapitalistas” de En Comú Podem, que son una ínfima minoría en la organización de Pablo Iglesias y Ada Colau (una proporción similar a los dos votos en blanco de los doce que metieron en la urna en otro día en el Parlament). La dirección de Unidos Podemos se está empezando a dar cuenta ahora de que la equidistancia y la falta de concreción no proporcionan beneficios, al contrario, pasan factura, y que no hay cosa más lela que un comunista aficionado haciendo de tonto útil, en este caso de los golpistas catalanes. Eso no le pasa a Francisco Frutos, por ejemplo. Iglesias ha tenido que tomar cartas en el asunto, pero todavía no sabemos si para poner orden en la cama  redonda y echar de ella a sus compañeros a gorrazos o para llevar preservativos y penicilina. Nadie se imagina a Ciudadanos, PSOE y PP acudiendo unidos en una candidatura a las elecciones del 21D y nadie sabe el coste electoral que tendrá el follón interno y la falta de claridad de En Comú Podem. Esa es la debilidad de los no independentistas y la fortaleza de los independentistas, los que están centrados en la maniobra.

domingo, 29 de octubre de 2017

LAS ELECCIONES EN CATALUÑA DEL 21D

A todos nos ha sorprendido que Rajoy, entre el paquete de medidas anunciadas por el Gobierno de España para, con el mandato del Senado, embridar el problema catalán, anunciara la convocatoria inmediata de elecciones autonómicas en Cataluña, que se celebrarán el 21 de diciembre. Pero, en este asunto vamos de sobresalto en sobresalto, de sorpresa en sorpresa, y, para ser sincero, ya no me atrevo a hacer ningún pronóstico sobre lo que puede pasar en esa comunidad autónoma. Nadie se podía imaginar hace unos días que el president Puigdemont se iba a tirar al monte y declararse en rebelión, no ya solo con la declaración de independencia, también arengando a los ciudadanos de Cataluña a “la resistencia y desobediencia pacíficas” y que lo iba a hacer, es algo mas que una anécdota, desde la televisión pública catalana que pagamos todos, aunque ya ha sido destituido de su cargo, como todo el Gobern. A Puigdemont le pudo mas el miedo a los independentistas, que ya le llamaban traidor en las calles, que el miedo al Estado.
Pocas personas saben porque el presidente Rajoy ha decidido convocar elecciones en Cataluña de forma inmediata, cuando hace pocos días el propio Gobierno de España barajaba que fueran dentro de seis meses, o incluso mas, cuando la situación estuviera totalmente normalizada. Hay quien dice que han sido PSOE y Ciudadanos los que han presionado a Rajoy para que las elecciones en Cataluña se celebraran ya mismo, pero yo tengo dudas sobre cuál ha sido el condicionante principal para que Rajoy tomara esa decisión.
La convocatoria electoral en Cataluña abre varias incógnitas, todas ellas muy importantes: En primer lugar, falta por ver en qué condiciones se va a desarrollar la campaña electoral, con el expresident y las organizaciones independentistas haciendo llamamientos a la insurrección y a la movilización callejera. En segundo lugar todavía no está claro si los partidos independentistas van a acudir a una convocatoria electoral convocada por el presidente de España, aunque tendrían muy difícil explicar porque ahora no quieren votar cuando se hartaron de decir que era lo que querían hacer y no les dejaban.  Por último, nadie se atreve a vaticinar cuales pueden ser los resultados de esas elecciones, si es que finalmente se celebran con una normalidad relativa.

Yo creo que las elecciones no van a cambiar el panorama político catalán en el sentido de que los independentistas seguirán votando a los partidos independentistas y los no independentistas también seguirán votando a los partidos no independentistas. Es decir, Cataluña seguramente va a seguir partida por la mitad. Pero, otra cosa es el corrimiento del voto que se puede producir dentro de cada sector. Hasta que no tengamos las primeras encuestas serias sobre intención de voto, no podemos saber que partidos rentabilizarán mas, o al contrario, todo lo que han estado haciendo en los últimos meses y esto sirvo igual para el PDcat, para ERC y la CUP, en el campo independentista, que para Ciudadanos, PSOE, PP y En Comú Podem, en el campo no independentista. Especialmente problemático y difícil es saber que va a pasar con el partido de Pablo Iglesias y Ada Colau, porque mantener una cierta equidistancia, como han mantenido, lo mismo te puede dar muchos votos como que no te voten ni los independentistas ni los no independentistas. Tampoco es baladí apuntar que en estas elecciones ni el paro, ni la corrupción, ni ninguna otra cuestión van a ser determinantes, porque cuando te estás cayendo por un precipicio te olvidas de todos los problemas, por graves que estos sean, y solo te preocupa encontrar un sitio donde agarrarte para no caer al abismo. Eso también puede perjudicar a unos y beneficiar a otros.

viernes, 27 de octubre de 2017

LOS DÍAS DE LA INFAMIA

Los días 26 y 27 de octubre de 2.017 pueden pasar a la Historia como “Los días de la infamia”, porque nunca la ignominia había llegado aquí tan lejos. El llamado Procés, es decir, la estrategia que los independentistas catalanes llevan implementando desde hace mucho tiempo para conseguir la secesión de Cataluña, está llegando a su clímax, no sabemos todavía si para triunfar o fracasar, y, en su delirio, los golpistas ya han perdido completamente las formas y la dignidad, si es que los tuvieron alguna vez. Lo que hemos visto el jueves 26 es digno de una película de Berlanga, a mí me recordó mucho Puigdemont a Pepe Isbert en su genial interpretación en la película “Bienvenido míster Marshall”, pero también podría ser digno de un filme de los Hermanos Marx y de la famosa frase de Groucho  “estos son mis principios, pero, si no le gustan, tengo otros”. En efecto, a primeras horas de la mañana los conspicuos independentistas hicieron llegar a los periodistas una nota en que que aseguraban que el president Puigdemont iba a anunciar la convocatoria de elecciones autonómicas en Cataluña. Aunque esto, realmente, no era volver a la senda de la Ley y la Constitución, era una coartada para que el Gobierno pudiera desactivar el Artículo 155 y, sobre todo, poder volver a una normalidad relativa, porque ahora en Cataluña se vive en una excepcionalidad donde el Parlament lleva cerrado desde hace dos meses (salvo para los numeritos independentistas) hay huelgas promovidas por el propio Gobierno autonómico , las empresas se van a cientos y las calles están tomadas casi permanentemente por manifestantes. Los mediadores habían hecho su trabajo y unos y otros quitaban el pie del acelerador. Pero, hete aquí que los propios movimientos creados por los partidos independentistas y pagados con dinero público catalán, Ómnium Cultural y la ANC, movilizaron a sus huestes para presionar a Puigdemont, pues se estaba jugando no solo la independencia de Cataluña, también su modus vivendi. Ha sido patético ver a los niños alienados, cual juventudes hitlerianas, en la Plaza de Sant Jaume, primero llamando traidor a Puigdemont y luego jaleándolo, al compás de lo que les indicaban, megáfono en mano, los agitadores. He tenido que hacer un esfuerzo para creer que esto está pasando en España en pleno siglo XXI.
La presión callejera de los ciudadanos movilizados por las organizaciones monstruo que los independentistas han creado ha sido demasiado fuerte para Puigdemont y entonces empezó a exigir cosas por teléfono al Gobierno de España, cosas que sabía perfectamente que no le podían dar, para tener alguna disculpa para cambiar por enésima vez de opinión. “Además de lo que habíamos acordado, que no se aplique el Artículo 155, también quiero ahora que se ponga en la calle a “Los Jordi” y que la Justicia paralice todas las causas abiertas contra nosotros”. Puigdemont sabía perfectamente que España no es una dictadura donde el Gobierno puede ordenar cosas a la Justicia, que nuestro país es un Estado Democrático de Derecho donde hay división de poderes y no puedes asesinar a Montesquieu, pero ya tenía disculpa para romper lo acordado, tirarse al pozo, y con él a Cataluña y a toda España, y darse un paseo, en olor de multitudes hasta su coche convenientemente aparcado a cientos de metros.

Escuchar a los independentistas esgrimir ahora que el Gobierno de España quiere aplicar el Artículo 155 como argumento para la independencia, como hicieron tras las actuaciones policiales del 1-O, es ofender a la inteligencia y querer volver a tomarnos el pelo a todos. El Procés lo empezaron ellos hace mucho tiempo y todavía nada de esto había sucedido. La viejecita fanática que comía a besos a Puigdemont no se ha hecho independentista estos días. Nos han estado engañando y solo esperaban su oportunidad para enfrentarse, con todo, al Estado.

domingo, 22 de octubre de 2017

BARTOMEU Y LA UTILIZACIÓN POLÍTICA DEL DEPORTE

El presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu, se ha quitado la careta, como habían hecho antes anteriores presidentes del Barça. Durante la Asamblea de Compromisarios del Club, ha hecho unas declaraciones inequívocas, por si alguien tenía alguna duda de que los independentistas lo contaminan todo en Cataluña, incluido el deporte. Lo que ha manifestado Bartomeu sigue exactamente el mismo guion de todas las declaraciones independentistas, utilizando una dialéctica manipuladora para engañar a la gente e intentando convertir las mentiras en verdades, las suyas, que deben ser aceptadas por todos. Bartomeu dijo, sin sonrojarse, que “El Barça no puede ser un instrumento manipulable de nadie” al tiempo que también declaró que “Nadie puede dudar del compromiso del Barça ante la situación que se vive” y dio su apoyo a los presidentes de Ómnium Cultural y ANC y a las “instituciones catalanas”. Bartomeu también apostilló: “Sabemos que el Barcelona es mas que un club”. Pero, Bartomeu, como todos los secesionistas catalanes, no solo quiere la independencia, quiere la rendición incondicional de España y que el Estado se pliegue a sus caprichos, en este sentido también dijo que “El Barça quiere participar en la Liga de Fútbol Española y que su participación está asegurada”. Los independentistas no reivindican solamente el derecho a decidir, quieren decidir también por los demás, por eso han contado a los catalanes que aunque Cataluña fuera independiente seguirían en la Unión Europea, en la Zona Euro, tendrían doble nacionalidad y que sus clubes jugarían en las ligas españolas. Pero ahora, los que mienten como bellacos y se pasan la Ley y la Constitución por la entrepierna llaman dictador y golpista al Gobierno de España. Al Fútbol Club Barcelona, para completar el guion, le falta hacerse la víctima, eso lo hará cuando conozcamos las sanciones por no permitir a la gente acceder al Camp Nou en el partido que se celebró contra Las Palmas a puerta cerrada el 1-O en apoyo de las manifestaciones independentistas. El Barça tenía mas seguidores en el resto de España que en Cataluña, pero han elegido la utilización grosera del deporte contra el Estado y eso, necesariamente, tendrá un alto coste.

sábado, 21 de octubre de 2017

RAJOY EXPLICA LAS MEDIDAS DEL 155

Tras una reunión del Consejo de Ministros, hoy sábado ha comparecido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para explicarnos que es exactamente lo que el Ejecutivo español va a pedir al Senado, pues será La Cámara Alta, y no el Gobierno de España, el organismo encargado de aprobar las medidas y revisar su aplicación en Cataluña cada dos meses. La medida mas contundente y llamativa que se va a llevar al Senado es sin duda la destitución del presidente de la Generalitat, del vicepresidente y de todos los consejeros del Gobierno autonómico, algo lógico cuando el Artículo 155 de la Constitución pone en manos del Gobierno del Estado el autogobierno catalán, pero hay otra medida, la disolución del Parlament, que a mí me ha llamado la atención porque no está nada claro, mas bien al contrario, que se ajuste a la legalidad y al espíritu constitucional. Una cosa es destituir a los miembros del Ejecutivo catalán que se han salido de la Ley y otra muy distinta a los diputados elegidos por el pueblo, muchos de ellos leales a la Ley y a la Constitución. Yo creo que seguramente Rajoy ha hecho una declaración de máximos en su comparecencia para permitir al PSOE en el Senado poner las cosas en su sitio y salvar la cara del PSC. Rajoy va a ser generoso y agradecido con los que lo apoyan en unos momentos tan difíciles.

Pero, al contrario que los independentistas catalanes, que tienen su hoja de ruta perfectamente perfilada y planificada y que solo la van ajustando a los tiempos, yo creo que el Gobierno de España no ha amarrado bien todos los cabos y que sigue a remolque de los acontecimientos. No sabemos, por ejemplo, quienes van a hacerse cargo, in situ, de la administración autonómica catalana ni de su Gobierno hasta que un nuevo Parlament, salido de unas futuras elecciones, que tampoco se sabe a ciencia cierta cuando van a ser, elija un nuevo President y este, a su vez, nombre un nuevo Ejecutivo catalán. Y es porque percibo la improvisación y falta de una planificación seria en todo este asunto por parte del Gobierno de España que estoy francamente preocupado, porque si en cosas, sin ser menores, mucho menos decisivas se va a salto de mata mucho me temo que nada hay pensado para actuar si hay una insurrección generalizada en Cataluña y la desobediencia a lo que apruebe el Senado llega hasta sus últimas consecuencias, algo nada descabellado a la vista de los precedentes. En este sentido, los dirigentes de ERC ya han dicho que el vicepresidente y los consejeros que tienen en el Gobierno de la Generalitat no van a abandonar sus cargos ¿Cómo piensa el Gobierno de España, y las fuerzas políticas que lo apoyan, hacer cumplir la Ley, la Constitución y lo que apruebe el Senado en Cataluña? Esa es la cuestión.

LAS PROTESTAS EN LOS PREMIOS PRINCESA DE ASTURIAS

Ya es una tradición que se aproveche la entrega de los premios Princesa de Asturias, antes Príncipe, para protestar, bien sea contra los propios premios, contra los asistentes al acto, contra algunos premiados o contra la Corona, intentando convertir un acto que ha adquirido gran prestigio internacional en una prueba mas de nuestra irresponsabilidad.
Somos muchos los que nos sentimos republicanos de corazón y de cerebro y a los que no nos gusta una institución que consideramos fuera del tiempo y de la Historia ¿cómo se puede estar a favor de una monarquía hereditaria y de un Rey que es la única persona que está al margen de la Ley, algo que consagra la Constitución? pero, dicho esto, también hay que reconocer que esta monarquía, la que tenemos desde la Transición, ha cumplido su papel en vario aspectos: Ni hubiera sido posible una república tras la muerte de Franco ni sabemos lo que hubiera pasado tras el 23-F si el rey D. Juan Carlos no hubiera salido en la televisión, con uniforme de capitán general, poniendo firmes a los golpistas. En aquella ocasión, cuando a muchos nos temblaban las canillas, no vi yo a ningún republicano criticando la intervención regia y manifestándose contra la monarquía. En este sentido, yo creo que el Rey, en este caso D. Felipe, también está desempeñando ahora un papel muy importante en un momento en que la unidad de España está en grave peligro, donde estamos asistiendo a otro golpe de Estado tan grave o mas que el del 23-F. Sí, ya sé que a los que han perdido completamente el Norte los discursos del Rey sobre lo que está pasando en Cataluña les parecen demasiado duros con los independentistas y que preferirían que ofreciera paños calientes y buen rollito, como ellos están haciendo con los herederos políticos de Pujol y “la madre superiora” o con los del cuanto peor mejor, los anarquistas de la CUP. Los mismos que critican la firmeza del jefe del Estado en la defensa de la Ley y de la Constitución son los que piden diálogo con los golpistas que se pasan esas cosas por la entrepierna y que están cumplimentando una hoja de ruta sediciosa perfectamente planificada desde hace años. El Rey está haciendo lo que tiene que hacer y lo mismo exigiría yo, y creo que la inmensa mayoría de españoles, al jefe del Estado si este fuera un presidente de la república.
Yo no puedo estar de acuerdo en que se aproveche un evento tan importante para Oviedo, para Asturias y para España, como es la entrega de los Premios Princesa de Asturias, para protestar contra la monarquía o contra otras cosas, como si no hubiera otros foros y días en el año para hacerlo sin hacernos daño a nosotros mismos, y menos puedo estar de acuerdo, aún, cuando hay personalidades tan importantes de la Unión Europea, que han venido a recoger su premio, echándonos una mano y otros galardonados cuya trayectoria profesional y reconocimiento no merecen esta falta de respeto. Una cosa es ser republicado y otra muy distinta perder los papeles.

Si queremos trabajar verdaderamente por la república lo primero que hay que hacer es dar una imagen de seriedad, de responsabilidad y de sentido de Estado y yo creo, lo digo con dolor de corazón, que eso no se está haciendo. Tiemblo solo de pensar cuales van a ser las propuestas de los que quieren reformar la Constitución y si esto nos embarcará en una aventura fratricida mientras nadie se preocupa de los problemas que verdaderamente importan a los ciudadanos. A mí me llama mucho la atención que en el conflicto de Cataluña se esté poniendo mas el acento en las cuestiones políticas y en una imposible negociación que en el grave deterioro económico que se está produciendo en esa comunidad autónoma y en el conjunto de España, un deterioro que pagaremos los trabajadores, con peores condiciones de vida y con mas paro.

jueves, 19 de octubre de 2017

LA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 155

Para los que hemos jurado o prometido la Constitución Española, completa, no a la carta, y que nos gusta cumplir lo que juramos o prometemos, tan importante es pelear por la igualdad de todos ante la Ley, o por el derecho al trabajo y a una vivienda digna, como hacer todo lo posible por salvaguardar la unidad de España, esas cosas tan importantes, y muchas otras, recoge nuestra Carta Magna. Por eso no nos la vamos a coger con papel de fumar, todo lo contrario, si una grave situación de rebeldía del Gobierno de una comunidad autónoma obliga a aplicar el Artículo 155 de la Constitución, y eso exactamente, y no otra cosa, es lo que está pasando con el Ejecutivo catalán. Se equivocan mucho los que piensen que coincidir e incluso apoyar al Gobierno de España en el conflicto actual es estar de acuerdo con las políticas practicadas hasta ahora por PP y por Rajoy, pero, cuando hay un peligro que amenaza a España y a los españoles, todos los colmillos son importantes.
Puigdemont y los que le acompañan en la loca aventura de la independencia catalana, desde la neoizquierda de ERP hasta los anarquistas de la CUP, pasando por esas organizaciones al servicio de los secesionistas pagadas con el dinero de los sufridos ciudadanos de Cataluña, Ómnium Cultural y ANC, llevan mucho tiempo tomando el pelo al Estado y al conjunto de los españoles, con sus mentiras, sus montajes, sus dilaciones y sus falsas llamadas al diálogo mientras nos chantajean. Lo ha manifestado muy bien Albert Rivera, el líder de Ciudadanos: “España no se ha dejado chantajear por los golpistas del 23-F, ni por el terrorismo y no se va a dejar chantajear ahora por Puigdemont y compañía”. No voy a entrar en un debate absurdo con los que han dicho que se pasan la Ley, la Constitución y lo que dictaminen los Tribunales de Justicia por la entrepierna, ni tampoco con los que, por acción u omisión, les hacen el caldo gordo. Cada uno es responsable de sus actos y a cada cual lo pondrán los españoles en su sitio en cuanto pasen por las urnas, las de verdad, las que tienen todas las garantías.
Hay mucha gente que dijo que había que agotar todos los tiempos y todos los pasos antes de aplicar un artículo de la Constitución tan contundente como el 155, pero, yo era de otra opinión. Invito al lector a que entre en Google y busque un breve escrito de este humilde francotirador del teclado que tiene el título de “La paradoja de la justificación”, lo encontrará fácilmente, y entenderá  lo que quiero decir. No hubiera sucedido lo que sucedió el 1-O, ni cientos de empresas hubieran abandonado Cataluña, ni, en fin, hubiéramos llegado hasta aquí, si se hubiera actuado antes.
He dicho ya otras veces que una cosa es aprobar la aplicación del Artículo 155 en el Senado, donde el PP, además de contar con mayoría absoluta va a tener el apoyo del PSOE y Ciudadanos, y otra bien distinta es implementarlo, es llevarlo a la práctica, sobre todo si se da una situación de insurrección en Cataluña y las huestes golpistas toman las instituciones y las calles. El guion de los independentistas no es, para nada, nuevo, es más, algunos ya hemos visto esta película. Todos deberíamos recordar lo que pasó en Yugoslavia durante los meses previos al inicio de hostilidades. Ante la rebeldía e insurrección de varias Federaciones, el Gobierno de Belgrado intervino algunas autonomías, pero no pudo tomar el control y finalmente la situación se le fue de las manos. También hemos visto como triunfó el golpe de Estado contra el presidente Víktor Yanukóvich en Ucrania. Es decir, si el Gobierno de España no está dispuesto a llegar hasta el final para garantizar la unidad de España, salvaguardar la autonomía de Cataluña, y recuperar los derechos de los ciudadanos y la seguridad jurídica de las empresas en esa comunidad autónoma, aplicando el Artículo 155 con todas sus consecuencias y también el 116 (estados de alarma, excepción y sitio), puede ser peor el remedio que la enfermedad.


miércoles, 18 de octubre de 2017

LA HORA DE LA VERDAD

Se han acabado las fintas y los regates, se ha terminado ya el tiempo para las bobadas y las dilaciones, para el proceso independentista catalán, y también para la supervivencia del Estado Español, ha llegado la hora de la verdad. La pléyade de irresponsables que nos han traído hasta aquí están abrumados, unos se esconden ahora debajo de las piedras, para que no les recordemos que hablaban catalán en la intimidad o que aprobaban todo lo que saliera del Parlament, y otros no saben qué hacer y cómo se las van a arreglar para hacer cumplir el Artículo 155 de la Constitución, con las huestes independentistas tomando las calles, la Policía y la Guardia Civil demonizadas y con la opinión pública internacional pensando que los golpistas catalanes son unas víctimas pacíficas que hasta ya tienen presos políticos. Los culpables de todo lo que está pasando, por supuesto, son los independentistas, pero la responsabilidad está muy repartida entre los partidos que han estado Gobernando España y entre una oposición radical que ha perdido completamente el Norte, no sabe diferenciar entre estar contra Rajoy y trabajar por la unidad de España y se ha aliado, objetivamente, con los golpistas.
Si alguien cree que Puigdemont y los que le acompañan en su proyecto van a dar marcha atrás es que no conoce la situación actual de Cataluña y hasta donde hemos llegado. El Gobierno no solo tendrá que aplicar el Artículo 155, tendrá que hacerlo cumplir e implementarlo y Rajoy y Saénz de Santamaría no nos han dicho cómo piensan hacerlo.
Lo que vamos a ver en los próximos días ya no es un “choque de trenes”, es la situación mas grave que ha vivido España desde el dos de mayo de 1.808. Entonces todos olvidaron sus ideas políticas, sus diferencias sociales y sus tradicionales navajazos traperos para luchar contra los franceses. Es muy difícil enfrentarse a los españoles y salir airoso cuando están unidos y determinados a actuar sin contemplaciones, pero ahora el mayor enemigo de España no son los que quieren destruirla, empezando por Cataluña, son los pusilánimes, los que mientras nos caemos por el precipicio debaten sobre el sexo de los ángeles y los que se han ido a vivir mas allá de Orión. Los enemigos, los quintacolumnistas, están en nuestro bando. Goya era liberal y antimonárquico, pero supo donde estaba su sitio cuando España estuvo amenazada.

Hay que ser proactivos, no ir a remolque de los acontecimientos, y hay que actuar con firmeza y determinación antes de que la situación sea del todo irreversible.

domingo, 15 de octubre de 2017

EL EXCESO Y TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Muchos jóvenes no creerán que hubo un tiempo en que la información era muy escasa y que, sobre todo en agosto, los periódicos publicaban noticias irrelevantes, sorprendentes o inventadas para poder llenar sus páginas. A esas “noticias” se las bautizó incluso con un nombre: “serpientes de verano”. Pero, la globalización, el desarrollo de las tecnologías de la información (informática, telemática, etc) y la aparición de Internet y las redes sociales ha causado una revolución, hasta el punto de que el problema ahora no es la falta de información sino que es imposible analizarla y tratarla toda. Tanto los particulares como las empresas disponen hoy de tanta información y de tantos datos a su alcance que muchas veces se pierden en este nuevo universo donde todavía no están a su alcance las herramientas, las “naves”, para transitar por él. Sin embargo, el fenómeno del exceso de información no es ni mucho menos nuevo. Los servicios de inteligencia, sobre todo los de las grandes potencias, trabajan desde hace bastante tiempo con millones de datos a los que tienen acceso a diario. También algunas administraciones públicas de los Estados. Mientras la curva de crecimiento de la información parece exponencial y sin límite, la capacidad humana y los medios de que se disponen para tratarla es limitada, a veces muy limitada. Por eso, como en otras actividades, hay que priorizar.
Tres reglas básicas hay que seguir para estar bien informado: 1- curiosidad, 2-tiempo y 3- contraste. La información que a veces necesitamos no siempre nos la sirven en bandeja, hay que buscarla y a veces no se encuentra fácilmente. Por supuesto, no todo el mundo tiene la curiosidad y la preparación necesarias para ser un buen cosmonauta en la exploración del universo de la información. La información no es tan consustancial con el poder si no se es bueno en saber buscarla y analizarla, eso es lo que da verdadero poder. Este será en el futuro próximo un empleo muy importante en muchas empresas. Estar bien informado requiere mucho tiempo y dedicación, que nadie piense que no hay que echar muchas horas y mucho trabajo para ser un experto en la búsqueda y tratamiento de la información. Finalmente es imprescindible contrastar, siempre que eso sea posible, las informaciones, tanto para saber si son ciertas o no como para observar los distintos puntos de vista sobre un mismo problema. Todos nos hemos sorprendido muchas veces como los periódicos, dependiendo de su línea editorial, tratan de forma completamente distinta una misma noticia. La Historia, siendo solo una, es muy distinta según quien la cuente. La síntesis también es importante aquí.
Como he dicho, las grandes potencias cuentan con medios muy sofisticados para recabar y analizar la información. EE UU, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, por ejemplo, tienen desplegado el sistema ECHELON, este sistema intercepta hasta tres mil millones de llamadas de teléfono, faxes, correos electrónicos, etc, en todo el mundo cada día. Analizar toda esa información en tiempo real exigiría que cientos de miles de personas se dedicaran exclusivamente a esa tarea. No es así, naturalmente, un gigantesco ordenador en los EE UU es el que se encarga de discriminar toda esa información, incluido este escrito, mediante unas coordenadas preestablecidas. Si se busca un terrorista se entrará a pormenorizar e investigar mas concienzudamente todas las comunicaciónes que incluyan la palabra “bomba”. Es obvio que no es esa máquina de silicio la que va a decidir si el tratamiento de la información es el adecuado, sino los que deben saber buscar, programar la discriminación y tratar la información una vez filtrada.
Si no se sigue una metodología de trabajo adecuada, el exceso de información puede provocar que el cosmonauta que se aventuró a viajar por ese universo de datos, en vez de enriquecer horizontes, experiencias y conocimientos, caiga en un agujero negro, una singularidad no tan singular.




sábado, 14 de octubre de 2017

LA FINANCIACIÓN DE LAS PENSIONES (II)

En la primera parte de esta entrega ya dejé claro que es falso que el sistema actual de pensiones en España sea insostenible y que hay una clara intención de convertirlo, como a otros servicios sociales básicos, en una nueva área de negocio donde los bancos, y no el Estado, sean los que gestionen el dinero de las cotizaciones. También apunté que la financiación hay que complementarla vía impuestos, pero no subiendo los ya existentes, sino entrando a saco contra la economía sumergida y el fraude fiscal, que suponen, según el propio Banco de España, aproximadamente un 23% del PIB de nuestro país. Pero, yo creo que el problema principal al que se va a enfrentar el sistema de pensiones en el futuro no es el de los ingresos, sino el de los gastos, que pueden crecer exponencialmente Me explico:

A pesar de que las pensiones solo subirán un pírrico 0.25% este Ejercicio y que los pensionistas volverán a perder poder adquisitivo, porque la inflación en España puede acabar el año en torno a un 2%, la cantidad total del dinero que destinamos a pensiones sube nada menos que un 3.1%, esa paradoja se explica porque en los últimos años ha accedido al sistema público de pensiones mucha mas gente que en los anteriores. Lo peor es que esta tendencia, si no se hace algo, va a seguir creciendo y poniendo en peligro tanto el nivel de prestaciones como al propio sistema. En efecto, ahora se está jubilando la gente que trabajaba en los años de mayor bonanza económica en España, cuando había mayor actividad, y toda una pléyade de personas están a punto de jubilarse en los próximos años mientras tenemos un paro juvenil de mas del 50% y unos contratos de trabajo con condiciones y salarios miserables (gracias a las reformas laborales de socialistas y populares) con unas cotizaciones paupérrimas que no cubren los gastos en pensiones. Sin embargo, el mayor peligro, a mi entender, para la sostenibilidad de sistema público de pensiones es el acceso a la prestación de gente que nunca ha cotizado. El dinero presupuestado este año para pensiones no contributivas es de 2.320 millones de euros, muy poco si lo comparamos con los 139.647 millones de euros del total de las pensiones, pero, al igual que las pensiones por invalidez, que se llevan este año nada menos que 12.463 millones de euros, las pensiones no contributivas no dejan de crecer y pueden hacerlo mucho mas en el futuro, dada la alta tasa de paro y la gran cantidad de personas que trabajan en la economía sumergida. Aunque cueste creerlo, para acceder a una pensión no contributiva es necesario que no se perciban rentas, pero no que uno no tenga patrimonio. Puede usted tener un buen patrimonio y haberlo conseguido con actividades económicas que ha realizado a lo largo de su vida, pero por las que no ha cotizado nada, y luego tener derecho a una pensión no contributiva. Esta injusticia es como la de pagar IRPF por una prestación por la que has cotizado y ya pagaste en su día ese impuesto en tus ingresos. Pero, en fin, usted puede haber cotizado 45 años y morirse antes de jubilarse y a sus herederos no les darán nada. Bien, ya hemos dejado claro que las pensiones no contributivas no están, como deberían, pare evitar que algunos ciudadanos se caigan a las alcantarillas, sino a las que acceden también personas con patrimonio o que han tenido ingresos a la largo de su vida y no han cotizado porque no han querido. También hay colectivos enteros que cobran pensiones no contributivas y me estoy refiriendo, en concreto, a la comunidad gitana o a las prostitutas, estamos hablando de cientos de miles de personas que acceden y van a acceder en el futuro al sistema de pensiones sin haber cotizado nada. Son problemas que nadie quiere abordar. Sin embargo, seguramente el mayor colectivo que accederá en el futuro a una pensión no contributiva es el de los inmigrantes (también tienen derecho a esas pensiones) que ahora trabajan en España en la economía sumergida. Si a esto sumamos el gigantesco fraude de una buena parte de las pensiones de incapacidad, por mucho que recaudemos, no me salen las cuentas.

viernes, 13 de octubre de 2017

LA FINANCIACIÓN DE LAS PENSIONES

Aunque los neocon y los seguidores de La Escuela de Chicago nos habían dicho que las ideologías, y la Historia, habían llegado a su fin y que había triunfado “el pensamiento único”, el suyo, ya sabemos que era una patraña, como todas sus mentiras a las que nos tienen acostumbrados. Una vez que han conseguido liquidar a las empresas públicas y, en connivencia con los políticos que comen de su mano, privatizarlas a precios ridículos, ahora han puesto su mirada en los servicios sociales básicos de los Estados, es decir, la Sanidad, la Educación y las pensiones. Privatizar totalmente la Justicia de momento les parece demasiado grosero y no tan rentable pero, todo se andará. Los sistemas públicos de pensiones son ahora el primer objetivo de los sátrapas del capitalismo salvaje y de sus lacayos, porque mueven ingentes cantidades de dinero y lo van a seguir moviendo mientras la Humanidad exista. Para arrimar el ascua a su sardina lo primero que han hecho es elaborar un discurso, que ya nos repiten sin cesar, para convencernos de que el sistema es insostenible y que hay que hacer “reformas” si queremos que sobreviva. Naturalmente esas “reformas” pasan principalmente por la privatización total o parcial de las pensiones y que sean los bancos, y no el Estado, quien las gestione. Eso sí, cuando estalló la crisis de las hipotecas subprime en los EE UU tuvo que ser “papá Estado”, con el dinero de los contribuyentes, el que salvara el trasero a las Cajas privadas, que habían invertido el dinero que la gente había metido allí para su jubilación en la gigantesca especulación del “ladrillo”. Forma parte del relato para imbéciles que nos están contando la coartada que proporcionan cosas creíbles, como que la gente vive cada vez mas tiempo. Pero, hete aquí que como, en verdad, ni se había acabado la Historia, ni habíamos llegado al fin de las ideologías, resulta que hay mas discursos que el ultraliberal y que hay una visión progresista y de izquierdas del problema. Centrémonos en España:
Para el ejercicio 2.017, las pensiones en nuestro país se llevarán nada menos que 139. 647 millones de euros, comprendidas también las de viudedad, invalidez y no contributivas. No podemos perder de vista que las pensiones, los subsidios por desempleo y la amortización de la Deuda, ya representan el 55% del total de los Presupuestos Generales de Estado. A pesar de las congelaciones del Gobierno socialista de Zapatero y de las subidas pírricas, de solo un 0,25%, del Gobierno de Rajoy, el dinero que se destina a pensiones sigue creciendo por encima del crecimiento del PIB, en concreto este año se gastará un 3,1% más en pensiones que en 2.016. Esto se debe a que cada vez hay mas gente que acede a la jubilación y a que los pensionistas se acercan ya a nada menos que 9,5 millones de personas, en un país donde el empleo verdaderamente productivo, y esto es lo verdaderamente grave, quizá no llegue ni a esa cifra. Son dos los factores que, a mi entender, inciden mas directamente en la insostenibilidad del sistema, donde la “hucha” ya está casi agotada, por un lado que no se puede fiar la recaudación solo a las cotizaciones y por otro que no se puede seguir incorporando al sistema a gente que no ha cotizado. La financiación de las pensiones debe ser complementada vía impuestos, pero no subiéndolos, sino entrando a saco contra la economía sumergida y el fraude fiscal. Recordemos que tenemos un fraude fiscal que supone entre 60.000 y 80.000 brutales millones de euros anuales, también hay colectivos, los detallaré en otra próxima entrega, que además de tener Sanidad y Educación completamente gratis, no cotizan nada, aunque tienen ingresos, y mañana tendrán una pensión no contributiva.

Es gracias a los pensionistas, a esos abuelos heroicos, que muchas familias en España han logrado capear el temporal de la crisis. Sus hijos y sus nietos se hubieran ido directamente a la indigencia si no hubiera sido por sus exiguas pensiones y por sus sacrificios. No se les puede dejar tirados y no se les puede tomar el pelo, porque es por su determinación que no nos hemos ido al cuerno. No seré yo el que defienda los fondos privados de pensiones ni que ancianos de casi 70 años trabajen mientras tenemos un 50% de paro juvenil.

jueves, 12 de octubre de 2017

CATALUÑA Y LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

Si el martes, 10 de octubre, el president de la Generalitat, Puigdemont, tuvo la ocurrencia de hacer una declaración de independencia en diferido, el miércoles 11, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que no iba a ser menos ocurrente, aplicó el artículo 155 de la Constitución también en diferido. Mientras toda la atención mediática y de sesudos analistas que nos ilustran sobre los acontecimientos está centrada ahora en el diálogo y las negociaciones que se pueden ya estar dando entre bambalinas para reconducir la grave situación política y social catalana, a mí lo que mas me ha llamado la atención fue el anuncio que hizo el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no en el pleno del Congreso, porque ya no es diputado, sino a la salida de la reunión de la Ejecutiva de su partido, donde manifestó que, a cambio del apoyo del PSOE al Gobierno de España, había arrancado a Rajoy la reforma de la Constitución ¿Es eso lo que se va a ofrecer a los independentistas catalanes para que den marcha atrás con su golpe de Estado? Veamos:
Aunque la verdadera raíz del problema, algo que nadie quiere enfrentar en serio, es que muchos catalanes, sin razón alguna, odian a España y piensan que deben estar, para sentirse a gusto, un peldaño por encima del resto de españoles, un pensamiento que aunque comparten fuerzas de izquierda catalanas tiene mucho de nazi, como los escritos de Oriol Junqueras sobre la diferencia entre las razas catalana y española, que ni son razas ni existe diferencia alguna, todo se quiere hacer girar alrededor de la política y no tanto, como dicen, de los tribunales, por eso hemos llegado hasta aquí. Ese sentimiento de superioridad ya se plasmó en la Constitución de 1.978 cuando se establecieron diferencias entre regiones y nacionalidades, aunque no se explicó a los asturianos, por ejemplo, porqué Asturias, que fue reino y Estado durante tres siglos, no entraba en la categoría de “nacionalidad” y Cataluña sí. El segundo paso fue la forma como las distintas regiones de España accedieron a la autonomía y se constituyeron administrativamente en CC AA, recordemos que hubo dos caminos diferenciados para acceder a la autonomía en función de si una región era considerada “nacionalidad histórica” o no, los Artículos 143 y el 151 de la Constitución, algo que podía ser alterado, aunque no fuera legal, si una comunidad autónoma tenía la suficiente fuerza e influencia, como sucedió con Andalucía. De muchos de aquellos polvos vienen ahora estos lodos. Pero, Cataluña, a pesar de ser la entidad territorial con mas autonomía de Europa, no tenía suficiente y quería una financiación privilegiada con respecto a otras comunidades autónomas, incluso “históricas” como Galicia, similar al País Vasco y Navarra, algo que se había introducido con calzador en la Constitución y donde el chantaje terrorista de ETA influyó lo suyo. El Estatut que aprobaron el Parlament y el Congreso de los Diputados durante el Gobierno de Zapatero y que, por recurso del PP, el Tribunal Constitucional echó abajo por ilegal, consagraba esos privilegios fiscales y, aunque “light”, era un golpe de Estado, porque violaba la Constitución.

Para reconducir la grave situación creada en Cataluña lo que se quiere hacer es cambiar la Constitución y la Ley para que los delincuentes dejen de serlo y que lo que antes fue ilegal, el Estatut que tumbó el Tribunal Constitucional, sea legal. Se dará a los catalanes lo que querían y los ciudadanos, las empresas y los bancos, cándidos e irresponsables, respirarán tranquilos. El golpe de Estado, como en verdad también sucedió en febrero de 1.981, habrá triunfado. Pero, se darán dos claros mensajes a todo el mundo, que España, si es suficientemente presionada y extorsionada, siempre cede y que nuestro país es el paraíso de los delincuentes, incluidos los que se dedican a la política, cosas que, seamos sinceros, todos sabíamos. La Constitución no son las Tablas de la Ley, no son Los Diez Mandamientos, y se puede reformar, faltaría mas, pero una reforma como la que se quiere hacer no va a aplacar al monstruo, al contrario, es un golpe de Estado institucional que abrirá La Caja de Pandora.

martes, 10 de octubre de 2017

LA INDEPENDENCIA EN DIFERIDO

Hoy, a las seis de la tarde, va a comparecer el president Piugdemont en el Parlament. Aunque en el orden del día se trata de una sesión informativa sobre la situación actual de Cataluña, pocos dudan de que lo golpistas catalanes lo que harán será declarar la independencia, apoyándose en la consulta del 1-O, una consulta, como todo el mundo sabe, ilegal, sin garantía alguna, donde la suma de los votos fue de mas del 100%, podías votar varias veces o con el carné de otra persona. Los independentistas catalanes no han atendido a razones, ni la fuga de empresas de Cataluña, ni la masiva manifestación por la unidad de España del domingo 8-O en Barcelona, ni las recomendaciones de Bruselas, ni las apelaciones del Rey de que regresen a la Constitución y a la Ley, nada sirve para parar su loca aventura. Los que llaman a la mediación y a la negociación no conocen la verdadera condición de los secesionistas, los ahora golpistas odian a España y dicen Estado para no mentar su nombre, no es un sentimiento, como dicen, lo que tienen, porque ni la cabeza ni el corazón gobiernan sus acciones, las gobiernan las vísceras. No van a volver atrás porque nunca han visto tan cerca el final de su proyecto, un proyecto que llevan realizando, pasito a pasito, desde hace décadas, mientras engañaban al resto de catalanes y españoles.
Mi principal interés se centra ahora en ver cual va a ser la estrategia que van a seguir Puigdemont y los que le acompañan para concluir el golpe de Estado que están dando, porque eso es, llamemos a las cosas por su nombre, lo que está sucediendo en Cataluña. Me interesa mucho, porque es un nuevo manual sobre asonadas. Yo no descarto que la declaración de independencia que van a anunciar hoy sea en diferido, es decir, que declaren la independencia pero que den un plazo, podría ser de seis meses, de cadencia para aplicarla y al mismo tiempo ofrezcan un diálogo al Gobierno de España, para que la ruptura sea lo menos traumática posible. Eso les permitiría ganar tiempo para la ruptura administrativa, aparecer como gente razonable que lo que quiere es hablar y evitar medidas contundentes inmediatas, como la aplicación del Artículo 155 de la Constitución o que todos ellos puedan ser detenidos por sedición y/o alta traición. Salvando las distancias, esta negociación que los independentistas van a proponer me recuerda mucho al chantaje de ETA, cuando quería negociar, sí, pero con la pistola encima de la mesa. Los golpistas han barajado todas las variables y todos los desenlaces posibles a su órdago y hay una cosa que presumen, a la vista de lo que ha sucedido hasta ahora, que el Estado no va a actuar porque el Gobierno de España tiene un presidente pusilánime cuya frase favorita es: “si no tienes claro lo que vas a hacer, lo mejor es que no hagas nada”. Una independencia diferida se ajusta exactamente a la idiosincrasia de Rajoy. Los golpistas, que han visto como han sido capaces de tomar las calles, acosar a la Policía y la Guardia Civil, echarlas de los hoteles, insultar a las fuerzas del orden y agredirlas y encima han ganado la batalla mediática de un victimismo al que son tan aficionados, están plenamente convencidos de que lograrán, no solo la independencia, sino también seguir en la UE y la Zona Euro, doble nacionalidad, que el Barça juegue la Liga Española de Fútbol y que España pague su Deuda y las pensiones de los catalanes. Mientras esperan negociar todo eso al tiempo que chantajean con que, si se les lleva la contraria, habrá una situación revolucionaria y una explosión social en Cataluña, los secesionistas han cometido su mayor error: España no es Rajoy y los españoles somos gente razonable y pacífica, hasta que se pasan tomándonos el pelo, nos chantajean y nos ponen entre la espada y la pared.


domingo, 8 de octubre de 2017

LA PARADOJA DE LA JUSTIFICACIÓN

Muchos son los que piensan que para actuar no solo basta tener razón o razones, se necesita una justificación, es decir, un argumento convincente de que se actúa como reacción a una injusticia, a un acoso, a una agresión, etc. La justificación sirve para convencernos a nosotros mismos de que nos asiste la razón y sirve también para convencer a los demás de que nuestra reacción está, valga la redundancia, justificada. Pero, a veces fiar a la justificación las actuaciones puede producir la paradoja de que ya no sea posible la actuación reactiva e incluso que se pierda la razón que se tenía. En política también la paradoja de la justificación está íntimamente ligada a la proactividad y la reactividad. A veces los dirigentes políticos, los mandatarios y los estadistas no actúan y no son proactivos porque esperan a tener justificación, aunque ya les asista la razón, pero, las acciones contrarias que permiten reaccionar con justificación son a veces tan devastadoras que la respuesta luego es ineficaz o incluso  imposible. No debemos confundir el ataque preventivo, cuando este se realiza como coartada a una amenaza no del todo real, a la acción proactiva bien sustanciada. La importancia de las comunicaciones globales, de las redes sociales y de un universo mediático muy potente ha acentuado la idea de que no se puede actuar sin justificación, que hay que esperar a que alguien nos agreda, cuando sabemos que se está preparando para ello y que lo va a hacer, antes de reaccionar. Un gravísimo error.

EN DEFENSA DE LA POLICÍA Y DE LA GUARDIA CIVIL

Mientras los independentistas catalanes han sabido aprovechar muy bien mediáticamente las cargas policiales en Cataluña, los tradicionales enemigos de España, de dentro y de fuera de nuestro país, han cargado sus tintas contra la “violencia policial” y han sido muy pocos los que han mostrado su solidaridad con los que, en última instancia, son los que se tienen que partir la cara en la defensa de la Ley. Nadie dice absolutamente nada de la violencia de los manifestantes que, al contrario de lo que dicen los golpistas catalanes que los han instrumentalizado y los que les hacen el caldo gordo, no tenían nada de pacíficos. En efecto, no fue la Policía y la Guardia Civil la que por afición y porque no tenían nada mejor que hacer se dedicaron a aporrear sin motivo alguno a “pacíficos manifestantes”, lo que realmente ocurrió, como todos sabemos, es que esos “pacíficos manifestantes” agredieron a las fuerzas de orden público en el desempeño de su trabajo, que era cumplir una orden judicial, y los agredieron con insultos, que en el mejor de los casos era acordarse de su santa madre, pero también, escupiéndolos, pateándolos o tirándoles todo tipo de objetos, desde botellas hasta sillas a la cabeza. Hacía pocos días que varios vehículos de la Guardia Civil, que pagamos los contribuyentes, habían sido completamente destrozados por esos “pacíficos manifestantes” cuando varios agentes efectuaban un registro, por mandato judicial, en la Consellería de Economía de la Generalitat. Esos “pacíficos manifestantes” no solo destrozaron vehículos, acosaron a los agentes, que no pudieron salir de allí en toda la noche por miedo a ser linchados ¿Alguien se imagina que hubiera sucedido si los guardias civiles hubieran salido a la calle y en defensa de su integridad física hubieran hecho uso de sus armas reglamentarias? Estaríamos hablando de guardias criminales que dispararon contra “pacíficos manifestantes”. No es la primera vez, ni mucho menos, que descerebrados critican a la Policía y a la Guardia Civil si en el uso de su trabajo hacen uso proporcionado de la fuerza y que esos mismos no dicen absolutamente nada de la violencia que se emplea todos los días contra los encargados de hacer cumplir la Ley. Todos hemos visto como policías y guardias civiles son atacados por traficantes de drogas y agredidos por los que asaltan nuestras fronteras y los malos no son los que vulneran nuestras leyes son los que están ahí para defenderlas. Yo entiendo que en el subconsciente colectivo todavía anida la idea de que la Policía y la Guardia Civil son cuerpos represivos franquistas que existen para reprimir a los ciudadanos atacar las libertades y la democracia, pero, a ver si nos enteramos que Franco murió hace 42 años y que nada tienen que vez las fuerzan del orden actuales con las que existían entonces. No es justo que los que arriesgan su integridad física y hasta su vida todos los días en nuestra defensa y que los han sido masacrados por el terrorismo, junto con sus familias, no tengan el reconocimiento social que se merecen y que se aproveche cualquier ocasión para cargar contra ellos ¿qué a veces cometen errores y excesos en el desempeño de su trabajo? por supuesto, como cometemos todos, pero hubiera querido yo ver a muchos a los que se les llena la boca hablando de la violencia policial en las circunstancias donde el diálogo y el buen rollito no sirven de nada.

jueves, 5 de octubre de 2017

EL VÉRTIGO LLEGA A CATALUÑA

No es la emoción ni el sentimiento, esas cosas que gobierna el corazón, dejando al margen al cerebro, lo que se empieza a enseñorear en Cataluña, sino el vértigo y el miedo. El cerebro y el corazón hace tiempo que dejaron en Cataluña paso a las vísceras y esas son las que, de momento, reinan allí, pero su imperio ya agoniza. Lo que hemos visto estos días en esa comunidad autónoma española era impensable hace pocos meses, los ciudadanos se han subido al carro de los impresentables dirigentes políticos que gobiernan en la Generalitat, se han creído todas sus mentiras y sus mantras y, con ellos, se han lanzado a una loca aventura. Pero, hete aquí que, como siempre, la realidad se impone, porque las mentiras tienen las patitas muy cortas. Los catalanes están empezando ya a descubrir que ese paraíso que les habían pintado, ese mundo de Alicia, era una patraña, y que ni España les robaba ni nadie les oprimía. Puigdemont, Junqueras y compañía les habían dicho que iban a vivir mejor, que seguirían en la UE y en la Zona Euro, que el Barça seguiría jugando la Liga Española, que tendría doble nacionalidad, etc, algo parecido les contaron en su día a los ciudadanos de las repúblicas yugoslavas que ahora han tenido que emigrar para poder comer  y ven como sus mierdecillas de países son los mas corruptos de Europa. “La pela es la pela”, una frase muy catalana que ahora obliga a darse un baño de realidad y a dejarse de tonterías. Ha comenzado el éxodo de las empresas afincadas en Cataluña hacia otras regiones de España, empezando por los propios bancos catalanes, Caixa y Sabadell, que no podrían hacer frente a una retirada masiva de fondos. Las empresas se van, el turismo cae en picado y la gente empieza a darse cuenta que otra vez los del 3%, los herederos políticos de Pujol y la “madre superiora”, los han engañado. Ser independiente pero arruinado o en el paro no mola. La paranoia decae y empieza el vértigo ¿Nos habremos equivocado? se empiezan a preguntar muchos catalanes.

miércoles, 4 de octubre de 2017

EL DISCURSO DEL REY

El discurso del rey Felipe VI, del martes a las 21,00 horas, de alguna manera, me trasladó a la madrugada del 23 de febrero de 1.981. En aquella noche infame su padre, el rey Juan Carlos I, también tuvo que salir en las pantallas de televisión para tranquilizar a los españoles, mientras hacía pocas horas había habido disparos en el Congreso de los Diputados y el jefe de la Casa Real, el teniente general Sabino Fernández Campo (otro falangista al que, paradojas de la vida y de la Historia, como a Adolfo Suárez, le tocó defender la democracia) hacía llamadas a las capitanías generales para poner firmes a sus compañeros de armas. Los españoles todavía no saben hoy toda la verdad sobre el golpe de Estado de 1.981, pero a veces hay cosas, se lo aseguro, que es mejor que no se sepan. El rey Juan Carlos I desempeñó sus papel y eso, viendo ahora aquella situación con mayor perspectiva, tuvo mucho mas de positivo que de negativo. La encrucijada que vive ahora España, a mi parecer, es aún mas grave que la del 23F, es la peor desde la Guerra de la Independencia contra los franceses, y no me olvido del drama de la guerra civil, porque desde que las tropas de Napoleón pusieron sus botas en España nunca nuestro país ha estado en tanto peligro de dejar de ser y de existir. La insurrección en Cataluña, que se lleva cocinando a fuego lento desde hace años, como algunos habíamos advertido, ya está allí en las calles y en las instituciones y, al contrario que Tejero y Milans del Bosch, los golpistas catalanes son mucho mas inteligentes, planifican mucho mejor y han sabido sacar rendimiento político y mediático a las torpezas del Gobierno y a la tibieza, cuando no complicidad, de la oposición desnortada. En ese sentido, el discurso del Rey ha estado ajustado a las circunstancias, a la gravedad del momento. Algunos echan en falta alusiones al diálogo o a los heridos en los incidentes del 1-O, pero el Rey no salió en las pantallas de nuestros televisores para dar una imagen de buen rollito, de eso ya se encargan profusamente otros, salió para llamar a los golpistas por su nombre y a dejar diáfanas sus fechorías, algo que muy pocos han hecho hasta ahora, además de que, evidentemente, no es lo mismo que lo diga un político de tercera fila que el Jefe del Estado. El discurso fue breve, claro y conciso, y sobre todo contundente, con la contundencia que los españoles echaban en falta.

Pero, ahora no hay un Sabino Fernández Campo, ni los líderes políticos actuales tienen el mismo compromiso con España y el mismo sentido de Estado que los que había en 1.981. Tenemos un presidente del Gobierno pusilánime que fio la gestión de la crisis catalana a una vicepresidenta con nula visión de la táctica y la estrategia al margen del enfrentamiento dialéctico parlamentario. No habríamos llegado a la situación actual si el Gobierno hubiera actuado deteniendo a los cabecillas sediciosos y aplicado el Artículo 155 de la Constitución a su debido tiempo, hace meses, ni se hubiera puesto contra un muro a las policías y guardias civiles que se enviaron a Cataluña, ni los golpistas catalanes hubieran sacado rédito de todo eso. El problema ahora es que no sirve solo aplicar el Artículo 155 de la Constitución para revertir la situación, por la incapacidad de nuestros gobernantes ahora también será necesario echar mano del Artículo 8, párrafo 1 ¿O cómo sino se va a poder ahora sacar a la gente de las calles en Cataluña, poner en su sitio a los dirigentes políticos secesionistas y aplicar la Ley? Pongamos los pies en el suelo y veamos la realidad de las cosas, por muy diferente que sea a nuestros deseos ¿Se hará? ya lo veremos. Las palabras del Rey no sirven de nada  si no van acompañadas de hechos.

lunes, 2 de octubre de 2017

DAÑO IRREPARABLE A ESPAÑA

El daño que el problema catalán ya ha causado a España es enorme. Hacía mucho tiempo que nuestro país no era portada de todos los periódicos del mundo, ni siquiera cuando los indignados del 15M llenaban la Plaza del Sol lo fue. Tenemos que remontarnos al 23 de febrero de 1.981 para volver a ver a España como titular de primera página en todos los noticiarios. Los independentistas han trazado y planificado muy bien su hoja de ruta y lo han hecho desde hace mucho tiempo. Primero adoctrinaron a la gente en las escuelas y con los medios de comunicación y fundaciones a su servicio y ahora los han echado a la calle para enfrentarse al Gobierno de España, a la Ley, a la Constitución, a los tribunales y a la Policía y Guardia Civil. No solo los golpistas catalanes han logrado lo que siempre han anhelado, han ganado la batalla mediática. Las imágenes de ayer, con las cargas policiales, acompañan hoy a los artículos periodísticos en toda Europa donde se argumenta que ciudadanos pacíficos que solo querían votar fueron agredidos con violencia por la policía española ¿Alguien duda ya que meterán a Cataluña en la UE y encima pondrán firmes a España, ahora la mala de la película?
Cuando, desde hace mucho tiempo, algunos, pocos, todo hay que decirlo, advertíamos de que esto podía pasar, de que nuestros políticos estaban alimentando un monstruo, se nos tachó de catastrofistas, pero teníamos razón, teníamos toda la razón. También nos dijeron de todo cuando hace algunos meses manifestábamos que había que parar a los golpistas con contundencia, aplicando el Artículo 155 de la Constitución y deteniendo a los cabecillas bajo delito de sedición. Algunos prefirieron aliarse objetivamente con los secesionistas, otros prefirieron mirar hacia otro lado y el Gobierno de España prefirió continuar con la estrategia de seguir a remolque de los acontecimientos. Recordar ahora las palabras de Rajoy y de Sáenz de Santamaría: “actuaremos de forma proporcionada y a su debido tiempo”, “qué estén tranquilos los españoles” suena a sarcasmo y a despropósito. Las imágenes de Puigdemont, Junqueras, Forcadell y compañía esposados y detenidos por la Guardia Civil hubieran tenido un impacto mediático mucho menos perjudicial que las que hoy abren las portadas en los periódicos del mundo y, lo mas importante, era lo que se tenía que haber hecho para revertir la situación.

El cinismo, las mentiras y la hipocresía de los independentistas catalanes ya los conocemos bien los españoles, los llevamos viendo y padeciendo desde hace mucho tiempo, aunque ahora el mundo tenga otra opinión merced a los desastrosos políticos que nos gobiernan. Hoy los españoles somos los malos y los catalanes las víctimas. Los golpistas y Rajoy han logrado que todos visualicen España al revés. Son en las circunstancias históricas excepcionales cuando queda diáfano la verdadera condición y la verdadera competencia de los dirigentes políticos, no necesito argumentar nada al respecto porque los españoles finalmente se han caído del guindo y han descubierto lo inútiles y peligrosos que son todos los que nos han traído hasta aquí. Esta pasada madrugada los golpistas catalanes, que siguen campando a sus anchas, daban los resultados que les pareció  de esa pantomima de referéndum que según Rajoy no ha existido, al tiempo que nos dijeron muy claro, por si alguien no contaba con ello, que los llevarán al Parlament para declarar la independencia. Nuestros políticos nos han engañado y siguen con sus tradicionales bobadas y lamiéndoles las zapatillas a los golpistas mientras España se va a la mierda.

domingo, 1 de octubre de 2017

LA COMPARECENCIA DE RAJOY

Estaba viendo una película en la televisión sentado en el sofá del salón, junto a mi esposa, y de repente se interrumpió la programación y apareció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la pantalla. De alguna manera, esta situación me transportó en el tiempo muchos años atrás, al 23 de febrero de 1.981. Entonces yo era muy joven, estaba casado desde no hacía mucho tiempo y acabada de tener un hijo que tenía pocos días, bueno, para ser justos, la que lo había parido era mi mujer, que ese día infame se encontraba en casa de mis padres mientras el teniente coronel Tejero, pistola en mano, y un grupo de guardias civiles asaltaban el Congreso de los Diputados. Eran sobre las siete de la tarde y yo, que entonces vendía coches en la calle, porque también azotaba el paro y mis estudios no me habían servido para encontrar mejor empleo, intentaba convencer a un farmacéutico de las bondades de un automóvil de una conocida marca francesa mientras, sin hacerme mucho caso, el hombre estaba mas pendiente de escuchar un transistor que tenía entre los frascos de la estantería que estaba detrás del mostrador de su farmacia. César, que así se llamaba el farmacéutico, interrumpió mi verborrea con una señal de pare que hizo con su mano ¡escucha lo que dice la radio, hay tiros en el Congreso! me espetó. Ni yo vendí el coche y no sé si César vendió mas medicinas aquel día. Me fui a casa de mis padres con mi esposa recién parida y con mi hijo de pocos días esperando acontecimientos. No se despejó la zozobra hasta altas horas de la noche, cuando el rey Juan Carlos, así, de sopetón, como ahora Rajoy, apareció en la pantalla de aquel televisor Thomson. Por aquel entonces yo no tenía ni idea de la verdad del golpe de Estado del 23F ni cuáles fueron sus verdaderos actores y protagonistas, como hoy sigue pasando a la mayoría de españoles, por eso cuando el Rey dijo lo que dijo me tranquilicé y todos respiramos tranquilos. Al menos no volvería la dictadura y mi hijo podría crecer en un país libre y democrático. Pero, Rajoy no me ha tranquilizado en su comparecencia por sorpresa, como creo que no habrá tranquilizado a nadie en este sufrido país. No ha dicho que medidas piensa tomar para defender la Constitución y la Ley aparte de jalear a los jueces y enviar a los Cuerpos de Seguridad del Estado contra un muro. Mientras la unidad de España pende de un hilo y ya hay, de facto, un estado de excepción en Cataluña, con las calles tomadas y los partidos de fútbol sin gente, los protagonistas de este nuevo golpe contra las instituciones, la convivencia y la democracia, campan a sus anchas y solo falta que declaren la independencia cuando les plazca. D. Mariano ha dicho que mañana comparecerá en el Congreso de los Diputados, pero no tengo ninguna esperanza de que anuncie en ese foro, donde en su techo todavía están los agujeros hechos por los subfusiles golpistas, lo que debía haber anunciado hace mucho tiempo y lo que nos tenía que haber dicho hoy a los españoles.



RAJOY NOS MINTIÓ OTRA VEZ

Cuando la evidencia es manifiesta no sirven las subjetividades ni los distintos pareceres. Rajoy, sus ministros/as y los conspicuos del PP se hartaron de decir que no habría referéndum el día 1-0 en Cataluña, pero nuestros ojos nos dicen lo contrario. No es la primera vez que Rajoy engaña a los españoles, cuando gobernaba Aznar y el petrolero “Prestige”, partido a la mitad, derramaba petróleo por todo el Cantábrico nos dijo, apuntando ya maneras, aquella tristemente famosa frase de “salen unos hilillos como de plastilina”, Pero, Rajoy también nos mintió con sus reformas, que en realidad solo fueron recortes, y en el asunto catalán también nos había engañado cuando la consulta del 9N que, como en esta, se había hartado de decirnos que nunca se celebraría. Rajoy, el pusilánime, es sin duda el peor presidente que ha tenido España desde la Transición democrática, título que hasta ahora ostentaba Zapatero. Los españoles estamos cansados ya de sus mentiras y cuando digo los españoles incluyo a los militantes y votantes del PP, que posiblemente sean los mas desencantados e irritados de todos. Rajoy no solo no ha impedido el referéndum ilegal, la farsa que prepararon concienzudamente los golpistas catalanes, sino que, además, les ha dado las fotos que querían, a la policía reprimiendo a los ciudadanos, para que se sigan haciendo las víctimas, ahora ante el mundo. Es inaudito que se mande a los antidisturbios a golpear a la gente mientras los dirigentes independentistas gozan de total libertad para sus fechorías, es imposible mas incompetencia.
Mientras en el asunto de Cataluña la mayor parte de la oposición se ha aliado objetivamente con los golpistas o no se entera de nada y se ha ido a vivir a otra galaxia, éramos muchos los españoles, incluidos los que estamos en las antípodas políticas del PP, que todavía teníamos la esperanza (es lo penúltimo que se pierde) de que finalmente el Gobierno del Estado pusiera las cosas en su sitio e hiciera cumplir la Ley y la Constitución, pero, no ha sido así. Han trasladado a Cataluña a miles de policías nacionales y guardias civiles para hacinarlos en ferrys, tomarles el pelo y ponerlos contra un muro.
Asistimos, y mire usted que España, el Estado mas antiguo de Europa, ha vivido situaciones dramáticas, incluida la guerra civil, a la encrucijada  mas grave desde la Guerra de Independencia contra los franceses, porque nunca desde entonces estuvo tan en peligro su supervivencia como nación. O los españoles reaccionamos unidos, dejando al margen nuestras tradicionales rencillas y navajazos traperos, o nuestro país se va al cuerno. Si se desintegra España y todos sufrimos las graves consecuencias de la irresponsabilidad, inmoralidad o pusilanimidad de los dirigentes políticos actuales no se les encontrará ni debajo de las piedras para pedirles cuentas. El dos de mayo de 1.808 no fue un Gobierno y un rey impuesto por Napoleón, al que llamaban “Pepe botella”, los que reaccionaron contra la ignominia, fue el pueblo de Madrid el que se echó valientemente a la calle para enfrentarse a los franceses y a los traidores. Liberales y conservadores, ricos y pobres, curas y bandoleros, en todos los rincones del país el Pueblo se levantó para defender España.

Huelga decir que Rajoy debería dimitir de inmediato, porque no ha sido capaz de hacer cumplir la Ley y la Constitución, pero lo mismo cabe manifestar para la mayoría de los líderes políticos españoles, independientemente de su color político. Cuando hay circunstancias históricas dramáticas y excepcionales, los mediocres tienen que dejar paso a los estadistas.