Para poner la guinda en el pastel
o, mejor dicho, sobre una pila de mierda, que “huele caliente”, Ok Diario ha
publicado las revelaciones de un antiguo miembro del CESID (Centro Superior de
Información de la Defensa, hoy convertido en CNI, Centro Nacional de
Inteligencia) sobre la relación que Bárbara Rey, una conocida presentadora y
vedette española que, haciendo honor a su apellido artístico (su verdadero nombre
es María García García), mantuvo con el entonces rey de España, Juan Carlos I y
sobre los pagos que los servicios secretos hicieron a la susodicha señora, en
un banco de Luxemburgo, de 26 millones de pesetas al mes, hasta alcanzar la
astronómica cifra de 500 millones de pesetas. No solo eso, también se ha hecho público
que el canal de la televisión autonómica valenciana (Canal Nou), por
indicaciones políticas, hizo un contrato a Bárbara Rey para que presentara un
programa de cocina. El contrato duró cinco años a razón de 500.000 pesetas por
programa. Recordemos que tiempo después Canal Nou tuvo que cerrar debido al
montante de su deuda y poner a todos sus trabajadores en la calle.
Aunque las correrías sexuales del
hoy rey emérito todo el mundo las comentaba en privado y eran sobradamente
conocidas, en España hubo durante muchos años una censura y una autocensura
sobre este asunto. Mientras el entonces rey se iba a Italia a esquiar con una
dama y aparecía en las revistas del corazón de aquel país, aquí había un tupido
velo informativo para que los ciudadanos no se enteraran. Son muchas las
fechorías que se han cometido en España en nombre de la seguridad del Estado y
de la estabilidad política. Fue muchos años después, coincidiendo con la
cacería de elefantes en Botsuana, cuando saltó a la luz el escándalo de Corinna,
otra mas de una larga lista. Como aquello se convirtió en un escándalo
internacional y gracias a Internet ahora las noticias circulan, Juan Carlos I
tuvo que pedir perdón a los españoles y poco después, también por su deterioro
físico, abdicar.
Los que no están en el secreto no
entenderán porqué el CESID llegó hasta el punto de amenazar a Bárbara Rey y a su
familia si hablaba y porqué se utilizaron los Fondos Reservados para pagarle
grandes sumas de dinero y taparle la boca. Pero, es que la que durante algún tiempo fue amante de Juan Carlos I no solo grabó los encuentros sexuales,
también conversaciones comprometedoras sobre asuntos muy delicados, entre ellos
sobre la verdad de lo que sucedió en el golpe de Estado del 23 de febrero de
1.981.
A mí, como creo que a la inmensa
mayoría de los españoles, nos importa muy poco la vida privada de nuestros
reyes, si se ponen los cuerno o no o con quien se acuestan, pero nos importa
mucho adónde va a parar nuestro dinero. No vamos a pasar porque, mientras
cientos de miles de ciudadanos/as lo están pasando muy mal, no pueden siquiera
encender la calefacción o mueren en incendios al tener que alumbrarse con
velas, nuestros políticos y nuestros monarcas, directa o indirectamente, despilfarren
el dinero público o lo gasten en putas.
Los ingresos en el banco
luxemburgués se hicieron entre los años 1.996 y 1.997, es decir, como en otras muchas
canalladas, los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar son los
responsables políticos de lo que se hizo. Pero, la felonía la cometió en
primera persona el rey que, ya es hora de decirlo alto y claro, engañó a los
españoles durante un golpe de Estado, el de verdad, el que apartó a Adolfo Suárez
del poder, que en realidad no paró, al contrario, fue uno de sus mas destacados
protagonistas. Yo creo que Juan Carlos de Borbón haría bien en acompañar a su
hija y a su yerno a Suiza o a la Cochinchina, antes de que los españoles lo
echen a gorrazos, como hicieron con su abuelo.
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