miércoles, 27 de marzo de 2019

LA MILITANCIA DE IU Y EL COMPLOT


Inmersos ya en plena campaña electoral para las elecciones en España, unas elecciones que todo el mundo coincide ya en que son las más importantes después de la Transición Democrática, están sucediendo algunas cosas interesantes, de las que voy a comentar dos: la primera es lo que está pasando en Unidos Podemos (póngalo usted en femenino si le place), donde hay marejada de fondo. En algunas organizaciones regionales de IU, como las muy importantes de Asturias y Madrid (también en algunas ciudades de Andalucía) la militancia ha decidido acudir a las elecciones municipales, autonómicas y europeas en solitario, otra cosa puede ser de cara a las generales, porque en éstas la Ley Electoral es inmisericorde y penaliza gravemente a los partidos pequeños, como la gente de IU sabe muy bien ¿Por qué ha sucedido esto? hay varias razones, pero dos son, a mi parecer, las más importantes: la primera es que la militancia de IU es muy ideologizada, mucho más que los inscritos de Podemos, y mayoritariamente marxista, y hay cosas que tiene muy claras , como que el Estado es “sagrado” y todos los que intenten soslayarlo, ningunearlo, o fraccionarlo son sus enemigos, por eso mucha gente en IU no ha visto con buenos ojos el coqueteo de Unidos Podemos con los independentistas catalanes, un coqueteo que, a pesar de los resultados adversos en Cataluña y Andalucía, con toda seguridad mediatizados por eso, no ha cesado. En este sentido, incluso los de En Comú Podem tienen graves tensiones internas y ha habido dimisiones en Cataluña porque su nuevo cabeza de lista es “soberanista”.Tras los decepcionantes resultados de Andalucía, Alberto Garzón envió una carta a los militantes de IU de la que yo saqué esta conclusión: nosotros teníamos razón y los votantes se han equivocado ¡menuda autocrítica! Pero, evidentemente, fue IU, y Unidos Podemos, los que se habían equivocado y los militantes de IU lo sabían y lo saben muy bien y la autocrítica y rectificación que no ha hecho la dirección federal la hacen ellos en algunas federaciones por su cuenta. En democracia, las bases siempre ponen en su sitio a la dirección. Las bobadas de Podemos no convencen en IU, aunque tengan que ser, forzosamente, aliados estratégicos.
Otro asunto que estoy siguiendo muy de cerca es el supuesto complot organizado por algunos poderes fácticos y los mismos que dieron el golpe a Pedro Sánchez para, tras las elecciones generales, propiciar un acuerdo de Gobierno entre PSOE y Ciudadanos (esta película ya la hemos visto) un complot del que no sería ajeno Pedro Sánchez. Hace unos días a Ábalos se le escapó y enseguida Ferraz lo ha desmentido, pues el complot solo puede triunfar si se mantiene en secreto. Acostumbrados a tantas conspiraciones-patraña, cuando las hay de verdad no nos las creemos. Pero el mismo periódico de tirada nacional y los mismos que fueron mascarón de proa para evitar el acuerdo PSOE-Unidos Podemos, cargándose al propio secretario general socialista, están enseñando otra vez la patita y ese es un indicio inequívoco de la trama. A esta gente, conspiradores donde los haya, les disgusta igual un Gobierno PP-Ciudadanos-Vox que PSOE-Unidos Podemos, sea con apoyo de independentistas o sin él. Dos son, obviamente, los damnificados en esta operación, PP y Unidos Podemos, pero el asunto se puede volver contra los conspiradores si la gente se entera de lo que se mueve entre bastidores, entonces  PP y Unidos Podemos serían los beneficiados. Los que no se creen este complot tienen argumentos, como que Rivera ha propuesto a Casado un pacto de Gobierno ¡ojo! el mismo Rivera que después de apoyar el Gobierno de Susana Díaz en Andalucía durante cuatro años nos dijo que lo más importante era acabar con el régimen socialista andaluz y se metió en la misma cama que Vox, el mismo Rivera que hace no mucho tiempo decía que era socialdemócrata. Pero, es que, con su deriva derechista, Ciudadanos ahora solo puede obtener votos del PP, el partido de Casado que está siendo vampirizado por Ciudadanos y por Vox, ambos convertidos en sus sanguijuelas. La política no solo hace extraños compañeros de cama, hace aliados tácticos, aunque tácitos, increíbles, pero, Casado aún no se ha dado cuenta.
NOTA: Les pongo esta foto porque es encantadora y refleja fielmente lo que he pretendido explicar.

lunes, 25 de marzo de 2019

EL VOTO DE LOS DESCONTENTOS


A pocas semanas para las elecciones generales, unas elecciones que, a la vista de los retos que tiene planteados nuestro país, van a ser las más importantes que se han celebrado en España desde la Transición Democrática y que van a influir poderosamente en las elecciones municipales, autonómicas y europeas que vienen a continuación, los periódicos ya están empezando a publicar encuestas de intención de voto, encuestas que han fallado más que una escopeta de feria en los comicios de Andalucía, por ejemplo, pero que son, sin duda, una buena referencia para ir viendo por dónde van los tiros. Las encuestas que estamos viendo no coinciden en los resultados que se obtendrían y algunas varían en función de la línea editorial del medio que las publica, pero todas sentencian que el PSOE, lejos de la mayoría absoluta, ganaría las elecciones, una gran fragmentación del voto y en la irrupción de la ultraderecha, con un grupo parlamentario potente, en el Congreso de los Diputados. Tengamos presente que en España no gobierna quien gana las elecciones y que aquí no te dan por eso unos cuantos diputados de regalo para que tengas mayoría, aquí gobierna el que logra investir un presidente del Gobierno, que lo eligen los diputados, no los electores directamente, y una mayoría parlamentaria. Es decir, que nadie piense que el PSOE va a gobernar si no logra investir a Sánchez como presidente del Gobierno y si no logra un pacto de legislatura lo suficientemente estable como para poder sacar iniciativas y leyes adelante en el Parlamento. Recordemos que cuando Pedro Sánchez ganó la moción de censura fue tildado de “okupa” por los partidos de la derecha que, soslayando nuestra Constitución, se hartaron de decir que debía gobernar el partido más votado, pero eso era una tontería para los incondicionales y para los imbéciles, de hecho las derechas, o eso que algunos han denominado el “Trifachito”, desde que PP y Ciudadanos se metieron en la cama con la ultraderecha, gobiernan en Andalucía donde el PP, a quien pertenece el presidente andaluz, no solo no ganó las elecciones, perdió siete diputados y 300.000 votos. Pues exactamente eso mismo harían tras las elecciones generales las derechas y la ultraderecha si lograran sumar una mayoría ¿o hay algún ingenuo que tenga alguna duda y que piense que, siendo coherentes con lo que manifestaron tras la moción de censura contra Rajoy, permitirían gobernar al partido más votado? Las encuestas electorales también son una poderosa arma de creación de opinión, mucha gente se apunta siempre al caballo ganador o, como dice el refrán, “¿dónde vas, Vicente? a dónde va la gente”, por eso, como en las del CIS, nunca se debe descartar la cocina o al menos que estén salpimentadas al gusto del comensal. Pero, al margen del bombardeo mediático con consultas y sondeos de todo tipo a que vamos a ser sometidos, yo creo que quienes van a decidir estas elecciones, y el devenir de España en los próximos años, quienes, con su decisión, van a influir de forma muy poderosa en los acontecimientos históricos que nuestro país va a tener que enfrentar dentro de pocos meses, que espero no sean dramáticos, van a ser los descontentos, aquellos indignados que no han visto cumplidas sus expectativas y los jóvenes, los más cabreados entre todos los cabreados, y con razón. Esos son los que van a decidir las mayorías y las minorías en el Congreso de los Diputados, los que todo el mundo teme a quién pueden votar y los que pueden dar un puñetazo encima de las urnas que haga temblar las estructuras. Convencerlos en unos pocos días para que no se inmolen, y nos inmolen a todos con ellos, va a ser muy difícil, los han castigado y les han tomado el pelo durante mucho tiempo y están demasiado descontentos.

miércoles, 13 de marzo de 2019

ALEXA


Hace unos meses el menor de mis hijos me llamó y me llevó a la leonera que tiene por habitación para enseñarme un nuevo artilugio electrónico que había instalado. Como yo en estos asuntos, como en otros muchos, soy un perfecto ignorante, el nuevo dispositivo me llamó mucho la atención, se llamaba Alexa y mi hijo le preguntaba cosas y respondía casi al instante. Me pareció algo práctico, más cómodo que bucear en Internet para obtener información y que un asistente electrónico, ese es el quid de la cuestión, lo hiciera por ti. Mi hijo me preguntó que me parecía el invento, esperando sin duda de mí palabras de asombro, pero yo, perro viejo que sé en el mundo en que vivo, le contesté con algo que él no sospechaba: “ya verás lo que tardan las feministas en decir que no hay derecho a poner nombre y voz de mujer a un asistente electrónico, que eso es machismo de la peor clase”. Pues bien, he sido yo el que ha llamado esta vez a mi hijo para decirle: “¿te acuerdas lo que te dije que dirían las feministas de Alexa? pues ya lo están diciendo. Si el asistente se llamara Alexis y tuviera voz de hombre nadie habría dicho absolutamente nada. Los fabricantes tendrán que desarrollar la opción de cambiar el nombre y la voz a masculino, al tiempo me remito". Este asunto es una muestra más de lo equivocadas que están muchas mujeres, que han confundido las justas reivindicaciones de sus derechos y la igualdad que ya consagra la Constitución en su Artículo 14 con el totalitarismo, la criminalización de los hombres, privándolos incluso de la presunción de inocencia, o, lo peor, con las bobadas. Me he reído mucho con unos vídeos que circulan por las redes sociales, en el primero de ellos un grupo bastante numeroso de chicas jóvenes va en manifestación con pancartas cuyo texto la educación y el civismo me impiden reproducir, una de las muchas manifestaciones feministas del 8M. Van todas ellas gritando como posesas “la talla 38 me aprieta el chocho, la talla 38 me aprieta el chocho”. En el segundo vídeo el periodista Federico Jiménez Losantos que, dicho sea de paso, está en mis antípodas políticas, les responde: “pero que dicen estas niñatas, si la talla 38 te aprieta el chocho pues cómprate una talla más grande”. D. Federico tiene razón, porque va usted a El Corte Inglés y, además de marcas y precios para todos los gustos y bolsillos, tiene todas las tallas, incluso hay una sección de tallas grandes. La lideresa de Podemos cuando su esposo, Pablo Iglesias, está cuidando de sus gemelas, Irene Montero, decía el otro día que era consciente que en algunas cosas se habían equivocado y que los enfrentamientos internos eran la razón principal de la pérdida de votos de su formación en las encuestas. Yo no estoy de acuerdo con ella, porque más enfrentamientos internos que ha tenido el PSOE no hace muchos meses no los ha tenido ningún partido político en España desde la Transición, ni siquiera la UCD de Adolfo Suárez, que ya es decir ¿O es que ya no nos acordamos como los barones regionales, capitaneados por Felipe González, Alfonso Guerra y el periodista Cebrián dieron un golpe a su propio secretario general? Pues bien, el PSOE sube como la espuma en las encuestas, algo menos si sacamos la olla de la cocina del CIS. Yo creo, por el contrario, que lo que está perjudicando a Podemos es el desencanto de sus votantes, los indignados del 15M, que han visto que, en vez de solucionar sus problemas, como el paro juvenil y los salarios miserables, la formación política en la que confiaron pone más el acento en coquetear con los independentistas y en cambiar los nombres del masculino al femenino. Unidas Podemos darnos un batacazo de aúpa y no será porque no os lo haya advertido en repetidas ocasiones.

lunes, 11 de marzo de 2019

EL 11-M Y LA FALTA DE SEGURIDAD


Es prácticamente imposible garantizar la seguridad total, si yo fuera presidente del Gobierno (ustedes no van a tener tanta suerte) no me atrevería nunca a decir a la gente que van a estar seguros al 100%, pero, eso sí, haría todo lo posible por acercarme a ese porcentaje, lo que no se hizo antes del 11-M, como ha quedado en evidencia, y, lo peor, lo que tampoco han hecho después, al contrario. No es de conocimiento público, por ejemplo, que durante las Guerras de los Balcanes España fue un centro de reclutamiento de terroristas y combatientes contra el Gobierno de Belgrado, como lo fueron también Marruecos, Túnez y algunos otros países. Este tipo de cosas empezaron muchos años antes, en Afganistán, con la creación de Al Qaeda para usarla de brazo instrumental en la guerra contra los soviéticos en aquel país. Años después, los argelinos, por ejemplo, sufrirían en sus propias carnes el fanatismo de sus compatriotas que regresaban, "los afganos", los llamaban y eran inconfundibles por sus pantalones bombachos y sus largas barbas. Aquellos yihadistas crearon el GIA un grupo político-terrorista que cubrió Argelia de sangre, con decenas de miles de degollados y decapitados. Pues bien, a España regresaron también los magrebíes que vivían aquí y que habían ido a combatir a Yugoslavia, la mayoría marroquíes, y no se ejercía sobre ellos control alguno, como no se ejerce sobre los cientos de miles de inmigrantes musulmanes, la mayoría pacíficos, por supuesto, que han llegado a nuestro país, algunos con un amplio historial delictivo en el suyo. La mayoría de las detenciones  y de los atentados que se han evitado se deben al trabajo del CNI y de la Guardia Civil, faltos de medios, pero muy profesionales, a las informaciones recabadas por los servicios de escucha e interceptación globales de nuestros aliados, como los del sistema ECHELOM, o simplemente a la suerte.
FOTO. El general Miguel Ángel Ballesteros, que, siendo director del Instituto Español de Asuntos Estratégicos, dependiente del Ministerio de Defensa, publicó en 2.016 un interesante libro-ensayo titulado "yihadismo", donde deja muy claro que Al Andalus siempre será un objetivo de los terroristas islámicos.  

domingo, 10 de marzo de 2019

15 ANIVERSARIO DEL 11-M

Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Por cierto, al contrario que George W.bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguro a las españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.Dos fueron los mayores errores de José María Aznar durante sus Gobiernos, uno potenciar la burbuja financiero-inmobiliaria con una nueva Ley del Suelo, algo que estamos pagando ahora y que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, y otro meter a nuestro país en la Guerra de Irak y salir en la foto de Las Azores. Si Aznar no hubiera metido a nuestro país en aquella guerra en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, incluida mucha gente de su propio partido, nadie hubiera asociado los gravísimos atentados del 11-M con la Guerra de irak y el Gobierno del PP hubiera arrasado en aquellas elecciones, porque los consecuencias perniciosas de la burbuja financiero-inmobiliaria aún no se habían producido, porque los españoles hubiéramos cerrado filas con el Gobierno y porque Zapatero, que no tenía ni un programa medio serio, ni de coña pensaba ganar aquellos comicios. La guinda la puso aquel Gobierno cuando quisieron echar la culpa a ETA. La gente no tragó con mentiras tan gordas y acudió a las urnas a ponerlos en su sitio. Eso sí, el PSOE y su potente aparato mediático arrimaron esa ascua a su sardina. Por cierto, al contrario que George W. Bush y Toni Blair, José María Aznar aún no ha pedido perdón ni ha reconocido que mintió cuando aseguró a los españoles, frente a las cámaras de TVE, que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva.

domingo, 3 de marzo de 2019

EL ENTIERRO DE LA SARDINA


No me refiero a esa ceremonia con la que se anuncia el final del Carnaval, que se celebra el miércoles de ceniza y que simboliza el entierro del pasado, no me refiero a ese pasacalles que usa la muerte de este pescado como alegoría, el objeto de este escrito tiene que ver con la muerte real de la sardina, de millones de sardinas, de la especie entera:
Los que tomamos el pulso a la mar y a su mundo todos los días, unos por profesión y otros por afición, estamos muy preocupados.  Joan Manuel Serrat quiere acabar dando verde a los pinos cerca del Mar Mediterráneo, pero, somos muchos los que amamos El Cantábrico, aunque después de muertos nos importa un pimiento lo que hagan con nosotros. Nuestro Mar es único, es singular por varios condicionantes y algunas especies que todavía hay en él también lo son, como los calamares gigantes, que solo se encuentran en muy pocos sitios del Planeta. Pero, este Mar riquísimo, bello, bravo e inmisericorde con los que no se lo toman en serio agoniza. Hace solo 300 años, un suspiro en la Historia de la Biosfera, El Cantábrico estaba poblado de grandes cetáceos, ballenas enormes lo visitaban todos los años durante el estío en su migración anual entre los Polos para reponer fuerzas, pues cardúmenes inmensos de bocarte, sardina, caballa (xarda) lo llenaban en esa época del año. Muchos cachalotes también se alimentaban de los numerosos calamares gigantes que habitaban las simas frente a nuestras costas, calamares que, en la noche, emergían del abismo para hacerse con bonitos y otros túnidos, que también en verano, siguiendo la cadena alimenticia, perseguían a los bancos de sardinas y de caballas. Era ese, nuestro Mar Cantábrico, un ecosistema que se había construido a lo largo de millones de años, un hábitat ideal para muchos animales marinos. Algo cambió radicalmente, y la especie más depredadora y más estúpida del Universo conocido, la única especie, que se sepa, que tiene armas para autodestruirse varias veces, el Homo Sapiens (lo de sapiens debe ser una broma) empezó a alimentarse y a aprovecharse de esas inmensas riquezas que no nos pertenecen, porque son un legado que nos ha dejado la madre Tierra y que nosotros tenemos la obligación también de legar. Con el crecimiento de la población humana y los avances tecnológicos la pesca se convirtió en el arte del exterminio. Cientos de barcos, entre ellos muchos arrastreros, arrasan el Cantábrico día y noche, sin descanso. Ya no lanzan las redes a ver si hay suerte, localizan los bancos de peces con sonar y los masacran sin piedad. Especies que eran tradicionales en nuestras mesas, como el besugo, han desaparecido por completo. Ya no hay aquellos panchinos (la cría del busugo) que pescábamos en El Musel y otros zonas abrigadas los guajes. Y como el besugo otras especies están al borde mismo de la extinción, en nuestro mar, en nuestros pedreros y en nuestros ríos. Hemos acabado ya casi con todas ellas o estamos a punto de hacerlo. En el año 2.010, después de cinco años de veda, se abrió la veda del bocarte y en ese primer año solo la flota española de bajura pescó 5.400 toneladas. El bocarte había sido vedado porque su masa crítica era inferior a las 1.500 toneladas, el límite para la extinción. Y, en efecto, era la sobrepesca el problema, porque el bocarte se recuperó de forma espectacular. El año pasado, cuando un gran cardumen de bocarte llegó al Cantábrico fue perseguido por 70 buques hasta casi su total aniquilación. En El Musel se llegaron a rular en un solo día más de 200.000 kilos. Pues bien, esa sardina tan tradicional, esa que nos comíamos a la plancha, esa sardina que era tan abundante que hasta con ella se abonaban las tierras, ya brilla por su ausencia y ya tiene el mismo precio que la merluza, cuya venta ha caído en picado por el anisakis. Las fechorías que se cometen en el Cantábrico son tantas y tan gordas, perpetradas precisamente por los que más debían velar por el futuro de su actividad, que no tengo espacio aquí para relatarlas, entre ellas el entierro de la sardina.