martes, 10 de enero de 2017

ELECCIONES GENERALES EN ALEMANIA

El día 24 de septiembre será la fecha en la que se van a celebrar las elecciones para renovar los 598 escaños del Bundestag (parlamento alemán). Después de las elecciones a la presidencia francesa, que serán entre finales de abril y primeros de mayo (seguramente será necesaria una segunda vuelta) los comicios en Alemania van a ser las mas importantes de la Europa comunitaria, pero no debemos olvidar que ya en marzo se van a celebran otras elecciones que pueden dar mucho que hablar, las de Holanda, donde el partido ultraderechista que lidera Geert Wilders, el PVV, podría dar el primer susto. Esas tres elecciones tienen también tres denominadores comunes que van a mediatizarlo todo. Por una lado el problema de la inmigración masiva, por otro la situación de debilidad de la Unión Europea, alejada de los ciudadanos, dirigida por unos burócratas que la gente no ha elegido y que, tras el Brexit, está en sus horas mas bajas, y finalmente el progresivo declive electoral de la socialdemocracia, a la que la crisis ha empujado a alianzas tácitas o explícitas con la derecha que ahora le están pasando factura.
Si en Holanda y en Francia podría suceder una hecatombe, como ha pasado en los EE UU, en Alemania es mucho mas difícil y lo mas probable es que la actual canciller, Ángela Merkel, continúe al frente del Gobierno, aunque bastante debilitada. Merkel tiene a su favor que la tarta política en Alemania está muy fragmentada, porque son nada menos que siete fuerzas políticas importantes las que participan de ella: CDU y sus aliados bávaros del CSU, el SPD, Die linke (La izquierda) Los verdes, Alternativa para Alemania (AFD) y el partido Democrático Liberal (FDP). El voto de los alemanes desencantados, que son muchos, va a estar muy dividido y eso le va a venir muy bien a la CDU y a Dña. Ángela. Pero, el establishment, aunque Merkel siga en el Gobierno, cometería un grave error si no reacciona ante lo que probablemente va a suceder. Las encuestas ya están anunciando la caída de los socialistas del SPD, el descenso de la CDU (menor el de sus aliados de la CSU) y el ascenso de los ultraderechistas del AFD y de los poscomunistas y sus aliados socialistas de izquierda, Die Linke. Por cierto, es curioso que los poscomunistas sean los mas votados en Berlín y tengan un gran nicho de votos en los Lander de la antigua RDA.
Hasta ahora ha gobernado Alemania la gran coalición formada por la derecha de CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD. El acuerdo que consiguió Merkel con el SPD no solo le sirvió para tener mayoría absoluta, también como coartada para algunas de sus políticas. A decir verdad eso también les sirvió a los socialdemócratas. Cuando las fechorías son compartidas es mas difícil identificar a los culpables. Pero, todo parece indicar que el electorado alemán va a castigar a ambos.

Europa y el mundo están cambiando, mientras los poderes que hasta ahora eran hegemónicos no son capaces de identificar los problemas y mucho menos de darles solución. Lo peor es que las alternativas que aparecen en el horizonte me recuerdan mucho a los fascismos que emergieron antes de la Segunda Guerra Mundial, también aprovechándose de la crisis y engañando a los trabajadores, que sumieron el Viejo Continente en el horror.

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