Aunque la más grosera propaganda
que el mundo occidental ha conocido, acompañada de una censura que yo no
recuerdo desde el franquismo, nos dice todos los días que Putin va perdiendo la
guerra (no Rusia, personalizando, dicen Putin), la verdad es que el 20% del
territorio de Ucrania ya forma parte de Rusia y la mitad del país está sin luz
y sin agua potable, además de toda Ucrania sin gas natural. Parece, pues, que,
en verdad, no son los rusos los que van camino de la derrota y si los
ucranianos y sus padrinos. Ante una eventualidad así, Zelenski y los que le
apoyan están desesperados, porque a los ciudadanos europeos les pueden venden
los sacrificios y dárselos envueltos en papel de regalo, con celofán, con una
cinta de colores y un moñito, pero si resulta que Rusia consigue los objetivos
que se propuso y, además, la consecuencia de que la OTAN levantara un nuevo
telón de acero y las sanciones a Rusia son una patada en el culo, no para
Putin, sino para los ciudadanos de la UE, a algunos/as la gente les puede mover
el sillón, bien en los gobiernos de los Estados europeos bien de la burocracia
de Bruselas, de hecho, algunos gobiernos europeos ya han caído en los últimos
meses y otros han perdido la mayoría parlamentaria, sin contar esas
multitudinarias manifestaciones que se están viendo ya en algunas capitales de
Europa y de las que los medios no hablan. Llegados a este punto y como parece
que la salida cabal, la de la negociación, la que habría que haber tomado
cuando en enero Rusia pedía garantías de seguridad y se rieron de ella, no está
clara como opción, a EE UU y a sus perrillos falderos británicos (de momento en
la UE no parecen estar tan locos) no se les ha ocurrido otra cosa que
participar directamente en los combates contra Rusia. Si con el envío del más
sofisticado armamento no fuera suficiente, si con la utilización de los
servicios de inteligencia y medios satelitales al servicio de Ucrania no fuera
suficiente, si con miles de mercenarios no fuera suficiente, los piratas anglosajones han tenido una participación directa en el
ataque terrorista a los gasoductos rusos del Báltico que llevaban gas a
Alemania y en el reciente ataque, fallido, eso sí, con drones aéreos y marinos
contra la Base de Sebastopol (Crimea) sede de la Flota Rusa del Mar Negro
¿Alguien se imagina lo que habría sucedido si Rusia hubiese usado sus
asesores, sus drones y satélites de reconocimiento y, en general, su logística
militar para atacar la base naval estadounidense en Norfolk (Virginia) o la
base naval de la VI Flota en Nápoles (Italia)? Así que el “psicópata” Putin,
ese que dicen que nos amenaza con bombas atómicas, aunque al único país que
amenazan es al suyo, está mostrando una templanza que debemos alabar todos,
porque una respuesta proporcional y en sentido contrario nos llevaría de cabeza
a la Tercera Guerra Mundial, es decir, a la completa aniquilación de la
Biosfera, nosotros incluidos, por supuesto. La respuesta inmediata al ataque a
la Base de Sebastopol ha sido la cancelación por parte de Rusia del acuerdo
para la exportación de grano ucraniano por tres de los puertos del Sur de
Ucrania, porque son precisamente los buques de la Flota del Mar Negro los
encargados que fiscalizar que los mercantes no sean usados para llevar armas y
porque los ucranianos y sus padrinos han usado esos corredores para perpetrar
el ataque. Los cereales ucranianos, en contra de lo que nos había dicho la
propaganda para que estuviéramos compungidos, no han ido a parar a los países
del Tercer Mundo, donde asola el hambre, han sido, por ejemplo, para que los occidentales tomen
sus cervezas. Rusia, que ha tenido este año la mayor cosecha de cereales de su
historia, ha dicho que está dispuesta a servir grano a quien lo necesite a
precios razonables al tiempo que ha anunciado que donará 500.000 toneladas de
cereales para los países más pobres ¡No me diga usted que no es malo este Putin
y que no nos chantajea un montón! Los irresponsables que nos han traído hasta aquí
no pararán. Borrell, que ahora parece el secretario general de la OTAN, también
nos ha dicho no se puede perder esta guerra contra Rusia. Empezaron en 2014
financiando un golpe de Estado y son capaces de cualquier otra locura, incluido
azuzar a los nazis a utilizar una bomba sucia para luego culpar a Rusia de usar
armas nucleares ¡Cuidado! porque la paciencia tiene un límite, y ya estamos al
borde del abismo.