sábado, 30 de julio de 2022

LA INFLACIÓN Y LA CORBATA DE SÁNCHEZ

 


Ha bajado la inflación, de su cuello, al quitarse Sánchez la corbata, pero la inflación del IPC alcanzó en julio la cifra del 10,8%, la mayor desde hace cuarenta años. Sin embargo, el presidente del Gobierno sigue sin tomar ninguna medida eficaz para reducir una inflación que nos empobrece a todos, pero que para muchas familias españolas significa caer en la indigencia. La palabra de Sánchez ya sabemos todos que no vale nada, el presidente es capaz de decir hoy una cosa y mañana la contraria sin despeinarse y con total aplomo. Hace unos días sacaba pecho diciendo que en España no se iban a aplicar restricciones al gasto energético y que estábamos “sobraos” de gas, con nuestras regasificadoras y con nuestra capacidad de almacenaje, que incluso podíamos enviar más gas a Francia y al resto de socios europeos si les hacía falta. Pero, hete aquí que la Comisión Europea le ha puesto firmes y ahora donde dijo digo dice Diego, eso sí, vendiéndonos que solo la mitad de las restricciones, o sea, la puntita nada más ¿Cuela? Es encantador escuchar a Cristina Narbona, senadora, vicepresidenta primera del senado y presidenta del PSOE, que, junto a su cónyuge, Josep Borrell, acumulan un capital económico muy importante, decirnos que hay que ahorrar energía, que tenemos que subir la temperatura del aire acondicionado y bajar la de la calefacción y que hay que ahorrar en la ducha. Se ha metido a ecologista la socia de correrías contra Rusia de los pseudoecologistas alemanes, que ahora apoyan la vuelta al carbón para no comprar gas ruso.

Sánchez no había tomado ninguna medida contra la inflación, solo nos anunció el mes pasado, cuando la inflación ya era de dos dígitos, “medidas para paliar sus efectos”, como subir impuestos a los bancos y a la Eléctricas (ya veremos en qué queda eso) y poner los trenes de cercanías “gratis”. O sea, la lucha de Sánchez contra la inflación es aplicar medidas que generan más inflación. Pero, como la cosa se agrava, ahora se ha quitado la corbata ¿Quién lleva corbata en este país, salvo algunos empleados de El Corte Inglés o para acudir a algún evento? Casi nadie. El gesto, simbólico, por supuesto, es para que nos vayamos acostumbrando a lo que nos preparan: restricciones, sacrificios, un pacto de rentas, etc. Me dice radio macuto que entre las restricciones que nos anunciarán el próximo lunes que no se podrá bajar el aire acondicionado de 27 grados, de locos. Nuestros gobiernos, y casi todos los de la UE, llevan mucho tiempo tomando el pelo a los ciudadanos pero, cachis en diez, la inflación es el instrumento que el mercado utiliza para valorizar el dinero fiat mediante la pérdida de poder adquisitivo de la gente; un ejemplo: El Estado ha recaudado hasta junio 100.000 millones de euros más vía impuestos por la inflación, pero la inflación también afecta a la partida de gastos, que es mayor que la de los ingresos, solo en pensiones tendremos 17.000 millones de euros adicionales de gasto este año, más lo servido que lo comido. Así que la inflación va a continuar, aunque vuelvan a subir los tipos de interés, hasta que todo el exceso de masa monetaria que han introducido en el mercado se valorice, con los sacrificios de la gente.

Ya nos han dicho que “estamos en guerra”, una guerra que no ha aprobado ningún parlamento de la UE, y a continuación también nos han dicho que son mejores estos sacrificios, y más que vendrán, que tener que ir a combatir contra Rusia, esa es su coartada ¿Qué hará Sánchez cuando conozcamos la inflación de agosto, se desabrochará la camisa? La gente ya no traga; en Italia están ya en campaña electoral y los partidos que abogan por suprimir las sanciones a Rusia (alguno incluso salirse de la UE) suben en las encuestas, mientras que los que defienden lo contrario bajan. Los gobernantes se han ido a vivir a otra galaxia y han dicho a los ciudadanos, como María Antonieta, que si no tienen pan que coman bollos, craso error.

jueves, 28 de julio de 2022

ESTANFLACIÓN

 


El 3 de octubre de 2021 (por supuesto, entonces no había ninguna invasión rusa en Ucrania) colgábamos en Internet un artículo con el título de “La amenaza de la estanflación”. En EE UU ya había economistas que decían esto: “Vamos subidos en el avión averiado de la inflación que se dirige, ineludiblemente, a estrellarse contra el mar de la estanflación, pero no sabemos exactamente el tiempo que la aeronave estará todavía en el aire”. Pues bien, ya lo sabemos, el avión se acaba de estrellar. EE UU ha hecho público los datos económicos del segundo trimestre del año y su Producto Interior Bruto (PIB) experimentó una caída del -0,2%. En el primer trimestre del año el PIB USA ya había caído un -0,4%. Como se acepta que un país con dos trimestres seguido de crecimiento negativo está en recesión, quiere eso decir que EE UU ha entrado en estanflación, recesión económica al mismo tiempo que alta inflación. Aún no hemos visto nada, porque la Reserva Federal acaba de subir el precio del dinero otro 0,75% y con tipos de interés más altos habrá más contracción de compra y de actividad y, por ende, más recesión económica. Estamos hablando de un país que se autoabastece de gas, petróleo y cereales, es más, que está exportando lo que antes de la guerra de Ucrania no exportaba, por lo que echar la culpa a Putin no tiene sentido, salvo que se pretenda engañar a la gente.

En aquel escrito de primeros de octubre del año pasado también decíamos cuáles eran las principales causas de la inflación: “Fabricar billones de papel moneda sin respaldo de valor y repartirlos gentilmente a particulares empresas y bancos; operaciones especulativas generalizadas para comprar acciones de empresas petrolíferas y gasísticas, especulando también en el mercado de futuros de la energía; y el gran rebote que se produce también cuando has caído muy bajo, y la economía mundial ha caído muy bajo durante la pandemia”. Perdone el lector por el refrito, pero a veces conviene refrescar la memoria. Queda diáfano, para el que quiera verlo, cuáles son las verdaderas causas de la crisis económica que asola a Occidente, una crisis económica que tiene toda la pinta de empeorar, porque en vez de tomar las medidas cabales necesarias para enderezar la situación se está haciendo todo lo contrario. Se ha seguido imprimiendo y repartiendo dinero fiat, se han añadido las sanciones a Rusia y, además, tenemos la subida de los tipos de interés como bálsamo de Fierabrás . La tormenta perfecta.

A la gente no se le ha dicho la verdad, porque los políticos están aterrorizados ante la eventualidad de que la verdad se sepa. Tras la fechoría de 2008 se fueron de rositas pero esta vez quizá no se fueran impunemente. Así que las mentiras continuarán hasta el final, con todas sus consecuencias, que no van a ser buenas. En España hemos conocido los beneficios récord obscenos de bancos y compañías eléctricas precisamente cuando más azota la crisis a las familias, que ya no pueden llenar el carro de la compra, llenar el depósito del coche o encender el aire acondicionado y a las que amenazan con que se deberán duchar menos para ahorrar el gas que nos va a negar Putin, mientras es la UE, siguiendo órdenes de EE UU, la que, en verdad, cierra el grifo del gas ruso, el más barato. Es tal la obscenidad, y la creciente indignación de los ciudadanos, que el Gobierno ha tenido que tomar alguna medida llamativa para que la gente se crea que hace algo contra las corporaciones que se están lucrando con nuestros sacrificios. Pero, subir los impuestos a bancos y Eléctricas y enterarnos después de que se ha pactado con ellos/llas que se les va a excluir del pacto de rentas que preparan el Gobierno y los poderes supranacionales, que no han elegido los sufridores (del que también habíamos avisado), es aún más indignante y más obsceno.

lunes, 25 de julio de 2022

LAS IZQUIERDAS SE DESPLOMAN EN LAS ENCUESTAS

 


Tras la debacle de Andalucía, donde el PP arrasó obteniendo mayoría absoluta y las izquierdas se llevaron un buen varapalo, seguramente había algún ingenuo que pensaba que en los estados mayores de las formaciones socias de Gobierno se haría un análisis, habría autocrítica y se rectificaría de los errores, pero, si no se había hecho eso tras comicios anteriores como los de la Comunidad Autónoma de Madrid y los de Castilla-León, u otros ¿por qué se iba a hacer tras los malos resultados en Andalucía? Al contrario, otra vez se echó la culpa a los electores, eso sí, esta vez con la boca pequeña y sin convocar manifestaciones de protesta, hubiera sido demasiado grosero con la mayoría absoluta del PP, que sumada a los votos de Vox, dejaban a las izquierdas muy minimizadas. Si los de UP, tras siete batacazos electorales seguidos, han seguido haciendo lo mismo es que están empeñado en suicidarse y, en ese caso, no puedes hacer nada, pero lo del PSOE tiene, además de afición por el suicidio, guasa: Pedro Sánchez ha prescindido de todos los que le llevaron a la secretaría general y se ha rodeado, y puesto en los órganos de dirección del partido, a los que lo traicionaron cuando tuvo que dimitir como secretario general, empezando por Patxi López. Si no fuera una jugada demasiado maquiavélica y maléfica, tan parece que Sánchez quisiera vengarse de todos ellos llevándolos al desastre antes de marcharse ¿Será por eso que barones regionales, como García Page o Fernández Vara, y otros, no las tienen todas consigo y están aterrorizados ante una posible convocatoria conjunta de elecciones autonómicas y municipales y generales?

En las encuestas el PP ya gana, de largo, al PSOE y está a 36 escaños de la mayoría absoluta, que tendría más que sobrada con la suma de Vox. Las izquierdas, ni sumados todos los partidos nacionalistas, independentistas y minoritarios obtendrían mayoría suficiente para gobernar. No estamos hablando de un hecho puntual o coyuntural, es una tendencia que se ha manifestado de forma diáfana desde que Feijóo asumió la presidencia del PP. Como vimos en Andalucía, la imagen que proyecta Feijóo no despierta tanta animadversión en muchos votantes que antes habían dado su papeleta al PSOE (no me atrevo a calificarlos de “socialistas”) y el PP también se beneficia de la desaparición de Ciudadanos y del trabajo impagable que le hace Vox. El discurso de Vox tiene cosas engatusadoras para una buena parte del electorado, incluso para una buena parte del electorado que antes votó al PSOE, y es muy eficaz poniendo a las izquierdas ante sus contradicciones y sus errores, erosionándolas siempre soslayando las subidas del SMI, de las pensiones o la Reforma Laboral, tan buenas para los trabajadores. Los votantes, antes del PSOE, no van a dar su papeleta a Vox, pero se la pueden al PP. Por eso y porque a la mayoría de la gente le gusta apostar por el caballo ganador (también hay trasvase de votos de Vox al PP) el PP sube y Vox baja, aunque resiste sin desplomarse.

Que sigan las izquierdas así, como hasta ahora, mintiendo a los electores con la inflación, enviando armas a los nazis ucranianos, apoyando sanciones a Rusia que lo encarecen todo aún más, entregando el Sáhara a Marruecos, gastando decenas de miles de millones en chiringuitos feministas y LGTBI y demás letras del abecedario, defendiendo la inmigración ilegal, a los okupas, poniéndonos los trenes “gratis”, etc, esos errores pesan más que los aciertos, no solo en la propaganda de la ultraderecha. Llegarán lejos, exactamente hasta el borde del precipicio un día antes de las elecciones, al día siguiente se caerán a él y echarán la culpa a los que nos vamos a quedar en casa. Feijóo verá pasar los cadáveres de sus enemigos sin necesidad de hacer nada, ya lo hará cuando gobierne, en lo que he apuntado como errores, hará exactamente lo mismo que las izquierdas. Ya no se gobierna desde la Moncloa, se han dejado gobernar. Han sido muchos años en el poder en algunos gobiernos regionales y locales, hay una red clientelar enorme, como la había (todavía queda) en Andalucía. Queridos compañeros y camaradas, habéis desperdiciado una oportunidad histórica, os habéis empeñado, ir buscando una oficina del INEM.

sábado, 23 de julio de 2022

EL CONFLICTO DEL GAS

 


El conflicto del gas ya había estallado en Europa antes de la intervención rusa en Ucrania. EE UU ya había hecho todo lo posible por evitar que el segundo gasoducto del Báltico, el Nord Stream 2 entrara en funcionamiento presionando a Alemania para que pusiera sanciones a Rusia; cuando no se usaba para eso a Navalni, servía cualquier otra excusa. Una relación más estrecha entre Alemania y Rusia siempre se ha temido en Washington, porque eso sería el principio del fin de la dominación estadounidense de Europa, y en ese camino estábamos. Los patriotas de pacotilla y esos que se llenan la boca hablando de la Constitución, y de que la soberanía reside en el pueblo, deben saber que, en comparecencia pública y delante del canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de los EE UU, Joe Biden, ya había advertido a Rusia de que si intervenía en Ucrania (donde USA había intervenido financiando el golpe de Estado del Maidán) no entraría en funcionamiento el segundo gasoducto del Báltico, que ya estaba completamente terminado y con presión para bombear gas en cuanto dijera Alemania. Estamos hablando de un gasoducto que no es de EE UU, es de la empresa pública rusa Gazprom, y que conecta Rusia con Alemania, no con EE UU. Rusia no se dejó chantajear, pero Alemania sí ¿Son amigos y aliados los que te amenazan y/o chantajean para que obedezcas sus órdenes?

En otras entregas ya explicamos que España compraba el doble de gas a Argelia que a Rusia, y también compraba gas a otros países, todo ello mucho más caro que el gas ruso “por razones geoestratégicas”, es decir, por órdenes de Washington. Pero había algunos países, como Alemania, como Grecia, y como Italia, que se querían salir del redil surtiéndose directamente de gas ruso por tuberías, gas que no es el obtenido por fractura hidráulica, que no hay que transportar en buques y que no hay que regasificar, es decir, gas mucho más barato. Eso no solo crea un problema estratégico para EE UU, proporciona a Europa una ventaja competitiva. Pues bien, es precisamente la ventaja competitiva la clave del conflicto que ha estallado entre Alemania y los países del Sur, me explico: Alemania, siguiendo más órdenes de EE UU, ha decidido cortar todo el flujo de gas ruso en los próximos meses, aunque le echarán la culpa a Putin. Eso generará problemas muy graves para la industria alemana e inconvenientes para la población, tanto de confort como en muchos otros ámbitos. Para lidiar con todo esto, el gobierno alemán de socialdemócratas, liberales y verdes (un cóctel explosivo si lo fueran de verdad) necesita que otros países de la UE, como Francia, Italia y España, que tienen más diversificadas sus fuentes de energía y que tienen la capacidad de almacenamiento que no tiene Alemania, las pasen también canutas, es decir, que no tengan ventajas competitivas y que su población pase también por las penurias de la población alemana (en Alemania ya instan a sus ciudadanos a lavarse menos). Ese, exactamente, es el “compromiso de solidaridad” que quiere Alemania. Pero, el conflicto de Ucrania está sirviendo para agudizar los problemas que ya existían, como la inflación, y para que casi todos los gobiernos de la UE, salvo los que se han pasado las órdenes foráneas por el arco del triunfo, como el de Víktor Orbán, estén en la cuerda floja. Algunos gobiernos ya han caído y otros ya ven las elecciones del horizonte como una espada de Damocles. Tocar más los cataplines, en este contexto, a los ciudadanos sería una temeridad.

Sánchez ha salido a la palestra sacando pecho y los palmeros de turno dicen, a quien quiera escucharlos, que “España había hecho las cosas bien" y que tenemos unas magníficas regasificadoras y una capacidad que almacenamiento que Alemania, por comprar gas ruso mucho más barato que le llega por gasoducto, no ha hecho. Seguramente en Madrid traguen con ese discurso, pero la gente bien informada de la periferia, sobre todo si eres de Gijón y conoces todo lo relacionado con la regasificadora de El Musel (cuya autorización administrativa, después de años paralizada por estar inmersa en problemas judiciales y por no tener conexiones, ha sido concedida ahora, aprisa y corriendo, por el Ministerio para la Transición Ecológica) o sea, nosotros, no vamos a tragar con eso. El conflicto del gas se resume en que, como en el asunto del Sáhara Occidental, otra vez Sánchez se ha puesto a las órdenes de EE UU, eso sí, como otros más al norte.

viernes, 22 de julio de 2022

¿CINCO MESES DE GUERRA?

 


Se cumplen cinco meses de la segunda intervención militar rusa en Ucrania, que no es exactamente que se cumplan cinco meses de guerra, porque esta guerra empezó en 2014, tras el golpe de Estado del Maidán financiado por EE UU y apoyado por la OTAN. Recordemos aquellos “hombres de verde” que llegaron a Crimea para asegurar aquella tierra rusa desde Catalina la Grande (que había sido cedida cedida administrativamente a Ucrania en el marco de la URSS) la Base de Sebastopol, sede de la Flota del Mar Negro y los radares de alerta temprana instalados en aquella Península que protegen el bajo vientre de Rusia de un ataque de la Sexta Flota. Aquel fue el verdadero punto de inflexión de la expansión de la OTAN hacia el Este, de las amenazas occidentales a Rusia y del chantaje permanente a un país de 150 millones de habitantes, el mayor y con más riquezas naturales del mundo, que se sentía engañado, estafado y humillado. Tras los acontecimientos del Maidán, en efecto, comenzó la guerra. Las regiones rusoparlantes de Ucrania, en concreto las del Donbass, no aceptaron un gobierno impuesto desde Washington, desde el Pentágono y desde la CIA, y Rusia tampoco. Quisieron prohibirles hablar en su propia lengua e incluso había filonazis que salían en las televisiones de Kiev diciendo que había que eliminarlos a todos. Terribles bombardeaos contra la población civil sumieron a los habitantes del Donbass en una guerra de la que nadie hablaba en Occidente, aquellas víctimas eran las víctimas de sus apadrinados. Tampoco se dijo nada entonces en las televisiones occidentales, esas que ponen el letrerito de "no a la invasión", de los 46 prorrusos quemados vivos en la Casa de los Sindicatos de Odesa, donde se habían refugiado, por los golpistas, mientras las impresentables de Femen jaleaban el crimen. Zelenski quiso dar más pasos, meter a su país en la OTAN, hacerse con armas nucleares y atacar luego Crimea y el Donbass, Putin tuvo que elegir entre esperar y tener que ir a la Tercera Guerra Mundial o actuar. A Rusia no le hacía ninguna gracia una intervención militar masiva propia en Ucrania, sabía lo que eso acarrearía, pero, no le dejaron otra salida.

A pesar de cinco meses de censuras y mentiras en los medios de comunicación occidentales la realidad se va imponiendo: Los que iban perdiendo la guerra la van ganando y ya se puede ir en coche desde Crimea al resto de Rusia sin pasar por el puente mayor de Europa, el que Rusia construyó en tiempo récord para unir la Península con el resto de su territorio por carretera y ferrocarril. La batalla de Kiev se confirma como la batalla que nunca existió y a Rusia solo le falta controlar la región de Odesa para unir Transnistria (Moldavia) y todo el sur y este de Ucrania con Rusia. Controlados el Mar Negro y Mar de Azov, todos los puertos ucranianos y toda la zona minera e industrial, Kiev y la parte occidental de Ucrania se los tendrá que comer la UE con patatas. Esa es la realidad de la guerra.

Decían que Rusia nos quería cortar el gas, decían que Rusia nos quería cortar el petróleo, decían que Rusia quería matar de hambre al mundo, todo eran mentiras. Mientras se dispara la inflación en Europa y suben los tipos de interés para intentar controlarla, mientras muchas familias ya no pueden llenar el carro de la compra, ya no pueden echar gasolina y se pueden quedar en la calle al no poder pagar su hipoteca, continúan las sanciones a Rusia, ya hay un séptimo paquete, y los burócratas de la Comisión Europea dicen que hay que ahorrar un 15% de gas para castigar a Rusia y que nos duchemos menos, a lo que ya se han negado España, Portugal, Grecia e Italia. Tras las labores de mantenimiento, el gasoducto Nord Stream 1 ha vuelto a bombear gas ruso a Alemania, hasta alcanzar los 67 millones de metros cúbicos de gas diarios, la cantidad habitual. Y si no ha entrado en funcionamiento el Nord Stream 2, ya completamente terminado y con presión, no ha sido por decisión de Rusia, lo que sido por decisión de EE UU y la UE, una decisión que ya se había tomado antes de la intervención militar rusa de finales de febrero en Ucrania. Hungría quiere comprar 700 millones de metros cúbicos de gas ruso y Rusia ha dicho que atenderá su demanda “de inmediato”.

En el Kremlin hacen chistes estos días con lo que está pasando en los gobiernos europeos. Dicen que Zelenski es gafe y que todos los que le han dado la mano irán cayendo uno tras otro. Pero, son las políticas irresponsables y de supeditación a intereses económicos y estratégicos del otro lado del océano y los sacrificios que se han impuesto a los ciudadanos los que han llevado a los gobiernos europeos a un brete. 

 

jueves, 14 de julio de 2022

LOS MÁRGENES DE BENEFICIO

 


Si me hubieran dicho hace un año que iba a escuchar a algunas personas de derechas, incluidos algunos reputados economistas que siempre defendieron el liberalismo, decir lo que dicen ahora no me lo hubiera creído. Te tienes que frotar los ojos y pellizcarte para asegurarte que no estás soñando y que los derechistas que ahora recitan, casi de memoria, “El Capital” como si fuera el Catecismo, no los has visto mientras estabas en brazos de Morfeo. Se han dado cuenta de la concentración del capital en unas pocas manos, se han dado cuenta donde obtiene el capital las plusvalías, se han dado cuenta donde reside realmente el valor del dinero y se han dado cuenta, en fin, que las grandes corporaciones y los bancos mandan en los gobiernos, y no los ciudadanos que los han elegido. Querido Marx, esto parece el Imperio Romano cuando se convirtió al cristianismo, aunque todavía son pocos los que reconocen su conversión a tus tesis. Y tampoco es un sueño que lo mismo veo en la izquierda, pero, al contrario. Los discursos de la izquierda, y de la pseudoizquierda, toman sus argumentos, y sus recetas, de las tesis liberales. No explican lo que está sucediendo desde la filosofía económica marxista (Miseria de la Filosofía) sino desde la filosofía de M. Proudhon (Filosofía de la Miseria), cuando no de la filosofía económica de Adam Smith, el escocés defensor del liberalismo económico. A veces incluso parece que algunos han salido de la “Escuela de Chicago”. Así, podemos ver a un derechista, como el presidente francés, Macron, nacionalizar la principal Eléctrica del país, mientras el pseudoizquierdista, Sánchez, y todos los izquierdistas que le apoyan, espera que sea el mundo, ese que “camina por sí mismo”, el que normalice la situación y resuelva los problemas, mientras los ciudadanos, eso sí, van en tren “gratis”.

Los márgenes de beneficio son las plusvalías que obtiene el capital del trabajo de los proletarios. Se había aceptado en el mundo capitalista que era justo que empresarios y accionistas obtuvieran dividendos por su gestión, por invertir su capital o por no hacer nada. El problema es cuando esos márgenes de beneficio son exagerados y obscenos y los son cuando la gente peor lo está pasando. Yo no recuerdo beneficios más exagerados y más obscenos que los que han obtenido los laboratorios y las empresas farmacéuticas durante la pandemia de la que todavía no hemos salido. Mientras que esos laboratorios y esas farmacéuticas han ganado en pocos meses cifras milmillonarias, muchos países pobres no tienen dinero para vacunar a la gente. Esas empresas privadas ni siquiera tuvieron que invertir dinero para investigar, se les concedieron ingentes recursos públicos para que lo hicieran, recursos que nadie controló ni fiscalizó. La obscenidad, evidentemente, no sería posible sin la complicidad de los gobiernos y de las instituciones supranacionales.

Ahora estamos en un escenario económico de hiperinflación y las sanguijuelas hacen lo propio de las sanguijuelas (no es que sean bichos malos, es su condición) se aprovechan de las circunstancias chupando todavía más sangre a la gente. Fijémonos en los precios de los alimentos: no está justificado que algunos alimentos hayan subido muy por encima de la inflación, lo han hecho aumentando los márgenes de beneficios de las empresas hasta cotas escandalosas mientras la gente lo pasa mal. Casi no han subido los precios de los melones y de las sandías en origen, pero en los supermercados han subido más de un 300%, y así sucede con toda la fruta. Alguien se está llevando mi queso, y no son los sufridos agricultores y ganaderos, que sobreviven milagrosamente, son los intermediarios y los actores finales de las cadenas de producción. Adam Smith nos diría que el propio mercado se encargará de regular esos abusos y que la libre competencia operará para corregirlos, pero Marx nos contaría que la libre competencia y el libre mercado son una quimera en el imperio de los oligopolios.

¿Quién le pondrá el cascabel al gato, los derechistas que ahora recitan a Marx, los izquierdistas metidos a seguidores de Smith o los ciudadanos que empezamos a estas hasta los mismísimos de unos y otros? Veremos.

martes, 12 de julio de 2022

EL DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

 


El presidente Sánchez ha identificado muy bien la cuestión: “El principal problema que tenemos es la inflación”. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de eso, cualquiera que vaya al supermercado o a la gasolinera lo sabe y cualquiera sabe que España tiene una inflación interanual del 10,2%. No somos los únicos en Europa que tenemos una inflación muy alta, de hecho, hay varios países de la UE que la tienen más alta que nosotros, pero España sí es el país de los más grandes y poblados de la UE que más inflación tiene. Francia, por ejemplo, tiene poco más de la mitad de inflación que nosotros.

Una vez identificado nuestro principal problema, lo lógico sería procurar atajarlo, pero no ha ido por ahí el discurso del presidente del Gobierno. Lo primero que hay que decir a la gente es cuál es la principal causa de la inflación, que no es la “guerra de Putin”. Sánchez, sin rectificar el relato que lleva manteniendo desde hace más de tres meses, sí admitió que había otras causas además de la “maldad” del presidente ruso. Pero, decir la verdad a la gente, es decir, que la principal causa de la inflación han sido las políticas monetarias de los bancos centrales occidentales, en concreto imprimir billones de dinero fiat y repartirlos gentilmente, implica, no solo señalar a los responsables de las desastrosas políticas monetarias, que también, dejaría con el culo al aire a los que han estado repartiendo gentilmente todo ese dinero sin prever las consecuencias ¿Lo vamos entendiendo? Sánchez, pues, no solo no confesó la verdad, sino que se empecinó en el error y en seguir engañando, o, si usted quiere, engatusando a la gente con ese dinero fiat y con otros recursos que están por ver ¿Alguien, en su sano juicio, piensa que poniendo el tren gratis, dando 100 euros más a los estudiantes y subiendo los impuestos a la Banca, las Eléctricas y las Petroleras se va a luchar contra la inflación? No había acabado Sánchez su discurso y las acciones de esas empresas se habían desplomado en el IBEX35, es decir, me temo que la subida de esos impuestos ya ha sido descontada por el mercado y, lo peor, que la repercutirán en los clientes.

Se escucharon muchas tonterías en el hemiciclo, muy pocas cosas cabales, y ocurrencias que daban miedo (esta vez Abascal en vez de exigir un gobierno de “salvación nacional”, al margen de las urnas y de la mayoría parlamentaria, como hizo en la moción de censura de Vox, lo llamó “de emergencia nacional”, otro nombre para el mismo golpe de Estado) y algunos olvidos clamorosos. Una de las pocas cosas cabales la dijo Pablo Echenique. El portavoz de Podemos identificó muy bien quién era el único país que se estaba beneficiando de la guerra en Ucrania y quienes eran los más perjudicados: “los ucranianos y los ciudadanos de la UE”. Echenique afirmó que "la paz es la solución". La paz en Ucrania no sería la solución para la inflación, ya hemos aclarado su verdadera causa, pero la paz y el final de las sanciones a Rusia ayudarían mucho a que bajara el IPC con un más que previsible descenso rápido de los precios del petróleo, del gas, y de los alimentos. No parecen ir, desgraciadamente, por ahí los tiros. En fin, yo no voy a tener también ese olvido clamoroso, el del Sáhara Occidental y los pobres saharauis. Todavía quedamos algunos españoles con hidalguía.

A mí, qué quiere usted que le diga, no me parece nada progresista tener que pedir un crédito extraordinario, que habrá que pagar con intereses, para ir en tren gratis. La izquierda es muy dada a las medidas populistas falsamente progresistas, que luego pasan factura, bien sean en el ámbito económico o en otros ámbitos, como el de la inmigración. Es el buenismo estúpido que siempre acaba en malismo estúpido. Sin embargo, la derecha también es muy buena diciendo bobadas. Uno de los dislates que se escucha mucho estos días, y que también se escuchó en el hemiciclo, es decir que la subida de los precios ha provocado que el Estado haya recaudado más de 6.000 millones de euros adicionales que no estaban contemplados en los PGE, eso es cierto, como también es cierto que igualmente ha operado la inflación en las partidas de gastos, que son más elevadas que las de ingresos. Lo que hay que hacer es eliminar gastos no prioritarios para los tiempos que corren y disminuir el IVA de los productos de primera necesidad y algunos gastos fijos de las empresas con esos recursos, eso sí lo puede hacer el Gobierno de Sánchez, pues la política monetaria no depende de él, pero, no lo hará. Es un caso de conciencia.

lunes, 11 de julio de 2022

LA ISLAMIZACIÓN DE EUROPA

 


El nombre más popular entre los recién nacidos en Reino Unido ya es Mohamad ¿da vértigo? debería, porque eso quiere decir que dentro de unos años en Gran Bretaña los musulmanes serán mayoría, como en otros países de Europa, con todo lo que eso significa. En España, ya hay un millón de marroquíes y su tasa de nacimiento más que triplica a la de los españoles. Nostradamus ya profetizó que Europa sería invadida por el Islam, lo que no estaba claro en su profecía era cómo. En fin, yo no creo en los profetas, ni en los cristianos, ni en los musulmanes, ni en Nostradamus, a mí me gusta más el método científico, el que necesita pruebas, y hemos empezado este escrito con una prueba irrefutable. La invasión de Europa por el Islam no ha sido esta vez en barcos de guerra atravesando el Estrecho de Gibraltar, como sucedió en el año 711 en la Península Ibérica, ha sido mediante la inmigración. Tomarse a pitorreo la inmigración masiva mediante el buenismo estúpido o por intereses económicos no ha sido una buena idea. Lo que le puede pasar a Europa en el futuro es lo que ya les pasó a los serbios en Kosovo. Los albaneses, con una tasa de nacimientos muy superior a los serbios, cuando fueron mayoría declararon la independencia y con la ayuda de la OTAN convirtieron a los serbios en parias en su propio país, en la cuna de Serbia, donde habían derrotado a los turcos. Algo así como si eso les pasara en España a los asturianos. No se tomó buena nota entonces.

El asunto de la islamización de Europa es preocupante por varias razones, fundamentalmente porque esas otras culturas y esas otras religiones si llegan a ser hegemónicas cambiarán para siempre el sentido de los valores y de la ética de los pueblos y de los países de Europa, que están basados en la ética cristiana, mucho más buenista que la musulmana. Esa es nuestra superioridad moral, pero también es nuestro talón de Aquiles. Pongamos un ejemplo: En el artículo 14 de nuestra Constitución se dice que “Los españoles son iguales ante la Ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna en razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, o cualquiera otra circunstancia personal o social”, artículos similares, a veces literalmente idénticos, los hay en casi todas las constituciones de los distintos Estados europeos. Vale, el artículo 14 tiene mucha guasa porque todos sabemos que son los poderes públicos, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los primeros que se lo pasan por la entrepierna (Leyes de Género, por ejemplo, con penas distintas por razón del sexo para el mismo delito) pero puede ser esgrimido con intenciones aviesas ¿Por qué si una religión promueve cosas que van en contra de los derechos fundamentales que consagra la propia Constitución, como es el derecho a la vida, no puede ser discriminada? En Rusia los Testigos de Jehová han sido prohibidos, entre otras cosas porque exigen a sus fieles que no se hagan trasfusiones de sangre, ni siquiera a sus hijos en peligro de muerte. En España los jueces han tenido a veces que intervenir para obligar que se hicieran trasfusiones de sangre a hijos de testigos de Jehová, pero esa secta del cristianismo sigue gozando de la no discriminación que le brinda el artículo 14 de nuestra Constitución.

El islamismo choca frontalmente contra los valores de Europa, pero, incomprensiblemente, en Europa se defiende y se protege. Si un ciudadano europeo no musulmán se casa con cuatro mujeres, las obliga a caminar detrás suyo y a llevar la cabeza (cuando no todo el cuerpo) cubierta es un machista asqueroso, pero si es musulmán entonces es intercambio de civilizaciones. Y son precisamente las feministas, empezando por la ministra del ramo, tan quisquillosas para otras cosas, las que defienden eso. El asunto es grave y tiene muchos matices: No todos los musulmanes son iguales ni todos sus valores y su ética. Poco tienen que ver los valores y la ética de los musulmanes de los países del antiguo socialismo panárabe (como Argelia o Siria) y de palestinos o saharauis, donde, por ejemplo, las mujeres tienen un tratamiento y una participación y reconocimiento sociales muy distintos, al de los países sunitas más radicales, que son, casualmente, grandes amigos para Europa ¡Cuidado!

jueves, 7 de julio de 2022

¿QUIÉN PAGARÁ LA FECHORÍA?

 


El día 12 de marzo, en este mismo blog, publicábamos un artículo bajo el título de “Pacto de rentas”. Por aquellos días la gente estaba a otras cosas, hacía pocos días de la intervención militar rusa en Ucrania y también había asuntos domésticos que, sin ser baladíes, eran buenos para distraer la atención del respetable; así que, seguramente, aquel escrito pasó sin pena ni gloria, aún menos pena y menos gloria que otros del mismo autor. La verdad es que es uno más feliz si no se entera de nada.

Cuando los bancos centrales empezaron a imprimir dinero fiat por billones y a repartirlo gentilmente a ciudadanos, empresas y Estados, también fuimos muy pocos los que dijimos que aquello traería desagradables consecuencias. Yo no recuerdo artículos criticando aquello ni sesudos tertulianos alertando de lo que pasaría, solo algunos, pocos, economistas, más en EE UU que en Europa, dijeron entonces algo al respecto. También dijimos cuatro gatos cuando empezarían los sacrificios y que tendríamos una peligrosa inflación, que derivaría en hiperinflación y que acabaría en estanflación. Pero, hizo falta que la gasolina se pusiera a precio de oro y que los alimentos subieran a la estratosfera para que la gente se diera cuenta, viera con sus propios ojos y sintiera en sus propios bolsillos, lo que les habíamos dicho. No voy a culpar a los seguidores de Santo Tomás y no de San Agustín ¿Por qué iban a tener fe en los gatos? Hacían falta pruebas. Pues bien, aquí las tienen, metan el dedo en las llagas y mojen.

Ahora todo el mundo habla del “pacto de rentas”, pero ¿qué es un pacto de rentas? Resumiendo: se trata de un acuerdo entre los agentes sociales (sindicatos y empresarios) y el Gobierno para limitar, o congelar, las subidas salariales y las pensiones a cambio de que las empresas limiten o disminuyan sus beneficios. La disminución relativa a la inflación de salarios y pensiones vendría reflejada en las nóminas, pero nadie controlaría, y fiscalizaría, el descenso de los beneficios de las empresas ¿Lo han entendido? En efecto, serían otra vez principalmente los trabajadores y pensionistas los que pagarían el pato, los que pagarían la fechoría, como en la crisis financiero-inmobiliaria de 2008.

Puede que en esta crisis los que la han liado parda se vayan otra vez de rositas, como se fueron tras la crisis de 2008, o puede que no, yo eso no lo sé. Pero, podría suceder que esta vez los gobiernos empezaran a caer como fichas de dominó. Seguramente por eso los sindicatos, que llevaban mucho tiempo desaparecidos, no precisamente en combate, han reaparecido enseñando los dientes con eslóganes muy llamativos. Recuperar a los trabajadores para futuras confrontaciones si cae el gobierno afín es imprescindible. Los responsables de que hayamos llegado a esta situación están en los gobiernos, están en los bancos centrales, están en los organismos supranacionales, están en los poderes financieros internacionales, están en las direcciones de los bancos, están en los medios de comunicación y, lo peor, también lo son los ciudadanos, por consentirlo sin decir nada.

La guerra de Ucrania, para hablar con propiedad, las sanciones a Rusia, han agravado el problema que ya teníamos. Los precios de las materias primas se han disparado y, a pesar de los problemas macroeconómicos en EE UU, es tal el desastre en Europa, que tiene que importar gas y petróleo, que el euro ya está en paridad con el dólar. Como EE UU se ha convertido en el primer abastecedor de gas de Europa, quiere eso decir que hay que pagar su gas no solo más caro, por su forma de producirlo, por el transporte en buques y por la regasificación, también con el dinero devaluado. Es la tormenta perfecta. En este contexto, que puede ser explosivo socialmente, solo falta el detonante. Los que nos han traído hasta aquí no saben qué hacer, lo único que saben es que hay que echar la culpa a alguien no vaya a ser que la gente les pida explicaciones. Ya sabe usted a quién echan la culpa ¿Pagarán otra vez los trabajadores y los pensionistas la fechoría? Yo eso lo doy por descontado. Pero, la venganza no siempre es un plato que se toma frío.

miércoles, 6 de julio de 2022

CRÓNICA DE UNA DEBACLE ANUNCIADA

 


Seguramente si alguien interesado vaticina que el PSOE se puede llevar un batacazo en las próximas elecciones generales no tendrá credibilidad entre la mayoría de los votantes socialistas, incluso si apuntan esa dirección muchas, por no decir todas, las encuestas. Pero, si son los propios barones regionales y los alcaldes del PSOE los que piden a su dirección que adelante las elecciones generales y que no las hagan coincidir con las autonómicas y municipales, porque tienen miedo de ser arrastrados a la debacle, entonces la cosa cambia ¿verdad que sí?

Una cosa es la videncia, que es una patraña, y otra muy distinta la futurología, que esa sí tiene una base científica. A veces hacer predicciones sobre comicios es relativamente sencillo: Si llevas unos cuantos batacazos electorales y no solo no has rectificado en tus errores, sino que, además, has añadido otros, lo más probable es que te lleves otro batacazo y que sea aún mayor que los anteriores. Es decir, no estamos hablando de corazonadas, sino de probabilidades basadas en pruebas y en datos ¿Es suficiente prueba, suficiente dato, lo que acabamos de ver en Andalucía?

Según las encuestas, El PSOE tiene un doble problema, por un lado, se le van votantes hacia el PP de Núñez Feijóo, que da una imagen menos asilvestrada y más profesional que Casado y aporta la experiencia de varias legislaturas con mayoría absoluta en Galicia, y, por otro, se le van votantes hacia la abstención. El Problema de los votantes de izquierda que ya han decidido quedarse en casa, aunque saben perfectamente las consecuencias que eso va a tener, no es solo del PSOE, es común a toda la izquierda y en ese sentido hay que entender las últimas declaraciones de Yolanda Díaz, muy crítica con el crédito extraordinario de 1.000 millones que Sánchez ha solicitado para reponer las armas que se han enviado a Ucrania. Pero, no puedes estar a favor de enviar armas a Ucrania, muchas que han acabado en manos de los nazis de Azov o en Oriente Medio y en el mercado negro, y luego estar en contra de reponer esos materiales a nuestras FF AA, no es serio. Tener unos votantes muy ideologizados y disciplinados es un valor si haces las cosas bien, pero es un gran inconveniente si haces las cosas mal, no los puedes engañar ni tomarles el pelo.

Este gobierno ha hecho algunas cosas bien, yo destacaría las subidas del SMI, la Reforma Laboral y los ERTEs que se implementaron en plena pandemia y que salvaron a muchos trabajadores y a muchas empresas de la ruina. Ha hecho cosas bien en tiempos muy difíciles. Pero ha hecho cosas, algunas que ya venían de antes, que no gustan a la gente, como insistir en leyes de género que penalizan a los hombres por serlo, repartir decenas de miles de millones de euros para chiringuitos feministas, cuando muchas familias están pasando dificultades hasta para comer, preocuparse más por minorías que por las mayorías, seguir con la manga ancha con la inmigración irregular, las okupaciones y la delincuencia en general, etc. Muchos de estos errores son aprovechados mediáticamente por la ultraderecha y hacen al Gobierno un daño enorme, pero, no son culpa, evidentemente, de la ultraderecha. Como El PSOE no tenía suficiente con estas equivocaciones, va Sánchez y regala el Sáhara Occidental a Marruecos, la lía parda con Argelia, que era nuestro principal suministrador de gas (ahora ya lo es EEUU, mucho más caro, eso sí) y se muestra más antiPutin y más otanista que nadie, seguramente en una estrategia de promoción personal de cara a su futuro que, muy probablemente, ya no será en la política española.

Cuando a la gente no politizada no le llega el dinero para pagar el recibo de la luz ni para llenar el depósito del coche busca culpables y si los que gobiernan en vez de decirte la verdad de la causa de lo que está pasando le echan la culpa a Putin y despilfarran tus impuestos en cosas no prioritarias, los ciudadanos se cabrean y se vengan, en las urnas o quedándose en casa, y la politizada añade, además, para su venganza, las otras cosas que hemos apuntado.

domingo, 3 de julio de 2022

LA DEMOCRACIA ASIMÉTRICA

 


Hay asuntos de los que no gusta hablar y lo que se ha dado en llamar “democracia asimétrica” o “de geometría variable” es uno de ellos, no vaya a ser que la gente se dé cuenta de que la tan cacareada democracia no es tal. La división entre partidos de izquierda y de derecha tiene mucho de pantomima y de artificial cuando nos referimos a los partidos que detentan siempre el poder en Occidente ¿Qué diferencias hay entre los partidos cristianodemócratas y conservadores con los partidos socialdemócratas y socialistas? Muy pocas en los asuntos fundamentales, como políticas territoriales, inmigración, economía, política exterior, etc. Naturalmente, alguna diferencia tiene que existir, sino la confusión entre los votantes sería total, para eso la socialdemocracia recurre a la defensa de las minorías, como los colectivos LGTBI, y la derecha a la defensa de los valores cristianos. Estos días hay gente a la que le llama la atención que Feijóo haya dicho que, ante la más que previsible falta de apoyo de UP al PSOE en pedir un crédito extraordinario para comprar armas y el aumento de dos destructores americanos más en la Base de Rota, el PP apoyará a Sánchez, sin embargo, el PP siempre ha apoyado al PSOE, y viceversa, en asuntos que venden como “de Estado”, en asuntos, en verdad, de intereses comunes suyos. En el parlamento de Estrasburgo pasa lo mismo, el Grupo Popular Europeo vota junto a los socialistas el 75% de las cuestiones y con ellos se reparten los cargos, incluida la Comisión Europea. La democracia asimétrica, pues, es la democracia que te permite pactar con los partidos o los grupos que en teoría son más afines a ti, pero que cuando lo necesitas te permite pactar también con los partidos que dices, falsamente, por supuesto, que no son afines a ti. Esa “geometría variable” opera no solo a nivel de las direcciones de los partidos de “centro-derecha” y de “centro-izquierda”, también de sus votantes. Recientemente, por ejemplo, hemos visto un gran trasvase de votos socialistas hacia el PP en Andalucía, y también lo hemos visto en contrario en otras elecciones en el pasado en España. Sería impensable que alguien de UP cambiara su voto y se lo diera al PP y sería impensable que alguien de Vox votara al PSOE, porque ahí si hay diferencias ideológicas y de intereses clarísimas/mos.

En la última etapa de la legislatura los grandes partidos se quitarán la careta y los socios importarán una mierda. El PP no va a dar a Vox ni agua y el PSOE pasará olímpicamente de sus socios de Gobierno y de sus apoyos parlamentarios. Vamos a ver como PSOE y PP votan juntos en asuntos vitales para los españoles que afectarán muy gravemente a su seguridad y a su economía, muy bien empaquetados con papel de regalo azul y rojo y con el celofán de los poderes exógenos. Regalos para cándidos. La unidad de las dos grandes fuerzas políticas en los relatos-patraña para que los españoles tomen aceite de ricino con resignación será fundamental y diáfana, la veremos todos. “Todos nuestros problemas son culpa de Putin, el gas y el petróleo ruso no los corta la Unión Europea, los corta Putin para chantajearnos, hay que gastar más en armamento porque los rusos nos amenazan a todos y los tipos de interés tienen que subir para controlar la inflación de dos dígitos que tenemos por culpa de la guerra”. Los nuevos miles de desahucios que se avecinan, pues la mayor parte de las hipotecas lo son a interés variable, no serán por culpa de los que han implementado políticas económicas imprudentes, serán culpa ¿lo duda usted? de Putin. Estos son solo unos ejemplos, pero la colaboración política y de intereses, que no tienen por qué coincidir con los intereses de los ciudadanos, de las fuerzas que hemos mencionado se extiende a todos los ámbitos, desde el judicial hasta el mediático, degradando gravemente la democracia.

La democracia asimétrica, en fin, se parece mucho a una dictadura compartida, y bendecida.