viernes, 13 de enero de 2017

DONALD TRUMP TOMA POSESIÓN

El viernes 20 de enero va a ser sin duda un día histórico, no solo para los EE UU, el presidente electo, Donald Trump, tomará posesión de su cargo. Mucha gente pensaba que una vez ganadas las elecciones el candidato republicano moderaría su discurso y sus formas y que, de una u otra forma, se integraría en el establishment, que es donde está el verdadero poder en USA y en otras muchas partes, pero, las últimas declaraciones de Trump y sus ruedas de prensa ya están poniendo de los nervios a los que no han sido capaces de prever, en toda su profundidad, lo que se les venía encima. Las agencias de inteligencia, el Pentágono, las grandes corporaciones, congresistas y senadores, etc, todos están en un sin vivir temiendo que Trump entre en la Casa Blanca como un elefante en una cacharrería. No es para menos, porque si a las cosas que dijo el nuevo presidente durante la campaña electoral añadimos las personas que ha seleccionado para su Gobierno que cunda el pánico es lo mas normal del mundo. Yo no recuerdo ningún presidente de los EE UU que haya tenido en contra a tanta gente; John F. Kennedy se tuvo que enfrentar también a los servicios de inteligencia de su propio país, pero, al contrario de Trump, tenía a la mayoría de la población de su lado. Ya sabemos cómo acabó aquel presidente norteamericano, porque en los EE UU, paladín de la democracia y la libertad, te puede pasar cualquier cosa si te enfrentas a quien no debes. Al hermano de JFK, Robert F. Kennedy, también lo enviaron al otro barrio por eso.
Va a ser muy interesante seguir la secuencia de acontecimientos a partir del día 20, aunque conteniendo la respiración, eso sí. La gente que defiende el statu quo político del país desde el Partido Republicano y que tiene fuertes lazos con algunos grupos de poder muy importantes, como el entramado militar-industrial, se ha unido a los críticos de Trump y van a hacer la oposición al nuevo presidente desde su propio partido. Los lidera el senador John McCain, que, haciendo honor a su apellido, ya está haciendo todo lo posible por cargarse al nuevo presidente. Es decir, los que pensaban que Donald Trump iba a tener mayoría en el Congreso y el Senado pueden ir olvidándose de eso, porque, además de al Partido Demócrata, el nuevo presidente va a tener en contra a una buena parte del Partido Republicano.
Lo que puede suceder en los EE UU no solo afectará a aquel país y a algunos de sus vecinos, como México, tendría repercusiones inmediatas en Europa, donde se van a celebrar dentro de poco elecciones generales o presidenciales en países como Holanda, Francia y Alemania. No ha sido una casualidad ver a la candidata a la presidencia francesa por el Frente Nacional, Marine Le Pen, en la torre donde reside todavía el presidente electo. Si las medidas mas inmediatas de Trump sobre inmigración irregular, sobre empleo y sobre inversión económica tienen éxito y si lograra que los EE UU recuperen el protagonismo internacional de la mano de Rusia, no enfrentándose a ella, la hecatombe electoral en Europa estaría asegurada. Pero, lo mas probable es que asistamos a un espectáculo que ni los guionistas de Los Simpson se pudieron imaginar, con repercusiones de una gravedad nunca antes vista y que pueden situar a los EE UU, y al mundo entero, al borde del abismo. No es racional pedir peras al olmo ni esperar soluciones sensatas de los insensatos, me refiero a Trump y también a los que no van a saber ejercer, como ya se está viendo con los informes falsos y otras maniobras rastreras, de oposición democrática.



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