jueves, 28 de abril de 2016

LA PROPAGANDA EN LA CAMPAÑA ELECTORAL

Ya estamos inmersos en una nueva campaña electoral, que los grandes partidos, bajo la coartada de la austeridad, quieren minimizar, para que no se hable mucho de porqué ha tenido que dimitir el ministro de Industria y qué es lo que han firmado con Ciudadanos, por ejemplo. Eso sí, el bipartidismo, que se resiste a desaparecer, ha puesto a funcionar sus aparatos mediáticos y a sus propagandistas, que ahora denominan “expertos en comunicación”, a destajo. Como en la pasada campaña electoral, no tratan los graves problemas que aquejan a la mayoría de españoles, sino lo poco que tienen en el frigorífico los venezolanos. A mi puerta tocan el timbre tímidamente algunos pobres, ya no piden una “ayuda” como hace años, sino un bocadillo o un litro de leche, algunos/as vienen con niños de la mano que miran con ojos tristes, y yo resido en España, no en Venezuela. Necesitarán mejores argumentos para engatusar a la gente.
Mientras que en el PP y del PSOE otra vez vuelven a aparecer las navajas traperas, bien a plena luz y haciendo sonar el trinquete al abrirlas o entre bambalinas, unos/as para posicionarse de cara al futuro congreso del PSOE  y otros/as o esperando la definitiva muerte política de Rajoy, otro problema ha surgido a los que hasta hace cuatro días eran hegemónicos, la mas que posible alianza electoral de Podemos e IU. El casi un millón de votos de la Coalición rojiverde, merced a la injusta Ley Electoral, se transformaron en solo dos diputados, pero, si la izquierda acude unida a las elecciones, esas trampas ya no funcionarán. No solo eso, que esa posible coalición electoral lleve entre sus cabezas de listas a Alberto Garzón, el político mejor valorado en las encuestas del CIS, también es un inconveniente. Llamar “piojoso” o “perroflauta” a Garzón no va a tener mucho gancho y mucho menos querer echarle sobre las espaldas 100 millones de muertos, como hacen algunos descerebrados que parecen no saber que el PCE hace muchos años que condenó los crímenes stalinistas, como condenó la invasión soviética de Checoslovaquia y Afganistán, o que fueron precisamente los comunistas vietnamitas, no los que todavía aplauden hasta con las orejas la “democracia orgánica” franquista, los que acabaron con el criminal régimen de Pol-Pot en Camboya. Mal lo tienen los que quieren echar mierda sobre el bueno y educado Garzón, como mal lo tendrían los que quisieran hacer lo mismo, culpándole de los crímenes de la Inquisición, con el Papa Francisco, que tiene la misma cara de santo (y ya sabe usted que la cara es el espejo del alma) que tenía Juan XXIII.
Hablen otros de Venezuela y de los “peligrosos” comunistas mientras los ciudadanos hablamos de los cinco millones de parados, de los salarios de miseria, y de la corrupción insoportable. Hablen otros de sus bobadas mientras nosotros hablamos de que ya está bien que los trabajadores paguen los impuestos a los ricos y de que nos tomen el pelo.

Los que nunca han gastado millonadas en la campaña electoral, porque la banca no se la financiaba y luego les perdonaba las deudas, no tienen problemas con una campaña austera, siempre han estado condenados a la austeridad. Otra vez pondrán a trabajar a sus  militantes y sus simpatizantes y otra vez llenarán los estadios y las plazas con su mensaje.

martes, 26 de abril de 2016

UNA CAMPAÑA AUSTERA

S M el Rey ha pedido a las distintas formaciones políticas una campaña electoral austera. Está bien, pero a mí me llama mucho la atención que ese llamamiento no se haya hecho antes, porque campañas electorales ya ha habido unas cuantas. Yo creo que no se ha hablado mucho de las campañas electorales en España, seguramente porque hay muchos a los que no les conviene, pero, ya va siendo hora:
La democracia no es tal si todos los partidos no juegan con las mismas cartas. No me refiero al injusto y desproporcional reparto de escaños, que también, sino a la financiación y a los medios con los que cuentan quienes se presentan ante el electorado. Cae de cajón que quienes disponen de un impresionarte aparato mediático, con cadenas de TV y radio y con periódicos afines, tienen mucho mas fácil encandilar al ingenuo elector. Y no digamos los que obtienen millonarios préstamos de los grandes bancos, que luego les perdonan. Pero, por si eso fuera poco, algunos partidos políticos, en concreto el PP y el PSOE, han recurrido al dinero negro de las mordidas o al que llegó de sus compañeros alemanes del SPD y del propio Gobierno de la UCD, respectivamente.
Felipe VI pide una campaña austera pensando en que a los españoles no les hace mucha gracia que se gaste su dinero alegremente, pero, en democracia no hay dinero mejor gastado que el de las campañas electorales, siempre que sea limpio y no se despilfarre, como enviando sobres con las papeletas a los domicilios particulares cuando los hay en los colegios electorales o poniendo las caras con sonrisa Profidén de los candidatos en caras vallas publicitarias y en todas las farolas del alumbrado de las ciudades. Pero, junto con esa austeridad a la que algunos, como el Rey, llaman sinceramente, otros también piden que la campaña sea corta, que haya pocos mítines y pocos debates. Si tuviéramos la desgracia de tener que ir a unas terceras elecciones se pediría que no hubiera ni campaña. ¿Será que los despilfarradores se han vuelto austeros, comedidos y quieren velar ahora por nuestro dinero o será que los que tienen mucho que esconder no quieren que sus vergüenzas se ventilen demasiado? Porque, mientras ya han puesto sus aparatos mediáticos a funcionar a toda máquina y a sus “expertos en comunicación” a intoxicar, que se hable a todas horas y muchos días de sus múltiples casos de corrupción y de lo que han firmado con la derecha para hacer imposible un Gobierno de izquierda no les interesa en absoluto.

No confundamos una campaña electoral austera con una campaña electoral secuestrada.

domingo, 24 de abril de 2016

SU PROPIO ENEMIGO

“Hola, amiga cabra, ¿porqué no dejas esos riscos estériles y peligrosos y bajas a los prados donde estoy?, aquí hay frescas y deliciosas hierbas para que te des un gran festín". Así, como el león aconsejaba a la cabra, dan algunos también recomendaciones a Podemos e IU sobre una posible alianza electoral de ambas formaciones políticas: “sería perjudicial para ellos”, “1+1 no siempre son 2”, “son organizaciones muy distintas”, “no va a poder ser”, “es imposible”. Que sean precisamente los mismos que llaman a unos “piojosos” y “perroflautas” y a los otros “comunistas totalitarios” los que, de repente, han sentido un súbito prurito por manifestar lo que conviene a Podemos e IU es tan patético como divertido.
Seguramente ningún dirigente, militante, simpatizante o votante de Podemos e IU será tan ingenuo como para hacer caso al león que, mientras dice velar por su bienestar, los está esperando prestas sus fauces. Por eso lo que mas trabaja contra la unidad de las fuerzas progresistas no son sus enemigos, sino ellos mismos. Yo creo que algunos dirigentes de Podemos e IU deberían subir a los riscos y ver desde allí el mundo, porque a veces es imperativo cambiar de perspectiva. ¿No nació IU para construir un movimiento político de progreso, pero plural? ¿no ha crecido Podemos al calor de la indignación popular y no de un credo ideológico? ¿no ha sido SYRIZA, la coalición de la izquierda radical griega, un ejemplo? ¿No han sido, en fin, las candidaturas de unidad popular las que han cosechado el verdadero éxito en las elecciones municipales?  
Julio Anguita, el excoordinador general de IU, dio un mitin magistral el 16 de junio de 2.012 en Sabadell, en él analizaba la situación política y social en España y, a pesar de que han transcurrido casi cuatro años desde entonces, lo que dijo allí está mas de actualidad que nunca: “en España está instalado un estado de excepción, en lo económico, en lo social, en lo político y en lo moral. No vivimos en la normalidad de una sociedad sana. La corrupción en nuestro país es una práctica habitual, constituye una parte de su naturaleza esencial y esa corrupción se extiende a los tres poderes del Estado, al Legislativo, al Ejecutivo y al Judicial y llega a las mal altas magistraturas del Estado”. En aquel mitin Anguita proponía un movimiento cívico, al que llamó “Somos mayoría”, que pudiera servir de instrumento para la reacción de las fuerzas populares contra la situación de podredumbre del país y, a pesar de su delicada salud, se ofreció a liderarlo. La dirección de IU no se tomó en serio aquel proyecto y dieron la espalda al mejor líder de la izquierda española. Pero, aquella idea no cayó en saco roto y poco después un puñado de jóvenes profesores universitarios la pusieron en práctica, fundando un movimiento político, Podemos, que bebió de las enseñanzas del viejo maestro de escuela retirado. Pero, sin duda, el mejor discurso de Julio Anguita lo pronunció en presencia del Premio Nobel, José Saramago, en 1.999 bajo el título de “Despierta” (ver en Google, imprescindible). Para algunos, aunque parezca una exageración, está considerado el mejor discurso político de la Historia. En él Anguita, poniendo como ejemplo a Galileo y su famosa frase “y sin embargo se mueve”, daba a escoger a la audiencia entre la resignación o plantar cara. En ese brete, y no en los cálculos electorales, está la izquierda española y ese reto tienen ante sí Podemos e IU.
Que algunos dirigentes de IU hablen de la importancia de las siglas y que algunos conspicuos de Podemos teman contaminar la frescura de su movimiento político con los viejos comunistas es la prueba del nueve de que no han entendido nada y de que son su propio enemigo. Lo importante (otra vez Anguita) es el programa, lo que esa mayoría de españoles necesita.



viernes, 22 de abril de 2016

LLAMAZARES SE VUELVE A EQUIVOCAR

Ante el reto de unas nuevas elecciones y ante la necesidad de un cambio real en España, que ponga en su sitio a tanto sinvergüenza y a tanto corrupto, dos organizaciones de izquierda, Podemos e IU, están dando pasos serios hacia una alianza electoral y una candidatura conjunta. La necesidad de la unidad es obvia, porque con el sistema electoral español los partidos pequeños  están condenados a la marginalidad y al gallinero parlamentario y los medianos, si son de verdadera izquierda, nunca tocarán poder en el Congreso de los Diputados, en el Senado y en el Gobierno. Es decir, si la unidad beneficia a Podemos, que podría llegar a ser el movimiento político hegemónico de la izquierda, no digamos a IU, que se ha quedado con solo dos diputados en las pasadas elecciones generales pese a tener 923.105 votos. Si los números son un argumento insoslayable, baste decir que mientras al PP un diputado le cuesta poco mas de 50.000 votos a IU le cuesta casi 500.000. Pero, sería un gran error pensar en la unidad solo desde el punto de vista de la mecánica electoral y del número de diputados que se podrían obtener. La unidad popular es fundamentar en la táctica y la estrategia de la izquierda y sin ella jamás los marxistas y los trabajadores han llegado al poder. La necesidad de la unidad de las fuerzas verdaderamente progresistas y que están verdaderamente por el cambio no solo es de manual, está en el ADN de la izquierda. No hace falta apuntar aquí citas de Marx y Lenin al respecto o recordar incluso lo que dice la letra de La Internacional, baste repasar nuestra historia y la historia de los movimientos sociales de vanguardia en el mundo, algunos muy recientes.
Podemos, al contrario de lo que decían las encuestas, obtuvo muy buenos resultados electorales en las pasadas elecciones, obteniendo, desde cero, 69 escaños en el Parlamento. Pero siempre se comete el mismo error cuando las cosas van razonablemente bien, no plantearse que podrían haber ido aún mejor. Donde Podemos obtuvo sus mejores resultados electorales fue precisamente en las grandes ciudades, donde se construyeron candidaturas de unidad popular. La experiencia de las elecciones municipales fue muy valiosa y otra vez se demostró que ese es el camino. La dirección de Podemos, sin embargo, se equivocó al no establecer una estrategia de unidad global, a nivel de todo el Estado y al menospreciar a IU, que, a pesar del vendaval, ha resistido, que es una organización política muy asentada en España y que, sin tener la fuerza que tuvo el PCE, tiene muchos cuadros políticos y aún mantiene parte de aquel eficaz “aparato”. Pablo Iglesias intentó fichar de forma individual y al margen de su organización a dirigentes de IU, con algunos incluso lo logró, pero no se pudo llevar a Alberto Garzón ni fagotizar la Coalición. Aquella maniobra de la dirección de Podemos sentó mal a la militancia de IU, porque se parecía, como un huevo a otro, a lo que había hecho el PSOE en el pasado con lo que se dio en llamar “el pesebre”. Han pasado muchas cosas desde entonces e Iglesias y los suyos han rectificado, ahora se trabaja por la unidad desde el respeto y la leal colaboración de ambas organizaciones, pero en ese cambio de aptitud también ha influido la coyuntura política y un clamor que ha ido creciendo desde las bases al calor de las opiniones y los deseos de antiguos dirigentes de prestigio, como Julio Anguita, y de intelectuales comprometidos.
La dirección de IU también está por la unidad, no solo porque la propia IU nació con esa misma filosofía, sobre todo porque es una necesidad objetiva. Pero hay algunos dirigentes, muy pocos, eso sí, que están haciendo todo lo posible por poner palos en la rueda, Gaspar Llamazares entre ellos. Llama la atención que fue precisamente Llamazares el que, en contra de lo que había hecho Anguita, mantuvo una política de colaboración con el PSOE mientras este aplicaba políticas tan derechistas como las del PP en España y cometía todo tipo de fechorías en Asturias, como las de El Musel, la Incineradora (que aprobaron PSOE y PP sin que IU rompiera el pacto de Gobierno con los socialistas) Sogepsa, escándalos en la Consejería de Educación, etc.
Llamazares se equivocó entonces, cuando logró también el hito de que IU se quedara con solo dos diputados, en una situación aún peor que la actual, y ahora, con un sectarismo amparado en la bandera de una pretendida pureza ideológica y en una falsa defensa de los intereses de la Coalición, también trabaja en contra de lo que es imperativo hacer. 


miércoles, 20 de abril de 2016

LA NECESIDAD DE UN CAMBIO RADICAL EN ESPAÑA

Si un milagro no lo impide, todo parece indicar que unas nuevas elecciones generales en España van a ser inevitables, ante la imposibilidad de que las distintas formaciones políticas sean capaces de sumar una mayoría parlamentaria suficiente para poder gobernar. Para algunos analistas que tengamos que ir a unos nuevos comicios es como una catástrofe, pero hay países, como Bélgica, que estuvieron año y medio sin Gobierno y los belgas estaban encantados en esa situación. Es cierto que sin Gobierno no se pueden hacer muchas cosas buenas, pero tampoco malas. No nos castigarán mientras estemos en campaña permanente.
Las elecciones generales del 20 de diciembre pasado supusieron un auténtico terremoto político en nuestro país. El PP, tras una legislatura donde hizo todo lo contrario de lo que prometió en su programa electoral y aprobó una Reforma Laboral que abarató salarios y facilitó los despidos, perdió 3.650.814 votos y 63 escaños (que luego fueron 64 por el escándalo De la Serna) y el PSOE, que ya había cosechado una debacle en las elecciones generales del 2.011, perdió 1.472.732, obteniendo el peor resultado electoral desde la Transición. En conjunto, PP y PSOE perdieron 84 diputados, un auténtico desastre político que confirmó los pronósticos de que el bipartidismo había entrado en crisis. En contra de los que todavía piensan que fue la corrupción lo que mas influyó en los resultados de las pasadas elecciones, yo estoy convencido que fue la mala situación económica de muchas familias y el paro, que sigue en el entorno de los cinco millones de personas, sin contar con los miles de jóvenes que han tenido que emigrar, lo decisivo. Los populares no fueron conscientes de que una buena parte de los millones de votos que obtuvieron en las elecciones generales de 2.011 eran prestados por ciudadanos que quisieron echar a Zapatero a gorrazos, pero que no eran incondicionales del PP. Y los socialistas tampoco se dieron cuenta que una nueva izquierda estaba emergiendo contra las políticas neoliberales que estaban haciendo sufrir a la gente y de las que ellos, como en toda Europa, eran cómplices. Los votos que perdió el PP fueron casi en su integridad a Ciudadanos, la formación que lidera Albert Rivera, que es tan de derechas, o más, que el PP, pero que presentaba una imagen mas fresca y proponía algunas reformas que a todo el mundo sonaban bien, pero, el verdadero seísmo estaba en la izquierda, porque una nueva formación política que nació al calor de las protestas callejeras contra la Reforma Laboral y los desahucios, Podemos, obtuvo, desde la nada, 5.189.133 votos y 69 escaños, algunos arrebatados a IU, pero la mayoría al PSOE. No se ha analizado suficientemente que si Pablo Iglesias, el líder de Podemos, hubiera logrado sumar a su candidatura a IU, en vez de intentar fichar a algunos de sus dirigentes, como Alberto Garzón, es muy probable que hubiera arrebatado la hegemonía de la izquierda al PSOE, pues Podemos +IU obtuvieron 6.112.438 votos ¡581.745 sufragios mas que el PSOE!

Yo no extrapolaría los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre a los que saldrían en unos mas que probables nuevos comicios. Desde entonces han pasado muchas cosas y es muy difícil saber lo que pasa por la cabeza de cada uno de los españoles. Hay dos acontecimientos, sin embargo, que podrían influir decisivamente: que los ciudadanos ya se han dado cuenta que el PSOE prefiere pactar con la derecha antes que con Podemos y que los escándalos por la corrupción han llegado a un límite insoportable que hace necesario, e imprescindible, un cambio político radical en España. Ya no se salva nadie de La Casta, ni Aznar, ni Felipe González, ni el anterior rey y una de sus hijas, ni siquiera el pseudosindicato Manos Limpias, que, como tantos sinvergüenzas que llevan años tomándonos el pelo, las tenía sucias.

lunes, 18 de abril de 2016

ARABIA SAUDÍ DINAMITA EL ACUERDO

El pasado domingo 17 de abril se celebró una importantísima reunión en Doha (Qatar) entre los países de la OPEP y otros grandes productores de petróleo que no pertenecen a esa organización, como Rusia y México. El objetivo era llegar a un acuerdo para moderar la producción y provocar la subida de los precios, pues la actual cotización está poniendo en serias dificultades la economía de varios países y la tímida recuperación económica mundial que se atisbaba hace unos meses. Tras el acuerdo de febrero pasado entre Arabia Saudí, Rusia, Qatar y Venezuela, se había conseguido que el barril de crudo pasara de unos ridículos 25 dólares, a que había llegado, a poco mas de 40, que es el precio que tiene cuando escribo estas líneas y que se viene manteniendo en los últimos días. Pero, salvo para los saudíes y otras monarquías feudales árabes, cuyos costes de explotación son muy bajos, el precio del barril de petróleo se tiene que incrementar bastante mas para permitir una recuperación económica mundial sostenible y evitar la quiebra de empresas y el sufrimiento de Estados. El petróleo que se extrae en plataformas marinas, como las del Mar del Norte, el de Siberia, o el que se obtiene por fractura hidráulica (“Fracking”) no es rentable con precios por debajo de los 70 dólares por barril y un precio razonable para todos estaría en la horquilla de entre los 80 a 85 dólares. El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó hace unos días que Rusia, que es muy dependiente de la exportación de materias primas, tendrá este ejercicio otra vez crecimiento negativo, pero también México lo está pasando muy mal y ha tenido que poner mas de 70.000 millones de dólares para que no quiebre PEMEX, la empresa mexicana estatal de petróleos, y las billonarias inversiones que los EE UU habían hecho en explotaciones de fractura hidráulica, que ya permitían al país autoabastecerse de petróleo, pueden provocar otro tsunami financiero similar al de las hipotecas Subprime o aún peor, pues la mayoría de los bancos norteamericanos todavía no se han recuperado de la explosión de la burbuja financiero-inmobiliaria y tienen muchos créditos concedidos a la industria extractiva de petróleo.
El argumento que ha esgrimido Arabia Saudí en la reunión de Doha para no bajar su producción, que está alrededor de los 13 millones de barriles diarios, es que Irán debería hacer lo mismo. Pero Irán, que no asistió a la cumbre, y que no ha podido exportar nada a Occidente en los últimos años por las sanciones, solo exportaría, como mucho, millón y medio de barriles diarios (sin contar con el hidrocarburo que transporta el oleoducto, de mas de 4.000 kilómetros de largo, que abastece de petróleo persa a China) y no está dispuesto a ceder a las injustas pretensiones saudíes.
Con pobres disculpas, Arabia Saudí no quiso llegar a un acuerdo por dos razones: por un lado, para hacer todo lo posible para que Irán no mejore su situación económica y, por otro, para hundir a la competencia, que no puede mantener la producción a los precios actuales, y, merced a su influencia como gran potencia productora, que había ido perdiendo en los últimos años, mantener su influencia política y la vista gorda mundial ante una dictadura, la de los Saud, impresentable.

Algunos ya advertimos hace tiempo de la peligrosidad estratégica y para la paz mundial de la política de apoyo y financiación de Arabia saudí a los grupos terroristas yihadistas, como hemos visto en Siria, en Iraq y en Libia, pero los saudíes se están convirtiendo también en un peligro para la recuperación de los precios de las materias primas y, por ende, de la economía global. En su locura, los saudíes se están enfrentando a actores muy poderosos y no parecen ser muy conscientes de los riesgos que están asumiendo. Sin el apoyo de las grandes potencias, los Saud durarían menos que un pastel a las puertas de un colegio.

viernes, 15 de abril de 2016

LOS 22 NIÑOS DE LA VACUNA


Solo un holocausto nuclear podría compararse a la peligrosidad de los virus, pues son estos los que han causado mayores estragos a la Humanidad a lo largo de la Historia e incluso en la Prehistoria. Mucha gente todavía cree que fue el desgaste de la guerra en las trincheras y los muertos por el fuego de las ametralladores, la artillería y el gas de cloro lo que decidió el desenlace de la Primera Guerra Mundial, pero fue un pequeño virus al que llamaron “La gripe española” (no porque apareciera en España, sino porque en nuestro país, que era neutral, se podían publicar sin censura esas cosas) el factor decisivo. Aquella gripe mató a más de 100 millones de personas en todo el mundo, pero se cebó especialmente con los desgraciados que estaban en las trincheras de Europa con el barro hasta la cintura. Sin embargo, no ha sido la gripe, ni ninguna de sus cepas, ni el Covid-19, el virus que más ha matado, ha sido la viruela. Esta enfermedad apareció entre las personas hace mas de diez mil años y durante siglos mató y desfiguró masivamente. Tampoco fue Hernán Cortés y sus aliados, los indios tlaxcaltecas, los que acabaron con el Imperio Azteca, sino la viruela que llevaron a América los españoles, que hizo estragos entre la población indígena que no tenía anticuerpos para defenderse. Millones de amerindios murieron y padecieron la viruela, que se extendió por América con su guadaña. Pero, al contrario de lo que ocurrió en las colonias británicas de Norteamérica, donde los indios fueron exterminados y hoy viven en reservas como rarezas humanas del pasado, los españoles trasmitieron su lengua, su religión y su cultura a las poblaciones indígenas y se mezclaron con ellas dando lugar al mestizaje, tan común en Iberoamérica. España no exterminó a los indios americanos y hoy hay países en aquel continente donde la población indígena es mayoría.
Por iniciativa del rey Carlos IV, cuya hija, la infanta Maria Luisa, también había sido presa de la enfermedad, partió del puerto de La Coruña, el 30 de noviembre de 1.803, la primera expedición sanitaria internacional de la Historia. Dirigía la expedición Balmis, un prestigioso cirujano, y también viajaban dos médicos asistentes, dos prácticos y tres enfermeras. Pero, el navío, María Pita, llevaba en sus bodegas otra carga mas preciada, 22 niños huérfanos, de entre 8 y 10 años, a los que acompañaba la rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña. A esos niños se les había inoculado la viruela de las vacas (de ahí viene  el nombre de vacuna) que la británica Lady Montagu había observado como se administraba en Turquía. Fueron los chinos los que en el siglo X ya habían descubierto que pinchando a la gente con una aguja impregnada en pus de la viruela de las vacas quedaban inmunizados y ese conocimiento se había extendido por toda Asia.
Brazo a brazo, sangre a sangre, aquellos pequeños trasmitieron la vacuna de la viruela por las Islas Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, México, Filipinas y las colonias portuguesas de China y la expedición se dividió para que la vacuna llegara también a Cuba y los actuales Ecuador, Chile y Bolivia, que entonces formaban parte del Virreinato del Perú. Nunca tan pocos salvaron a tantos. Edward Jenner, el científico inglés que figura como el descubridor de la vacuna manifestó entonces: “No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía mas noble y mas amplio que éste”.

En el año 1.958, Viktor Zhdánov, Viceministro de Salud de la Unión Soviética, propuso a la Asamblea Mundial de la Salud una iniciativa global contra la viruela, que fue aprobada un año después transformándose en el principal objetivo de la OMS. En el año 1.980 la XXXIII Asamblea de la OMS dio por erradicada la viruela en el mundo y hoy solo se guardan dos muestras del virus, en estado criogénico, en los EE UU y en Rusia, por si la Humanidad las necesitara (espero que ningún loco piense en ellas como arma) en el futuro.

lunes, 11 de abril de 2016

LOS PANAMÁ PAPERS

Si Julian Assange se atrevió a sacar a la luz las vergüenzas de los Gobiernos, y el hombre todavía sigue enclaustrado en la embajada de Ecuador en Londres para salvar su vida, hay otra “garganta profunda” que ha proporcionado al periodista alemán, Bastián Obermayer, una buena parte de las vergüenzas de los ricos, que ya sabemos que también lloran, pero bastante menos que los pobres. Mejor para él o ella que disfrute de su venganza, porque estoy seguro que tras los miles de papeles publicados está ese plato que se saborea mejor frío, pero que se mantenga en el anonimato.
Los papeles de Panamá han puesto en el candelero los paraísos fiscales y a los que llevan mucho tiempo utilizándolos mientras se dan golpes de pecho de patriotas. ¿A qué se dedicaba el bufete de abogados de Mossack Fonseca, de donde volaron los papeles? pues a crear empresas ficticias que luego vendían para que los compradores las pusieran a su nombre y pudieran empezar a operar con ellas. Pero, el bufete de Fonseca es pecata minuta de lo que se trapichea en Panamá, solo un chiringuito del gigantesco entramado para defraudar con sede en el país centroamericano. ¿Se ha fijado usted, por ejemplo, que siendo los EE UU el país mas rico y con mas tráfico marítimo de la Tierra no tiene casi barcos mercantes ? pues es porque navegan bajo pabellón panameño o de Antigua y Barbuda. Los que estos días se echan las manos a la cabeza y dicen, yo no he sido, yo no estaba, y no sé porqué figuraba allí mi nombre, son los mismos que defienden los paraísos fiscales desde su influencia en los Gobiernos y en los consejos de administración de las grandes corporaciones y de los bancos.
Panamá es un paraíso fiscal que basa una buena parte de su economía en la nueva piratería financiera, que también tiene patente de corso. Pero, como cuando Francis Drake atacaba naves españolas y era nombrado caballero por la reina inglesa Isabel I, son los británicos los maestros filibusteros, con su base pirata en la City de Londres y con su primer ministro, Cameron, participando de la fiesta. Desde la metrópoli dirigen el cotarro que tienen repartido por sus colonias, incluida Gibraltar. El éxito de los corsarios a las órdenes de la Corona Británica no fue el que ellos nos cuentan, los ingleses siempre mienten mucho cuando hablan de sus enfrentamientos históricos con España, pues hubo un marino asturiano, que llegaría a ser Gobernador de La Florida, Menéndez de Avilés, que diseñó una estrategia naval novedosa que sería empleada hasta la Segunda Guerra Mundial, los convoyes. Desde que los grandes galeones fuertemente artillados escoltaban a los barcos mercantes los éxitos de los piratas casi se desvanecieron, baste decir que de los 11.000 buques que hicieron la travesía América-España entre los años  1.540 y 1.650 solo 107 fueron presa corsaria.

Los nuevos corsarios financieros, sus jefes y sus compinches, están en su mejor momento, Desde Suiza a Liechtenstein, desde Gibraltar a Panamá, pero también instalados en los Gobiernos que nos dan lecciones de democracia y de justicia social. Hace falta otro valiente, sea de Avilés o de la Conchinchina, que los ponga en su sitio. 

domingo, 10 de abril de 2016

LA NOCHE EN PIE

Un nuevo movimiento social ha emergido con fuerza en Francia, lo llaman La Nuit Debout (La Noche en Pie) porque las noches en las calles de las ciudades francesas se han llenado de estudiantes y trabajadores manifestándose y enfrentándose a la policía. Son los nietos de los que en Mayo del 68 hicieron lo mismo, pero ahora tienen razones para estar mucho mas cabreados. Por una vez, Francia no ha marcado moda, porque fueron primero los griegos los que tuvieron que luchar en las calles y luego los españoles, ocupando el centro de Madrid. Los indignados franceses siguen la senda de los que iban con Lukanicos (salchicha) el can valiente que encabezaba las manifestaciones en Atenas y la de los jóvenes del 15M, a los que La Casta quiso hurtar el futuro y de donde emergió Podemos, una formación política que ya cuenta con cinco eurodiputados, que está presente en Ayuntamientos y en los Gobiernos de algunas Comunidades Autónomas y que obtuvo, desde cero, 69 diputados en las últimas elecciones generales celebradas en España.
Pero, Francia es uno de los países mas importantes de Europa y lo que pasa allí siempre marca tendencia. Por eso los que le han robado al pueblo la soberanía e intentaban quitar la dignidad a la gente están muy preocupados. El detonante de las protestas ha sido la Reforma Laboral del Gobierno socialista francés, pero hay razones de fondo mucho mas importantes, principalmente la degradación moral, política y social, algo que se ha extendido como un reguero de pólvora y que ha puesto en cuestión los valores y los derechos por los que muchos ciudadanos europeos, de varias generaciones, habían luchado. Los franceses, como los españoles, habían apostado por la Europa de los Pueblos, pero se han encontrado con la Europa de los mercaderes y de los burócratas que comen de su mano. La Unión Europea se ha convertido en un ente que solo sirve de instrumento a las grandes corporaciones, a las multinacionales y a los bancos, volviendo al germen primigenio economicista del Tratado del Carbón y el Acero. Esa no es la Europa que queremos, se han dicho. Además, en Francia hay un grave problema social. No solo el paro ha aumentado hasta el 10%, las causas que generaron las masivas protestas contra el Gobierno de Sarkozy no han desaparecido, al contrario, se han agravado. Aquella “basura” de los barrios pobres y periféricos de las grandes ciudades francesas sigue sin tener un futuro para ellos y sus hijos. El catalizador de la explosión de la indignación es ideológico. El Partido Socialista Francés, como han hecho otros partidos socialdemócratas en Europa, se ha plegado completamente a los dictados del gran capital y sus políticas ya no se diferencian en nada de las de la derecha. Pero, en Francia la verdadera izquierda tiene mucha fuerza, aunque no esté reflejada en el Parlamento. Hay un gran sindicato comunista, la CGT, que no ha podido ser domesticado y la Universidad es un universo contestatario donde profesores y alumnos se dan la mano y donde subsiste aquel sueño idealista que, como en una cuadratura del círculo ideológica, mezclaba anarquismo con marxismo.
La Noche en Pie es como un volcán que llevaba dormido mucho tiempo, pero que no estaba completamente apagado, y ha entrado en erupción con una fuerza sorprendente. Como el Ave Fénix han surgido de sus cenizas en La Galia los intelectuales de izquierda que parecían estar muertos y se han unido con sus declaraciones y sus escritos a los que han tomado las calles.
Un fantasma recorre Francia, es el fantasma de La Nuit Debout, y contra él se prepara una Santa Alianza. Esa película ya la hemos visto en otras partes.


viernes, 8 de abril de 2016

ROBAR EN ESPAÑA

Lo peor que nos puede pasar a los españoles no es que no tengamos todavía Gobierno, ni que tengamos una Deuda del 100% del PIB, ni que estemos a un paso de la desintegración de nuestra patria, ni siquiera que tengamos cinco millones de parados, lo peor que nos puede pasar es que perdamos la ilusión y la esperanza y que la dignidad y el honor, conceptos que para algunos son antiguallas, sucumban ante la irresponsabilidad, la mentira, la sinvergüencería y la maldad. 
Mientras las distintas formaciones políticas están preocupadas con sus cosas, los ciudadanos de a pie tenemos otros problemas. Entre ellos están los miles de hurtos y robos que se cometen a diario en este país con total impunidad y cuyos principales responsables no son los facinerosos, sino los que no hacen absolutamente nada para evitarlo. En las encuestas del CIS la corrupción figura como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, pero la corrupción solo es la punta mas mediática y llamativa del gigantesco iceberg del robo en España, que flota triunfante sobre un océano de mierda.
El robo en nuestro país ya es algo tan masivo y cotidiano que, y eso en lo peor, empieza a parecernos normal. No solo hay políticos que roban, cientos de miles de ladrones se llenan los bolsillos con lo ajeno sin cortarse un pelo. Si Woody Allen hiciera ahora en España una segunda parte de su famosa película de 1.969, “Toma en dinero y corre” sin duda la titularía “Toma el dinero y no necesitas correr”. Los hurtos y el robo son el modus vivendi de mucha gente y otra mucha, sin necesitarlo para vivir, es la que mas roba. Las facturas sin IVA y la compra de bienes para usos particulares cargándolos, defraudando al fisco, como gastos de empresa son cosas tan comunes en España como el Sol que sale todas las mañanas. Pero, a esos robos que ya eran tan nuestros como la paella, se han unido toda una nueva gama de delitos, muchos relacionados con la llegada a nuestro país de mafias extranjeras que han descubierto con agrado que aquí esta el reino de Jauja. Así, hemos empezado a ver robos a los que los cacos españoles no se atrevían, como el del cobre de las líneas de ferrocarril o, todavía peor, los asaltos a viviendas, incluso con sus dueños dentro, pues, al contrario en otros países, defender en tu propia casa tus bienes y tu familia puede costarte muy caro. Tal es el grado de impunidad de los delincuentes que ya se atreven con todo. La última oleada de robos en el campo valenciano ha puesto en pie de guerra a los agricultores, que, entre otras acciones, han realizado varias tractoradas de protesta. La indignación recorre el levante español, pues son muchos los empresarios agrícolas que han visto como en una sola noche los ladrones dejan todos sus árboles sin fruta. Las mafias disponen de camiones, almacenes y toda la infraestructura necesaria para cometer sus delitos y también se llevan las herramientas y hasta los tractores. Sus camiones salen hacia algunos países de Europa a las pocas horas de arrasar los campos de España. Estas cosas no parecen preocupar en absoluto a nuestros políticos y, por ejemplo, en las nada menos que 66 páginas del acuerdo firmado entre el PSOE y Ciudadanos no se dedica a combatir el robo masivo y generalizado, con medidas concretas, ni una solo línea, solo vaguedades y palabras que se llevará el viento. Lo mismo hacen los demás, naturalmente. Los agricultores valencianos han decidido crear sus propias patrullas para vigilar los campos e iniciativas ciudadanas similares se han tomado en muchos otros puntos de España. Es otra muestra evidente de que el Estado español se nos está cayendo a pedazos delante de nuestras narices y que ningún líder político ha levantado la voz para impedirlo.



sábado, 2 de abril de 2016

LA JUGADA DE PABLO IGLESIAS

En contra de lo que opinan algunos analistas, yo creo que la bajada del listón de las pretensiones de Podemos, tanto en cargos en un hipotético Gobierno de izquierdas, como de medidas programáticas, no se debe a una rectificación, a un cambio de actitud, a una bajada de pantalones y, mucho menos, al miedo a unas nuevas elecciones. El acuerdo firmado entre el PSOE y Ciudadanos, cuando al mismo tiempo había una reunión negociadora de la izquierda “a cuatro”, no solo dejó diáfano cuales eran las prioridades de los socialistas, su escenificación mediática y la importancia que se le dio, con Pedro Sánchez y Albert Rivera firmando sonrientes delante de las cámaras, hizo comprender a los dirigentes de Podemos con quien se jugaban los cuartos. Pablo Iglesias vio la luz y comprendió qué se podía esperar del PSOE, que se aliaría con el diablo si fuera necesario antes que gobernar con los partidos a su izquierda. Una cosa son los Ayuntamientos y las CC AA y otra muy distinta el Gobierno del Estado.
Hay gente a la que no le gusta ni la ideología ni la coleta de Pablo Iglesias, pero todo el mundo está convencido de que es un tipo inteligente. No se obtienen 69 diputados desde la nada sin serlo. Por eso yo estoy convencido que el líder de Podemos se ha dado cuenta que unas nuevas elecciones serán inevitables y que debe actuar en consecuencia. En unos nuevos comicios está claro a donde van a ir los votos de la derecha, se repartirán entre el PP y Ciudadanos y es probable que el partido de Albert Rivera obtenga alguna rentabilidad de los escándalos de corrupción que afectan a los populares. Yo no creo que exista trasvase de votos entre el PSOE y Ciudadanos, en ningún sentido, y, si lo hay, será mínimo, en contra de lo que también manifiestan algunos. Pero, lo que puede suceder en el universo de la izquierda puede tener mucho mas calado, porque si entre el PP y Ciudadanos no hay diferencias ideológicas, entre el PSOE y los partidos a su izquierda hay un abismo. Además, y eso es muy importante, en unas nuevas elecciones otra vez podría caber la posibilidad del “sorpasso”, es decir, que el PSOE, por primera vez en España, deje de ser el principal partido de la izquierda. Ante los que no quieren nada contigo, solo que te abstengas para ellos gobernar, puedes ceder en casi todo, menos en estar en el Gobierno, que es por donde los socialistas no piensan pasar. Puedes aceptar la Reforma Laboral de Zapatero, puedes renunciar a la vicepresidencia, puedes renunciar a que el equilibrio del déficit se demore unos cuantos años, etc. Si, además bajas el tono y le regalas un libro de baloncesto, con cariñosa dedicación, al secretario general del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno nadie podrá decir que Podemos no ha hecho todo lo posible y lo imposible por llegar a un acuerdo para un Ejecutivo de izquierdas. Pedro Sánchez ha caído en una trampa y el solo ha metido la pata en el cepo al firmar un acuerdo derechista con Ciudadanos.
Podemos no teme a unas nuevas elecciones y se equivocan los que piensan que algo va a pasar factura a la formación morada. También se equivocaron todas las encuestas cuando en las pasadas elecciones vaticinaban que Ciudadanos obtendría mas votos que Podemos. El empeño de Pablo Iglesias de que IU también estuviera en un Gobierno que nunca va a existir y el darle algún protagonismo a Alberto Garzón hay que entenderlo en la misma estrategia. Por culpa del sistema electoral IU solo ha obtenido dos diputados, pero sus casi un millón de votos pueden ser entre doce y catorce diputados si va a las elecciones con Podemos. De haber ido juntos en las últimas elecciones el “sorpasso” ya se habría producido pues Podemos+IU sumaron 6.112.438 votos y el PSOE obtuvo 5.530.693.

Puede que no cambie la correlación de fuerzas entre los conjuntos de la izquierda y la derecha en unas nuevas elecciones generales, pero, el PSOE, que ya tuvo su peor resultado en los pasados comicios, lo puede pasar muy mal intentando explicar a los españoles de izquierda porqué prefirió pactar con la derecha. Pablo Iglesias, en cambio, lo tendrá fácil para destrozar a Pedro Sánchez.

viernes, 1 de abril de 2016

EL DÉFICIT QUE DEJA RAJOY

Una de las cosas que el Gobierno del PP no se cansaba de repetir a todo el que quisiera escucharlo es que la economía española, incluidas las cuentas públicas, había mejorado gracias a ellos y a las reformas que habían hecho. Cuando hace unos meses desde Bruselas ya dieron un toque de atención por la desviación del déficit, que crecía mas del objetivo impuesto por la Comisión y el BCE, Rajoy, de Guindos y Montoro manifestaron que estaban equivocados y que finalmente España cumpliría los objetivos de déficit. Los conspicuos del PP sabían perfectamente que España no iba a cumplir y que sus políticas, en verdad, habían sido un fracaso, pero pensaban seguir gobernando y, con argucias y mentiras, echar tierra sobre el asunto. Seguramente no va a ser así y los mismos que repetían a todas horas lo de la “herencia recibida” también van a dejar una herencia envenenada para el próximo Gobierno, el que sea.
España ha tenido un déficit presupuestario en el Ejercicio 2.015 de 56.061 millones de euros, un 5,18% del PIB, y un punto por encima de lo que exigía Bruselas. Pero, lo peor es que nuestro país tiene un déficit acumulado brutal de los ejercicios anteriores y que para financiarlo tiene que vender Deuda Pública continuamente y que ésta ya llega al 100% del PIB. Sin decir, ni muchísimo menos, que Zapatero es inocente en este asunto, desde que gobierna Rajoy la Deuda Pública Española ha aumentado en nada menos que 350.000 millones de euros. Para tener una idea de cual es nuestra situación baste decir que de una lista de 188 países, España ocupa el puesto 143 en déficit público en porcentaje al PIB ordenado de menor a mayor. Para llorar.
El Gobierno ha intentado echar la culpa a las CC AA, porque la culpa siempre es huérfana. El problema es de todos y si bien es cierto que algunas regiones siguen despilfarrando, también lo es que son las CC AA las que tienen que apechugar con casi todo el gasto, algunos, como el sanitario, enormes.
Rajoy nos había vendido la moto de que gracias a sus reformas España iba mejor y muchos se lo creyeron. Es verdad que nuestra economía ha tenido un ligero repunte por la devaluación interna, a costa de los salarios, y el incremento del turismo, pero lo que sucede cuando no se toman las medidas que son imperativas y cuando se carga sobre los consumidores los ajustes ya se definió hace tiempo acertadamente como “austericidio”. ¿Qué medidas ha tomado el Gobierno del PP para enderezar nuestra economía y las cuentas públicas? ninguna.
El problema que tenemos no es tanto que se gaste demasiado como que no se ingrese lo suficiente. Eso no es nuevo y hasta el mas tonto lo sabe, pero, tanto a los Gobiernos socialistas como al del PP lo único que se les ha ocurrido fue subir los impuestos indirectos, como el IVA, el IPFF, y las tasas de todo tipo que pagan todos los ciudadanos. Eso, unido al descenso de los salarios y a la poca creación de empleo ha generado una caída de la demanda interna y, en consecuencia, que los ingresos públicos sean insuficientes, incluidos los de la Seguridad Social.

Hay ya poco margen para ajustar el gasto, si no queremos cargarnos los servicios sociales básicos, pero mucho para aumentar los ingresos y no precisamente exprimiendo a la generalidad de los ciudadanos como si fueran limones. Tenemos un fraude fiscal y una economía sumergida enorme y no se ha hecho lo suficiente, al contrario, para combatirlo. Elevar hasta 150.000 euros el listón del fraude para que no sea delito, como ha hecho el PP, no es una buena idea. Hay que cambiar la Ley y el Código Penal para crujir a los defraudadores y hay que subir el Salario Mínimo Interprofesional para que los ciudadanos tengan mas dinero en el bolsillo. Si es necesario, habrá que explorar soluciones drásticas, como la retirada del papel moneda y que todos los pagos se efectúen con tarjeta. Solo con estas medidas se podrían recaudar entre 60.000 y 80.000 millones de euros adicionales, suficientes para equilibrar el déficit y para bajar los pagos a la Seguridad Social de las empresas y favorecer la creación de empleo.