viernes, 22 de noviembre de 2019

¿CORDÓN SANITARIO A VOX?


Todavía no sabemos si tendremos finalmente Gobierno, qué Gobierno tendremos, si lo tenemos, o si vamos a ir a otras elecciones, lo que sí sabemos son los resultados de los últimos comicios y que la ultraderecha ha obtenido nada menos que 52 diputados. Seguramente el fracaso de las previsiones electorales que tenía el PSOE y, en general, la pérdida de escaños de las izquierdas, ha puesto nerviosa a mucha gente y ha precipitado un acuerdo en muy pocas horas, un acuerdo que no se pudo firmar hace meses, cuando la situación política y parlamentaria de los que ahora han escenificado su rúbrica era bastante mejor. Yo creo que el “logro” de Vox de más que duplicar sus escaños ha tenido mucho que ver en que el acuerdo entre el PSOE y UP se cerrara a toda prisa. Entrecomillo lo del “logro” porque estoy completamente convencido de que la ultraderecha no crece tanto debido a su buen hacer como al mal hacer de las izquierdas, sea en España, sea en Europa. Se está hablando ya de poner un “cordón sanitario” a la extrema derecha, pero están pensando qué eufemismo poner a eso que no sea este. El “cordón sanitario”, o llámenlo como quieran, puede incluir que la tercera fuerza política del país no tenga representación en la mesa del Congreso de los Diputados, aunque esta vez va a ser muy difícil meter a 52 diputados en el “gallinero” del Parlamento. Si algunos piensan que obviando las cuestiones y escondiendo los asuntos, cual avestruz, se van a solucionar los problemas, como el del ascenso de la ultraderecha, lo llevan claro. Estamos empezando a escuchar de forma repetitiva un nuevo relato (para convencer a la gente siempre hay que establecer una narración, una crónica o un cuento) este relato dice que había un consenso social en torno a algunas cuestiones y que la ultraderecha quiere romper ese consenso social, al que los de Vox califican de discurso “progre”, un discurso que también han acabado haciendo suyo  otras fuerzas políticas  de la derecha. Si verdaderamente hubiera un consenso social en torno a algunas cuestiones sobradamente conocidas no tendríamos de qué preocuparnos, si eso fuera así la ultraderecha no tendría ninguna posibilidad de medrar, el problema es si en realidad no hay ese consenso social, solo un consenso entre las élites de los partidos políticos. Es decir, la lucha entre la ultraderecha y los que la quieren aislar no es tanto una lucha política (yo no he visto que ataquen a Vox por sus propuestas económicas, por ejemplo) como una lucha cultural. Hace muy poco tiempo Pablo Iglesias, con razón, pedía respeto de forma reiterada para los cerca de cuatro millones de votantes de UP, que ahora, por cierto, ya son unos cientos de miles menos, pero ese respeto que pedía no parece que sea extensible a otras fuerzas políticas como Vox, al que han votado en las últimas elecciones 3.640.063 españoles ¿Son todos los que han votado a Vox “fachas”? yo tengo mis dudas ¿Por qué Vox ha ganado en Murcia? ¿son la mayoría de murcianos gentes de mal vivir y/o ultraderechistas? yo no lo creo. Algo se está haciendo mal, y por eso crece la ultraderecha, pero atreverse a decir qué, después de años tejiendo el actual relato, cuesta mucho trabajo, es más fácil intentar aislar a la ultraderecha, incluso utilizando métodos antidemocráticos, no solo para impedir que estén en la mesa del Congreso de los Diputados, también boicoteando sus actos y sus mítines. Estas prácticas se quieren importar de Italia donde al aquelarre de fuerzas políticas que Gobierna aquel país no se le ha ocurrido otra cosa que crear un movimiento al que llaman “los sardinas”, se trata de alborotadores para reventar los mítines de Salvini, porque, por mucho que lo intenten evitar, las elecciones llegarán en Italia. A la ultraderecha se la combate con argumentos, no con “cordones sanitarios” ni con escraches, el problema es si no tenemos argumentos o nuestros argumentos no son consistentes y hacen agua por todas partes, si es así, estamos perdidos.

jueves, 21 de noviembre de 2019

LA CUARTA DIMENSIÓN EN POLÍTICA


No siempre es fácil ver las cosas en toda su perspectiva, dependiendo de la manera en la que estemos acostumbrados a trabajar y a movernos la perspectiva que tendremos de las cosas será distinta. Por ejemplo, la mayoría de la gente no tiene muy claro el por qué los aviones para ir de EE UU a Japón o a Corea del Sur en vez de hacerlo en línea recta vuelan primero hacia Alaska, hacen un arco cerca del Círculo Polar y luego descienden hacia el Sur ¿quieren las aerolíneas echar más tiempo y gastar más combustible? todo lo contrario. Los aviones pueden repostar combustible en Alaska y, al viajar con menos peso, ahorrar miles de kilos de keroseno, pero, la razón principal es que nuestro mundo no es un mapa en dos dimensiones, como los mapas con los que estamos acostumbrados a trabajar, es un globo terráqueo en tres dimensiones y si usted coge un trozo de cuerda o un flexómetro observará que la distancia entre EE UU y Japón es menor haciendo esa gran curva por el Norte que en línea recta más cerca del Ecuador. Pues si a veces, como hemos visto, nos cuesta comprender el mundo en tres dimensiones, que es el nuestro, imagínese usted si hablamos de un mundo en cuatro dimensiones, que son las que rigen en el Cosmos, pero no solo en el Cosmos. Mucha gente no cree que, en verdad, exista una cuarta dimensión, la del espacio-tiempo, pero, le voy a poner a un ejemplo sencillo para que vea que sí existe. Imagine usted que aquel avión que viajaba desde EE UU a Japón lo hiciera a una isla que se mueve por el globo terráqueo o a un portaaviones que viaja, entonces tenemos otra dimensión a tener en cuenta. Por eso cuando una nave espacial viaja desde la Tierra a Marte la cuarta dimensión determinará la curva que tiene que describir la nave para encontrar el Planeta Rojo, porque Marte describe una órbita alrededor del Sol a gran velocidad, no solo hablamos entonces de distancias, hablamos de “momentos”. Pues bien, la Teoría de la Relatividad, esa que solo entendemos dos, uno era Einstein, opera también en política. No solo es importante saber la distancia en tres dimensiones, hay que tener en cuenta el espacio-tiempo, el “momento” en que se encuentra cada formación política con relación a las demás antes de iniciar el viaje y el “momento” en que se encontrará cuando lleguemos a ese destino. Para eso hay que conocer bien su órbita, su trayectoria, por supuesto.

sábado, 16 de noviembre de 2019

LAS PRIVATIZACIONES QUE VIENEN


Pero ¿es que queda algo por privatizar? ¿queda algo por privatizar en este país después de que José María Aznar y Felipe González, los mismos que se enchufaron con salarios de infarto en las mismas empresas que privatizaron, lo privatizaran todo? Si hasta los socialistas privatizaron el agua en Avilés. Pues sí, quedan los ferrocarriles, la Sanidad, la Educación y las Pensiones. Hay dos formas de privatizar empresas y servicios: lo puedes hacer a decretazo limpio y lo puedes hacer, de forma más sibilina, dejando que lo hagan otros. Por ejemplo, si permites que Comunidades Autónomas, que tienen transferidas esas competencias, destinen menos dinero a la enseñanza y sanidad públicas, pues otros hacen ese trabajo por ti. Eso es lo que está sucediendo en España en los últimos años en las CC AA donde Gobiernan las derechas. Sin embargo, la privatización de los ferrocarriles requiere que te tengas que retratar (cachis en diez) ¿Es que la iniciativa privada va a poner sus vías, sus catenarias, sus trenes y toda la infraestructura necesaria para competir con RENFE? claro que no, eso lo seguiremos poniendo nosotros, los ciudadanos, con nuestro dinero, lo único que van a hacer en gestionarlo para obtener pingües beneficios y si luego no les salen las cuentas siempre habrá un Rajoy que les regale 6.000 millones de euros de dinero público, como hizo el Gobierno del PP con las concesionarias de las autopistas. Por supuesto que eso no ha mejorado en nada los servicios de emergencia en la autopista del Huerna, cuando nieva Asturias vuelve a quedar incomunicada con la Meseta, como hemos visto estos días. Una cosa es la iniciativa privada y la libre competencia y otra muy distinta la libertad de la zorra en el gallinero ¿Cómo es posible que en un país que tiene una estupenda sanidad pública, gratuita (bueno, la pagamos nosotros) y universalizada, continuamente nos bombardeen en las televisiones con anuncios de seguros privados sanitarios y sus buscadores? blanco y en botella suele ser leche, porque quieren privatizar la sanidad y ya se están posicionando algunas empresas. Naturalmente, no quieren privatizar el Servicio Nacional de Trasplantes, ni las más caras operaciones y tratamientos, eso no es negocio y se lo dejarán al Estado, quieren privatizar todo los demás, pero, eso sí, poniendo nosotros también las infraestructuras. Listos, que son ustedes unos listos. Mientras la enseñanza concertada en algunas CC AA, porcentualmente, cada vez absorbe más recursos, la enseñanza pública cada vez está peor. Hemos visto, por ejemplo, hace pocos días como los niños y niñas de la Escuela de Jove, en Gijón, tenían que casi salir nadando de las aulas y del comedor por la falta de mantenimiento en las instalaciones. Estamos hablando de una enseñanza concertada casi en su totalidad católica, incluso sectaria y elitista en algunos casos de sobra conocidos por todos, que en ocasiones cobra también a los padres además de recibir dinero público. Eso sí, dicen luego que con el mismo dinero dan un mejor servicio. Lleve usted a sus hijos a Los Robles y ya verán lo que le dicen ¿Y las pensiones? ¡ay! las pensiones ¿Cuántas veces ha escuchado usted que ya no hay dinero para pagar las pensiones, que ya es imposible su financiación? La hucha está casi totalmente agotada y hay que pedir créditos, que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos con intereses, para abonar las pagas extras a los jubilados. Lo que pocos quieren escuchar es que merced a la Reforma Laboral del PP y, en consecuencia, a la dramática caída de los salarios, pues también han caído dramáticamente las cotizaciones. Tampoco se quiere hablar de los cientos de miles de transacciones económicas diarias que se hacen en España sin pagar IVA y de que tenemos un fraude fiscal del 23% del PIB, 80.000 brutales millones de euros al año, mucho más que suficiente para garantizar las pensiones durante decenios. Nos dicen que nos hagamos un seguro privado de pensiones para complementar la pensión del Estado, lo que no nos explican es por qué tenemos que dar ese dinero a los bancos, para que, con él, obtengan plusvalías en vez de aumentar las cotizaciones si es necesario. No es de extrañar la preocupación de algunos por la composición del nuevo Gobierno, si es que tendremos nuevo Gobierno, claro. Vendrán nuevas y peligrosas privatizaciones, si los dejamos.

viernes, 15 de noviembre de 2019

CARTA ABIERTA A S. M. EL REY


Señor: usted es perfectamente consciente de la grave situación en que se encuentra España, como lo somos muchos españoles: sin Gobierno, sin Presupuestos, con cuatro elecciones generales en los últimos cuatro años y con el chantaje de los independentistas pendiendo, cual espada de Damocles, sobre nuestras cabezas. La situación de inestabilidad política no es una singularidad de nuestro país, otros la han padecido en Europa durante decenios, como Italia, por ejemplo, y eso no ha tenido consecuencias dramáticas, pero no estaba en juego la desintegración del Estado. Es este ingrediente el que aporta un cariz distinto al problema de la gobernabilidad de España, un ingrediente que lo está mediatizando todo. No es la primera vez que, desde la Transición, nuestro país está bailando al borde mismo del abismo. En 1.977 la situación político-social y económica, con una inflación del 26,39%, eran tan graves que solo un acuerdo entre todas las fuerzas políticas y los agentes sociales, los Pactos de la Moncloa, pudo sacar el país adelante. Recordemos que aquel acuerdo se fraguó tras las conversaciones mantenidas por el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, con el entonces secretario general del Partido Comunista de España, Santiago carrillo. No fue fácil, porque mientras CC OO se sumó al pacto, UGT lo hizo a posteriori. La intervención de la Corona fue muy importante. En los últimos meses de 1.980 y primeros de 1.981 nuestro país se encontró otra vez al borde de la boca del pozo, un pozo negro del que había costado sangre, sudor y lágrimas salir. Los conspiradores trabajaban a destajo para descabalgar a Suárez del poder, mejor no entrar en detalles, solo apuntar que algunos de aquellos conspiradores, que no se han retirado del todo, siguen conspirando ahora para forzar salidas no democráticas a la situación, exactamente igual que hicieron entonces. Usted, majestad, estará perfectamente informado de todo esto y si no lo está pregúnteselo a su padre y vea luego los periódicos, no los de 1.981, los de ahora. Los independentistas catalanes se han echado al monte, no hacen ascos a cualquier tipo de actuación para destruir este Estado-Nación, el más antiguo de Europa, que llamamos España, incluidos los actos de sabotaje y de violencia. La seguridad ciudadana, la Ley y la Constitución ya no están garantizadas en Cataluña, es el propio Gobierno de la Generalitat el que se los pasa por la entrepierna y el que fomenta, financia y ampara el más grosero golpismo. Hay un acuerdo de Gobierno que no suma, tampoco sumaría un acuerdo entre los partidos de la oposición, y los independentistas catalanes se han erigido en árbitros de la situación merced a una Ley Electoral que les otorga unos privilegios muy poco democráticos pues, como usted sabe, con muchos menos votos que otras formaciones políticas de ámbito nacional, obtienen bastantes más escaños en el Congreso de los Diputados. No se puede ceder a su chantaje. ETA quería negociar con una pistola encima de la mesa y los independentistas catalanes quieren negociar con los CDR incendiando las calles. Los partidos políticos son presos de sus servidumbres, de sus intereses y de sus votantes y a veces el patriotismo está reñido con esas servidumbres. Yo no sé en qué puede desembocar lo que estamos viviendo, pero si sé lo que ya están intentando algunos, salidas antidemocráticas. Los españoles de a pie no tenemos autoridad moral para hacer llamamientos a la cordura, pero el Rey sí, por eso muchos republicanos convencidos pensamos en la utilidad temporal de esta monarquía y, en tanto en cuanto sea así, solo en tanto en cuanto sea así, la defenderemos.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

EL MILAGRO Y EL PROBLEMA


Pues sí, se ha producido el milagro, porque si nos dicen hace cuatro días que PSOE y UP iban a llegar a un acuerdo de Gobierno no nos lo hubiéramos creído. Recordemos que Pedro Sánchez decía hace muy pocos meses que no podría dormir por las noches si pactaba con el que se ha abrazado ahora. Pero, ya sabe usted que solo los estúpidos no rectifican nunca. Podríamos perder el tiempo intentando analizar por qué ha sido ahora tan fácil y tan rápido un acuerdo que no lo fue en abril, pero, como no tenemos todas las claves del asunto, quizá nos equivocáramos en el diagnóstico. Habíamos llegado a una situación en la que a los poderes fácticos ya les preocupaba menos tener algún ministro “comunista” que  al país paralizado, sin Gobierno y sin Presupuestos y con la ultraderecha en ascenso, así que vamos a vamos a dejarlo ahí. Yo creo que si este acuerdo sale adelante y si se consigue una mayoría parlamentaria suficiente el país podrá empezar a andar y la que nos va a caer encima no la pagarán en exclusiva los trabajadores. Yo estoy convencido que el acuerdo será beneficioso tanto para el PSOE como para UP, no porque unos pongan la valentía y otros la experiencia, como dice Pablo Iglesias, sino porque unos no se escorarán más a la derecha y los otros se tendrán que moderar en algunas de sus propuestas. Lo verdaderamente importante es que el acuerdo sea beneficioso para la mayoría de los españoles. Sea como fuere, y por muy mal que lo haga el futuro Gobierno, todas sus medidas son reversibles, lo que no sería reversible es la desintegración de ese Estado-Nación que llamamos España, ese es el auténtico problema. Para que este Gobierno tenga una mayoría parlamentaria suficiente que permita sacar adelante los Presupuestos y aprobar leyes e iniciativas (que de eso trata gobernar) van a hacer falta la suma de otras fuerzas políticas minoritarias que no van a poner excesivas dificultades, pero también son imprescindibles los votos de ERC o de los restos de Ciudadanos (excluyo a otras fuerzas políticas porque no me parece posible su apoyo en ninguna circunstancia). Un acuerdo con ERC no sería un desastre, al contrario, siempre y cuando los republicanos catalanes no pusieran sobre la mesa cosas que saben que no se les puede conceder, porque están fuera de la Ley y/o porque son inconstitucionales. Pero, en la coyuntura actual eso es muy difícil, y más ahora con la CUP en el Congreso de los Diputados ¿Se imagina usted a los diputados de la CUP llamando a Rufián traidor en el Parlamento? Así que solo quedan los restos de Ciudadanos. Apelar a su apoyo, si de verdad priorizan la unidad de España, como no se han cansado de repetir, para evitar que el nuevo Gobierno se tenga que echar en brazos de los independentistas catalanes no es ningún disparate. Eso sí que sería hacer un ejercicio de responsabilidad que ayudaría a su recuperación como partido, si es que se pueden recuperar, o a que se integraran en alguna formación política como puede ser el PSOE. No estoy delirando, se lo aseguro. Recuerde usted: “El centro es como la línea del horizonte, se habla de él, incluso se vislumbra, pero, en realidad, no existe.
Nota a posteriori: la pérdida de un diputado del PNV en favor del PP complica el asunto, ni siquiera suman ahora los diputados de Ciudadanos.

domingo, 10 de noviembre de 2019

ESPAÑA, INGOBERNABLE


La encuesta del CIS había pasado por la cocina, ahora ya es evidente, los resultados electorales son muy fieles a las encuestas que daban todas las empresas demoscópicas, salvo algún fleco, como el diputado de Teruel Existe, pero, no se parecen en nada a la del CIS. El PSOE no solo no ha arrasado, ha perdido diputados, y ahora aparece diáfano el gran error de Pedro Sánchez al no haber querido formar gobierno con UP, apoyado por ERC y PNV. El gran logro de Sánchez ha sido perder un millón de votos, reforzar extraordinariamente a la extrema derecha, que, al tener más de 50 diputados, podrá presentar recursos de inconstitucionalidad, y llevar al Congreso de los Diputados a los independentistas del Bloque Nacional Gallego y a los anarco-independentistas de la CUP, que se suman a los independentistas que ya había. El proyecto Errejón, que en un principio fue potenciado por el PSOE, ha sido un estrepitoso fracaso y solo ha servido para fraccionar, aún más, el voto de la izquierda. En ese camino también ha casi desaparecido Ciudadanos, que, por su voxificación y por los continuos cambios de parecer y ocurrencias de Albert Rivera, ha cosechado una auténtica debacle. UP resiste, a pesar de volver a dejarse unos cuantos diputados. El discurso bien trabado de Iglesias, el mismo de la campaña electoral anterior, y los disciplinados e ideologizados votos de IU han sumado a lo que las tonterías y los errores territoriales, desde Compromís, al aliarse con Errejón, hasta el “nuestros niños y nuestras niñas” de Teresa Rodríguez al referirse a los MENAS, han restado. Por cierto, Teresa Rodríguez otra vez vuelve a arremeter contra los miles de ciudadanos que han votado a Vox en Andalucía en vez de hacer autocrítica y ver por qué UP ha perdido en esa comunidad autónoma tres escaños. Si no hizo autocrítica después de las elecciones andaluzas por qué la iba a hacer ahora. Alguien tendrá que decírselo.
Si tras las anteriores elecciones generales formar Gobierno no era tarea sencilla, ahora yo lo veo casi imposible. Iglesias ya no va a admitir ningún veto, ERC, con su líder en la cárcel y con los de la CUP en el Parlamento, va a ser muy difícil que apoye un Gobierno de Sánchez. Solo un Gobierno de “gran coalición” podría salvar la situación. Casado ha dicho que nunca apoyaría la investidura de Sánchez, pero no ha dicho que no apoyaría la investidura a un presidente socialista que no fuera Sánchez. Ya veremos si los que deciden quién es el candidato socialista a la presidencia del Gobierno es el PSOE o el PP y los poderes facticos. Iglesias, desgraciadamente, otra vez tenía razón, como cuando le dijo a Sánchez que tuviera cuidado con “el de la cal viva”; “Pedro, no serás presidente” y “el PSOE acabará pactando con el PP”, salvo un milagro o que vayamos a nuevas elecciones, que podrían empeorar, aún más, la situación política. Se avecinan tiempos convulsos, los independentistas catalanes volverán a las acciones violentas, las acciones que tenían preparadas para el 10N y que han aplazado para dentro de unos días, mientras España es más ingobernable que nunca ¡Qué error, qué tremendo error ha cometido Sánchez!

miércoles, 6 de noviembre de 2019

SÁNCHEZ PATINA

Entre las cosas que dijo Sánchez en su desastrosa actuación en el debate a cinco que todos hemos visto en TV, sobresale, sin duda, su afirmación, su promesa, de que iba a traer a Puigdemont a España. Algo así solo se puede prometer si vas a enviar a Waterloo a un par de agentes del CNI para que lo traigan de la oreja, pero entonces no dirías nada, o de que no tengas ninguna intención de cumplir tu promesa. Pero, es asunto se complica cuando Sánchez, para salir del fangal donde el solito se ha metido, dice que como él Gobierno nombre a la Fiscalía pues el fiscal hace lo que le ordena el Gobierno. No se puede ser más irresponsable. Eso ha puesto a jueces y fiscales contra Sánchez y a dado munición a la oposición y a los independentistas catalanes. Pero, llueve sobre mojado, esto no es nuevo para los socialistas, recordemos que Alfonso Guerra ya quiso en su día "asesinar" a Montesquieu. En Europa hay separación de poderes, a ver si nos enteramos.Entre las cosas que dijo Sánchez en su desastrosa actuación en el debate a cinco que todos hemos visto en TV, sobresale, sin duda, su afirmación, su promesa, de que iba a traer a Puigdemont a España. Algo así solo se puede prometer si vas a enviar a Waterloo a un par de agentes del CNI para que lo traigan de la oreja, pero entonces no dirías nada, o de que no tengas ninguna intención de cumplir tu promesa. Pero, el asunto se complica cuando Sánchez, para salir del fangal donde el solito se ha metido, dice que como el Gobierno nombra a la Fiscalía pues el fiscal hace lo que le ordena el Gobierno. No se puede ser más irresponsable. Eso ha puesto a jueces y fiscales contra Sánchez y a dado munición a la oposición y a los independentistas catalanes. Pero, llueve sobre mojado, esto no es nuevo para los socialistas, recordemos que Alfonso Guerra ya quiso en su día "asesinar" a Montesquieu. En Europa hay separación de poderes, a ver si nos enteramos.

martes, 5 de noviembre de 2019

¿QUIÉN GANÓ EL DEBATE?


A mí no me gusta el formato de estos debates, unos debates amañados entre los candidatos hasta en el más mínimo detalle, donde tienen pactados los tiempos, los temas a tratar, absolutamente todo. Me gustaría más que varios periodistas, e incluso gente de la calle seleccionada por sorteo, hicieran las preguntas que consideraran convenientes y pudieran repreguntar, entonces no serviría de nada no querer contestar a las preguntas ni esconderse tras los papeles y los mantras que los candidatos llevan preparados para repetirlos como loros. Pero en fin, una vez dicho esto yo creo, y lo mismo está diciendo casi todo el mundo, hubo dos vencedores claros, por este orden, Pablo Iglesias y Santiago Abascal; desde las antípodas políticas estuvieron más convincentes y se desenvolvieron  mejor. Iglesias ha vuelto a ganar este debate como ganó en abril los dos debates de entonces, el líder de UP se desenvuelve muy bien ante las cámaras y en los debates a cara de perro, sea en la televisión o en el Parlamento. Me sorprendió que no solo no atacó al PSOE, incluso volvió a sacar de apuros a Pedro Sánchez, sin duda una actitud inteligente, pues el objetivo de Iglesias era recuperar los votos que en las pasadas elecciones se fueron al PSOE. Santiago Abascal, que empezó nervioso, fue a más, y terminó sorprendiendo haciendo el mismo discurso de la ultraderecha europea, algo que nada tiene  que ver ni con el programa de Vox ni con la verdadera condición de ese partido, que en realidad es ultraliberal, pero que, inteligentemente, Abascal sabe que es lo que le puede dar votos de nichos poco ideologizados, como el de los jóvenes. Abascal sacó a relucir “el componente social” que Julio Anguita dice que le falta a Vox, el componente social que sí tienen los partidos neofascistas europeos, pero no dijo nada de bajar los impuestos a los ricos y de que los trabajadores paguen la mitad de sus cotizaciones a los bancos, cosas que van en su programa. D. Santiago quiso hacer una incursión atacando a  Pablo Iglesias, pero este le tapó la boca cuando le contestó que la hija de Ernest Lluch, histórico dirigente del PSC y ministro del PSOE asesinado por ETA en noviembre del 2.000, es candidata al Senado por En Comú Podem. Casado mantuvo una línea media y salió bastante airoso del debate. El candidato del PP fue muy claro y contundente al decir que ni por activa ni por pasiva va a apoyar un Gobierno de Pedro Sánchez, que, ¡ojo! no es lo mismo que decir que no apoyaría un Gobierno del PSOE sin Sánchez. Echó en cara a Sánchez que pidiera la abstención al PP y a Ciudadanos para evitar ir a unas nuevas elecciones cuando el presidente en funciones es conocido como el del “no, es no”, es decir, cuando Sánchez dimitió de su cargo, e incluso abandonó su escaño en el Congreso de los Diputados, para no hacer lo que exige que hagan los demás. Rivera estuvo mal, nervioso, desdibujado, se ve que las encuestas que arrojan unos malos resultados para Ciudadanos le han hecho mella. Sacar rollos de papel, fotos y hasta un adoquín ni dan altura al debate ni dan una imagen de estadista del que utiliza esas artimañas como argumentos. Incluso Abascal tenía preparado algo similar para contestar a Rivera cuando este, desesperado, quiso atacar al líder de Vox. Para mí, con diferencia, el peor fue Pedo Sánchez. Todo el mundo sabe que el líder socialista no se encuentra cómodo en este formato y que pierde los papeles cuando le interpelan con preguntas que se salen de su guion. Sánchez no contestó a las preguntas que le hicieron Casado ¿va a volver a pactar usted con los independentistas? o Iglesias ¿va a pactar con la derecha? Cabizbajo, leyendo continuamente las chuletas que le preparó Iván Redondo, sin mirar a los ojos a los teleespectadores y a sus contrincantes, con un discurso que seguramente no convenció ni siquiera a muchos socialistas y con un lenguaje no verbal tan desastroso como el verbal. Yo no creo que este debate haya sido decisivo para las elecciones, pero sí importante para la correlación de fuerzas, tanto en el bloque de la derecha como de la izquierda. Veremos.

viernes, 1 de noviembre de 2019

SABOTAJE AL 10N


A pesar de que el Gobierno de España estaba perfectamente informado por la Guardia Civil, por el CNI e incluso por algunos francotiradores del teclado de lo que los independentistas catalanes preparaban coincidiendo con la publicación de las sentencias, una insurrección violenta, una nueva edición del golpe de Estado permanente en Cataluña que esta vez arrasó las calles de Barcelona y otras ciudades de aquella comunidad autónoma, no se tomaron las medidas necesarias para impedirlo. Otra vez, como en el 1-O, se volvió a poner a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los pies de los caballos, con escasos medios y con una mano atada a la espalda, no fueran a hacer daño a los CDR, a los terroristas urbanos financiados, armados y dirigidos por la maquinaria independentista que tiraban adoquines, bolas de acero, botellas con ácido, cohetes pirotécnicos y cócteles Molotov contra la Policía Nacional y los Mossos de Escuadra. Resultado: escenario dantesco, pésima imagen internacional de España, grandes pérdidas económicas y, lo peor, casi 300 policías heridos, alguno de extrema gravedad. Pues bien, tras lo que todos hemos podido ver, tras esos acontecimientos que tanto preocupan a la gente cabal, ninguna medida se ha tomado contra los que convirtieron Cataluña en un campo de batalla, contra los que, al tiempo que acusan a las policías de violentas, amenazan con volver a las andadas. Volver a las andadas es lo que tienen preparado los golpistas catalanes para el día de las elecciones generales ¿Qué mejor día para los golpes de Estado que el día de las elecciones? Los españoles tenemos una memoria muy frágil para algunos acontecimientos que siempre deberíamos tener presentes. Recordemos como los atentados yihadistas del 11M en Madrid, y lo que sucedió horas después, dieron un vuelco a todos los pronósticos electorales, unas elecciones donde Aznar iba a arrasar las ganó Zapatero. Según los Mossos de Escuadra (supongo que la Guardia Civil y los servicios secretos también estarán perfectamente informados) los CDR tienen preparada una gran operación para el 10N, una operación violenta, por supuesto. Se trataría de impedir el voto en los colegios electorales de Cataluña con ataques a los propios colegios, a los miembros de las mesas electorales y a las Policías y Guardia Civil que los custodien. Los objetivos son múltiples: impedir una más que previsible gran caída electoral del partido de Puigdemont en favor de ERC y los partidos no independentistas, dar “visión internacional” y, sobre todo, influir groseramente sobre el voto de los españoles, indignándolos con los acontecimientos que podrían ver por la televisión y propiciando el triunfo de las derechas. El golpe de Estado violento, el definitivo, no pueden darlo contra un Gobierno de izquierdas, eso se vende muy mal a una parte del independentismo, tienen que darlo contra un Gobierno de derechas y cuanto más de derechas mejor. El sabotaje a las urnas está preparado. Ya tienen su cartel y su eslogan: “reventemos las elecciones del enemigo”. Señoras y señores del Gobierno, otra vez quedan ustedes avisadas/dos.

JOKER


A mí me gusta mucho el cine, incluso algunas películas cuya calidad deja mucho que desear, pero con las que me he reído ¿Quién no se acuerda, por ejemplo, de las películas de Alfredo Landa, lo que se dio en llamar el “landismo”, malas a rabiar, pero que te hacían pasar un buen rato? Las películas que más me gustan, evidentemente, son esas obras maestras del cine, esas historias que emocionan, que te hacen llorar y que a veces están protagonizadas por los mismos actores que trabajaban en las malas películas, como el mismo Alfredo Landa en “Los santos inocentes”, por esos actores que, en realidad, eran unos “monstruos” por descubrir. La verdad es que ahora voy poco al cine, la mayoría de las películas ni me divierten ni tampoco son obras maestras, pero estos días, aprovechando la “Fiesta del cine” y que las entradas eran baratas, fui a ver dos, una era “Ad Astra”, protagonizada por Brad Pitt, mala y aburrida, a la que solo salvan los efectos especiales, y la otra “Joker”, una obra maestra a la que uno ya no estaba acostumbrado. Hace mucho tiempo que yo no veía a la gente aplaudir al final de una proyección. Yo no me atrevo a calificar a este magnífico film sobre el que ya están corriendo ríos de tinta, ni siquiera a encasillarlo en ningún género. Memorable, espectacular y genial la actuación del actor puertorriqueño, Joaquín Phoenix, sobre cuyo trabajo descansa todo el peso del relato. Unos hablan ya de una conspiración para demonizar a los que se rebelan contra las tiranías sociales, haciéndolos aparecer como locos, y otros dicen que será una película muy premiada, pero maldita, porque, descarnadamente, enseña la cara oculta del capitalismo en los EE UU. Lo que le garantizo es que no le dejará indiferente y que se acordará de este payaso durante mucho tiempo, ja, ja, ja, ja.