jueves, 29 de octubre de 2020

LAS DELIRANTES CONCLUSIONES DEL JUEZ AGUIRRE

 En el marco de la operación que la Guardia Civil está desarrollando contra el entramado independentista catalán , en concreto contra el denominado "Tsunami democrátic", un ente que los golpistas crearon en su día con el principal objetivo de agitar a las masas en las calles pero que luego ha servido para muchas otras cosas, el juez, Joaquin, Aguirre, conocido en Barcelona por sus ocurrencias y por sus decisiones a menudo imprevistas y desconcertantes, que ha sido criticado en numerosas ocasiones por sus propios compañeros de la judicatura y cuestionado por Anticorrupción en la "Operación Macedonia", el magistrado al que llaman el "Juez Vedette", nos ha salido ahora diciendo que la Guardia Civil le ha informado que, en el marco de la "operación Volhov" (nombre que evoca la primera victoria de las tropas nazis junto a soldados de la División Azul en la Segunda Guerra Mundial y que supuestamente le ha dado la Benemérita a estas pesquisas) Rusia había prometido enviar 10.000 soldados a Cataluña y pagar su estratosférica Deuda, que asciende a más de 75.000 millones de euros. Las autoridades Rusas, al conocerlo, han calificado las declaraciones del juez de "delirantes" ¿Hay alguien, en su sano juicio, que pueda siquiera pensar que Rusia iba a enviar 10.000 soldados a un país de la OTAN y pagar esa brutal Deuda a los independentistas catalanes? Pues, parece ser que el juez Aguirre sí y no sabemos si alguien más en la Guardia Civil. Una de las claves de este asunto es que este juez, después de investigar a la Benemérita, ha dirigido varias operaciones estrambóticas apoyándose precisamente en el instituto armado. La verdad, sin embargo, es bien distinta, como conoce perfectamente la Guardia Civil de investigaciones anteriores en Cataluña. Puigdemont y sus secuaces estaban preparando su propio ejército, que nada tenía que ver con Rusia: En efecto, el 1 de abril de 2. 013 el Centre d´Estudis Estrategis de Cataluya (CEEC), uno de los “chiringuitos” más peligrosos creados por el independentismo, publicó un estudio perfectamente detallado sobre un futuro Ejército Catalán bajo el título de “La futura Força de Defensa de Catalunya”, el presupuesto inicial era de 3.500 millones de euros y se tomaría a Los Mossos de Escuadra como germen de esa nueva fuerza militar. Los oficiales y jefes serían catalanes filtrados del Ejército Español siguiendo exactamente el mismo guion que utilizó Lituania con los oficiales de la antigua URSS que tomó para sus FF AA. Los asesores militares serían de los EE UU y de Reino Unido y de esos dos países la mayor parte del material bélico con el que dotarían a sus unidades. El estudio, profesional hasta en los más mínimos detalles, tanto del material como de la composición pormenorizada de las unidades, del despliegue de la fuerza, etc, demuestra hasta donde estaban dispuestos a llegar. Pero, es que también el Consejo Atlántico (Atlantic Council), un grupo de expertos estadounidenses en el campo de los asuntos internacionales y militares con sede en Washington relacionado con la OTAN,  ya se ocupó de la posible independencia de Cataluña y sus connotaciones militares en un trabajo al que dieron el título de “Implicaciones militares de la secesión de Cataluña”, y esto sucedía en agosto de 2.014. Una de las primeras medidas que tomaría el Gobierno de la República Catalana sería la creación de un Ministerio de Defensa y de un Ejército que estaría compuesto por suboficiales, oficiales, jefes y generales profesionales y por soldados de reemplazo, pues también habían planeado implantar el servicio militar obligatorio en Cataluña (como hemos sabido por la información interceptada por la Guardia Civil en su día) la antigua “mili” que no les gustaba nada en España. El Gobierno del Estado, que está muy ocupado en regatear sobre las comparecencias del presidente en el Congreso de los Diputados y la duración del Estado de Alarma, y, en concreto, el ministro de Interior, bien haría en indagar sobre lo que está sucediendo y en aclarar este asunto extremadamente grave, extremadamente grave sin entrar en más detalles.


miércoles, 28 de octubre de 2020

¿PUEDE DECIDIR EL VOTO HISPANO LAS ELECCIONES?

 


Me referiré siempre a los hispanos que viven en los EE UU y no a los mal llamados latinos, sean personas o países americanos de habla española. Países latinos son Italia, España, Portugal, Francia, Moldavia, Rumanía y Andorra, con lenguas de raíces románicas, pero, ninguno de los “latinos” que viven en los EE UU habla ninguna de esas lenguas, unos pocos hablan portugués y casi todos hablan español, así que, repito, la denominación correcta es la de hispanos. La gente tiene una idea muy equivocada con respecto al voto hispano en los EE UU. El primer requisito para poder votar en las elecciones presidenciales estadounidenses, como sucede en todas partes, es que usted tiene que tener la nacionalidad del país. Así que los hispanos que no tienen la nacionalidad estadounidense no cuentan en las urnas y cuentan muy poco para mediatizar el voto de los otros. A los hispanos estadounidenses les importa muy poco el muro de Trump, es más, ahora son los primeros en defenderlo, aunque ellos hayan sido “espaldas mojadas” en su día. La gran mayoría de los hispanos de los EE UU son de derechas, cuando no de ultraderecha, aunque hayan huido de dictaduras ultraderechistas centroamericanas, y consideran, como todos los que viven en La Florida, estos ya salieron siendo así de Cuba, a Biden un socialista o incluso un comunista. Esos hispanos que llenan los ejércitos de los EE UU y que son capaces de matar a cualquiera, incluyendo a personas en sus países de origen, si se lo ordena el Tío Sam van a votar mayoritariamente a Trump, como los negros, los musulmanes y otras minorías votarán en su mayoría por Joe Biden. Los hispanos unirán sus votos muy contentos a la América profunda y a los que los desprecian y podrían, claro que sí, decidir las elecciones.

martes, 27 de octubre de 2020

¿UNOS PRESUPUESTOS PROGRESISTAS Y DE IZQUIERDAS?

 


Responderé a la pregunta sin ambages: no, para nada. Siendo caritativo diré que solo son algo menos derechistas de los que haría la derecha. Estamos hablando de unos Presupuestos que no suben los impuestos a los más ricos, se los suben a los trabajadores muy cualificados que tienen una nómina (cuadros de empresas, directores, gerentes, etc) pasando su impuesto por IRPF del 45%, que ya era claramente confiscatorio, a nada menos que el 47%. Es decir, se castiga a los que más se han esforzado por estudiar y que más se han sacrificado por ascender en sus empresas, hurtando muchas horas al ocio personal y a estar con sus familias. También suben los impuestos de sociedades y de patrimonio, me dirán algunos, pero los ricos tienen sus empresas en sociedades afincadas en paraísos fiscales, como todos sabemos ¿dónde están abanderados la mayoría de los buques mercantes, por ejemplo? Se trata de una pantomima para dar un falso barniz ideológico a unos Presupuestos que tienen de izquierda lo que yo de obispo. La verdad, la verdad desagradable y nada progresista, es que el grueso de los ingresos va a salir de los de siempre: un “dieselazo”, de casi dos céntimos por litro, que perjudicará muy especialmente a los autónomos, a los transportistas y, por tanto, a toda la cadena productiva y de distribución, subida de las bolsas de plástico de los supermercados, subidas de las bebidas azucaradas, etc. Aunque el Banco de España nos acaba de decir en su último informe que entre el fraude fiscal y la economía sumergida se detraen anualmente a las arcas públicas la brutal cifra de 80.000 millones de euros, en los Presupuestos del Estado que se van a presentar al Congreso de los Diputados no figura una sola medida para atacar, pero en serio, a los que nos roban a todos; eso sí, ni la derecha ni la ultraderecha van a decir ni pío de este asunto. El pedigrí de izquierda no se lo gana uno con palabrería y con golpes de pecho fariseos en favor de los más desfavorecidos, se lo gana uno, o una, con una política fiscal verdaderamente de izquierda ¿Entendido?

lunes, 26 de octubre de 2020

LOS ISLAMISTAS AMENAZAN A FRANCIA

No son nuevas ni las amenazas ni los atentados islamistas contra Francia; el último atentado, con un profesor degollado, lo hemos visto hace poco, pero al problema cultural que ya enfrentaba el país de la libertad con una población musulmana que no ha podido ser integrada y que tiene una cultura muy distinta, que choca frontalmente con la europea, se ha juntado que ha llegado al Palacio del Elíseo un presidente, Macron, apadrinado por la élite financiera judía de Francia y unos intereses estratégicos de los galos que chocan frontalmente con los de algunos países musulmanes, especialmente con los de Turquía. Todos recordaremos que fue Francia la que arrastró a la OTAN a la aventura libia para derrocar a Al Gaddafi. Los franceses querían controlar el petróleo libio, como controlan el mercado de los minerales estratégicos en toda el África Subsahariana, pero también querían afianzar su posición estratégica en el Magreb, que se había deteriorado mucho por culpa, o gracias, según como se mire, a Al Gaddafi. Pero, hete aquí que un tipo sin escrúpulos, con bastantes menos escrúpulos que los franceses, que ya es decir, que lleva mucho tiempo coqueteando, protegiendo y financiando a los asesinos, me refiero al presidente turco, se ha propuesto hacer la puñeta a Francia en Libia y está apoyando con mercenarios islamistas y con armas, con los mismos criminales que combatieron en Siria con el Estado islámico y con el Frente Al Nusra, a las fuerzas que se oponen a las tropas del mariscal Jalifa Hafter, que apoyan Francia y Rusia. Si a esto añadimos los problemas de Turquía con Grecia por el control del petróleo del Mediterráneo Oriental, el problema de Chipre y la intervención turca, también con mercenarios islamistas y armas, pero ahí hasta con su propio ejército, en el conflicto entre el musulmán Azarbaiyán y la cristiana Armenia por Nagorno Karabaj tenemos una fotografía perfecta de la situación que el fanático Erdogán está provocando. Nadie puede entender, salvo que el fanatismo religioso nuble la mente, que alguien se pueda meter al mismo tiempo con los EE UU, con Rusia, y con la UE, empezando por Francia. Pero tampoco se podía entender, salvo por el fanatismo religioso, que Erdogán apoyara en Siria a los asesinos más sanguinarios que el mundo ha visto en las últimas décadas. Estamos hablando de una vieja estrategia de los islamistas: Aunque los miembros del Estado Islámico, esa propia entidad, y los países que los financian, arman y protegen, son sunitas, el ISIS y sus valedores, utilizan la vieja estrategia del terror de un persa, de familia chiita, que se convirtió al ismailismo, una rama esotérica del Islam que defiende una interpretación muy peculiar del Corán. Es imprescindible conocer esto para entender las prácticas y la estrategia de los terroristas del Estado Islámico y de sus padrinos. Hasan al-Sabbah nació en Qom, actual Irán, en 1.034 y después de abrazar el ismailismo y de acatar la autoridad del imán-califa de El Cairo, al Mustansir y su “Da´wa” (misión) fundó una orden criminal, los hashshashin, de donde deriva la palabra asesino. Mediante fanáticos suicidas a los que se prometía el Paraíso, la secta sembró el terror en los países de la zona y Hasan al-Sabbah se aseguró la impunidad y hasta la protección de las autoridades, pues todos temían ser víctimas de sus hashshashin ¿Es esa el arma de destrucción masiva de Turquía y de los que están amenazando a Francia?

sábado, 24 de octubre de 2020

¿QUIÉN CONTROLARÁ A LOS MALOS?

 


La situación de la pandemia es otra vez muy grave. Como habían adelantado algunos científicos chinos durante la primera ola, este virus tiene algunos comportamientos similares a los virus de la gripe, en la forma como se contagia y en la estacionalidad, su capacidad de infección aumenta cuando disminuye la temperatura. Así que el éxito al contenerlo durante la primera ola no solo se debió, sin duda alguna, al confinamiento, seguramente también a la llegada del verano y del calor. Pero ¡atentos! ahora vamos hacia el frío del invierno. Todas las medidas de precaución son pocas y estamos volviendo a ver como, tras escuchar las noticias, la gente, con fundamento y con razón, ha vuelto a sentir miedo, porque los contagios las hospitalizaciones y los muertos están creciendo exponencialmente. Este miedo fundado a lo que nos puede pasar también ha llegado a casi todas las fuerzas políticas y también observamos ya lo que hace unas semanas no era posible: los mismos que criticaban medidas como el Estado de Alarma, el instrumento legal que permite limitar libertades y derechos fundamentales, ahora lo piden. Sin embargo, me temo que un peligro importante añadido podemos tener en esta segunda ola, un peligro que ya se manifestó durante la primera, pero más tímidamente, me refiero a los insumisos de la ultraderecha, esa gente que se manifestaba en sus coches pidiendo, en el colmo del cinismo, “democracia y libertad”, mientras sus líderes votaban sistemáticamente en contra de todas las prórrogas del Estado de Alarma en el Congreso de los Diputados. Las autoridades, todas ellas, independientemente de su color político, están ya aplicando medidas radicales, como no puede ser de otra manera y como lo exigen las circunstancias, en unas acertarán y en otras se equivocarán, pero, lo que debemos tener muy claro es que si esas medidas no se cumplen, si hay gente que se las pasa por la entrepierna, la situación, y no solo la situación sanitaria, puede ser bastante peor, bastante más grave, de lo que ya lo va a ser. Las redes sociales ya se están inundando de comentarios de impresentables que dicen que no piensan cumplir las medidas impuestas por las autoridades y la ultraderecha va a animar a la subversión, como está haciendo en otros países ¿Quién controlará que las medidas se cumplan? ¿quién controlará a los malos? Veremos.

lunes, 19 de octubre de 2020

EL SIGLO DE CHINA

 Occidente ha fracasado. Mientras China y algunos otros países del Extremo Oriente y de Indochina han controlado la pandemia, en Europa y América se disparan los contagios en esta segunda ola ¿por qué esa diferencia entre sociedades y entre países? pues porque en China o Vietnam, por ejemplo, nadie discute las órdenes del Gobierno, si hay que confinar una ciudad entera para aislar un brote se aísla, todo el mundo obedece y se acaba en pocos días con el brote. Nadie discute al Gran Hermano ¿Qué esas son dictaduras y que en Europa y Norteamérica vivimos en democracias? vale, pero ¿quién ha dicho que el virus respeta la democracia y sus leyes? En determinadas situaciones la democracia, tal como nosotros la entendemos, no es una ventaja, es un inconveniente, por eso nuestra Constitución contempla medidas excepcionales, de limitación de derechos y libertades, para situaciones excepcionales como ésta, medidas como el Estado de Alarma, que también se cuestiona ¿Alguien se imagina a un ejército discutiendo qué medidas tomar mientras el enemigo avanza, a bayoneta calada, sobre sus trincheras? Pues bien, estamos en una guerra, en una guerra contra el Covid-19, aunque muchos aún no se han enterado y seguirán discutiendo sobre si son galgos o son podencos mientras la gente se infecta y se muere y cierran los negocios uno tras otro. El Siglo XXI será el siglo de los que venzan en esta guerra, será el siglo del sistema y el método capaces de vencer al virus, nos gusten más o nos gusten menos, es decir, será, sin ninguna duda, el siglo de China ¿Hay alguien, en su sano juicio, que se atreva a discutir esta afirmación?

domingo, 18 de octubre de 2020

COMO PONE EL PP LA DEMOCRACIA EN PELIGRO

 


En este país sabemos mucho de golpes de Estado y olemos a los golpistas a kilómetros. Algunos golpistas pueden pasar largas temporadas hibernando en la democracia hasta que algún acontecimiento, o los resultados electorales, les hacen salir de la hibernación y entonces, como los osos al finalizar el invierno, salen con mucha hambre de la cueva. Si alguien pensaba que este país, tras el 23F, estaba vacunado contra los golpes de Estado es que no está bien informado, porque, después de aquella, hubo varias intentonas más. La última, a la que increíblemente no se dio ninguna publicidad, ni se denunció, fue la protagonizada por Abascal en el Congreso de los Diputados. El líder de Vox propuso allí, sin cortarse un pelo, un Gobierno de “salvación nacional” al margen de las urnas y de la mayoría parlamentaria, no sabemos presidido por qué “elefante blanco”. Veremos qué candidato, qué programa y con qué nueva ocurrencia golpista nos sorprenden los ultraderechistas con su moción de censura, que no está muy clara si va contra Sánchez o, en realidad, contra Casado. Pero, el golpismo tiene a veces otras formas más sutiles de manifestarse: puedes ser un golpista, por ejemplo, si no aceptas los resultados de las elecciones y si condicionas las obligaciones que te impone la Constitución a que el Gobierno sea el que a ti te guste, vetando a formaciones políticas que aborreces. Es exactamente lo que está haciendo, y no está haciendo, el PP con la renovación de Consejo General del Poder Judicial. A pesar de que son los propios jueces los que se han dirigido en varias ocasiones al Ejecutivo y al Legislativo para que sean renovados sus órganos superiores, cuyo mandato caducó hace ya más de dos años, el PP se ha instalado en el bloqueo institucional, no solo eso, como el niño acusica, Casado ha ido a contar a la “profesora” Úrsula von Der Leyen lo malos que son los del Gobierno “socialcomunista” español, que ahora quieren cambiar la ley para que no sea necesaria una mayoría tan amplia para renovar los órganos superiores de la Justicia, aunque Sánchez le ha dicho a Casado que retirará la propuesta de inmediato si el PP se sienta a negociar. En Europa conocen muy bien lo poco serios que son los del PP, porque no casualmente el Grupo Popular Europeo se topó con el escollo de los diputados populares españoles, que impidieron echar del Grupo, precisamente por sus ataques a la Justicia en Hungría, a los de Viktor Orbán. Como la posición del PP en este asunto es insostenible dialécticamente, y lo saben, los populares se han sacado ahora otra de la manga, uniéndose a la de Ciudadanos: que sean los propios jueces los que elijan a los órganos superiores de la Justicia, lo que nunca había querido el PP, el caso es enredar para que todo siga igual y continúe el mismo Consejo General del Poder Judicial que se eligió cuando gobernaba Rajoy. Para nada es más democrático que los órganos superiores de la Justicia sean elegidos por los propios jueces, porque la Justicia, al contrario que el poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, no estaría sujeta al mandato de los ciudadanos, al poder del pueblo, el único legítimo constitucionalmente, y podría cargarse, legítimamente, o no, un Gobierno, como hemos visto en algunos países, al margen del Parlamento. Una cosa es asesinar a Monstesquieu, nadie en sano juicio puede querer eso, todos queremos que la Justicia sea independiente y que sus decisiones no estén políticamente mediatizadas, y otra muy distinta poner en peligro la democracia y el poder popular. Así que la mayoría cualificada de las 3/5 partes del Congreso de los Diputados y del Senado, que es como está la ley actual, me parece lo más democrático del mundo, lo demás son fuegos de artificio y piruetas dialécticas cuya única consecuencia, espero que no conscientemente, es favorecer el golpismo.

lunes, 12 de octubre de 2020

¿EL FIN DE LA DEMOCRACIA?

 


Dejemos ante todo sentado que la democracia liberal y capitalista, la que todavía sobrevive en los países occidentales, no es la regla en el mundo, es más bien la excepción, pues la mayor parte de la Humanidad vive en países con regímenes no democráticos, pero tiene una gran influencia política y cultural. Yo no voy a entrar ahora en si eso es bueno o malo para todos y en todas partes, el debate que planteo hoy es otro, el debate es si la democracia liberal va a sobrevivir en Occidente. Varias veces a lo largo del siglo pasado la democracia liberal estuvo en serio peligro, los fascismos llegaron al poder en países muy importantes y en otros estuvieron muy cerca, pero la democracia liberal sobrevivió, aunque a veces seriamente tocada y después de terribles guerras. Durante la llamada Guerra Fría hubo un miedo no demasiado justificado en Occidente a que la Unión Soviética extendiera el comunismo por todo el mundo, pero la verdad era que los rusos estaban más preocupados de que Occidente no se les metiera en casa, como ahora, que por aventuras ideológicas mundiales. Si el colonialismo no se hubiera cebado en muchos países de América, África y Asia seguramente la falsa lucha ideológica nunca hubiera existido. No luchaban tanto los vietnamitas, por ejemplo, por imponer el comunismo en Vietnam como por echar a los imperialistas de su país; si tiene usted alguna duda visite mañana Vietnam. Y el mismo ejemplo sirve para muchos países. Sin embargo, ahora el peligro para las democracias occidentales no es ideológico, no estamos hablando de una ideología que quiera sustituir a los regímenes establecidos, el peligro son fuerzas, no siempre bien identificadas, que no tienen un claro sesgo político y que apoyan a unos u otros, sean de la ideología que sean, en función de oscuros intereses ¡Ojo! los mismos que apoyan en otras partes a gentes y formaciones políticas ideológicamente en las antípodas de Trump, en los EE UU apoyan a Trump, porque el presidente sirve a sus intereses. Ningún escenario es más diáfano y más clarificador para ilustrar lo que quiero decir que los EE UU. Son ya muchos analistas los que coinciden en afirmar que la democracia está en serio peligro en la primera potencia mundial, como nunca lo había estado a lo largo de su historia, ni siquiera durante el Macartismo. Nunca se había visto a un presidente y a un líder de la oposición hacer llamamientos a soluciones golpistas, al margen de las urnas, de la democracia y de la Ley, pero eso es precisamente lo que están haciendo tanto Donald Trump como Joe Biden, y estamos hablando de un país donde la gente está armada hasta los dientes. Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses van a ser la prueba del nueve para ver si estamos planteando debates absurdos y tonterías o, al contrario, hay una nueva y muy seria amenaza a la democracia que podría materializarse primero en los EE UU para luego extenderse por todo Occidente. Los demócratas, de izquierdas y de derechas, que están muy perdidos últimamente y que coquetean con fuerzas y poderes no democráticos, deberían tener mucho cuidado.

domingo, 11 de octubre de 2020

LA ULTRADERECHA Y EL CORONAVIRUS

 


La ultraderecha había medrado en los últimos años en el mundo por varias causas: En Europa los partidos neonazis y neofascistas habían crecido porque habían sabido arrimar el ascua de los problemas generados por la inmigración irregular masiva a su sardina. Lo mismo sucedió en los EE UU, donde solo se explica el ascenso de Trump porque el actual presidente hizo de la lucha contra la inmigración su bandera, con el muro y con el eslogan “América primero”. En Iberoamérica el fenómeno del ascenso de la ultraderecha en algunos países, como en Brasil, por ejemplo, tiene unas connotaciones distintas. En España la aparición de Vox supuso que toda la gente de ultraderecha que votaba al PP se pasara al partido de Abascal, pero no solo gente de ultraderecha, también gente poco politizada, muchos jóvenes, que no estaban de acuerdo con la inmigración, con las leyes de género y con la okupación, que no solo eran cosas que parecían consustanciales con la izquierda, tampoco el PP había hecho nada contra ellas. Pero, la llegada del coronavirus ha servido para que muchos se dieran cuenta de que la lucha de la ultraderecha contra ese tipo de cosas no formaba parte, en verdad, de su plan estratégico, solo eran asuntos instrumentales. El plan estratégico de la ultraderecha es otro muy diferente y cualquiera que tenga perspectiva histórica lo debería saber perfectamente. Por eso los empresarios de El Ejido votan a Vox, pero luego contratan inmigrantes irregulares en negro. Así que la ultraderecha ha tomado ahora como instrumento prioritario de su lucha política la pandemia, porque piensa, muy erróneamente, que eso le puede dar más votos y que con ello puede hacer más daño a la izquierda y fagotizar a la derecha civilizada y democrática (no son demócratas los que pidieron un Gobierno de “salvación nacional” al margen de las urnas y de la mayoría parlamentaria). Mientras, por ejemplo, llegan cientos de inmigrantes subsaharianos a Canarias en decenas de pateras soltadas por buques nodriza, los de Abascal no dicen nada, están ahora centrados en luchar “por la libertad y contra este Gobierno criminal y totalitario”, movilizando a sus huestes con la bandera del negacionismo, la de las conspiraciones delirantes, o la de que el Gobierno actúa o deja de actuar, todo sirve a caballo del coronavirus. Y exactamente lo mismo está haciendo la ultraderecha en toda Europa, en los EE UU o en Brasil, estén en el Gobierno o en la oposición. Craso y estupendo error que pagarán.

sábado, 10 de octubre de 2020

LOS MALOS

 


Ayer, 9 de octubre, tras la declaración por parte del Consejo de Ministros del segundo Estado de Alarma, el líder de la ultraderecha, Abascal, exactamente el mismo que criticó más que nadie que el Gobierno tardara en tomar medidas, el que condenó las manifestaciones del 8M, pero que luego votó sistemáticamente contra todas las prórrogas del primer Estado de Alarma, llamó otra vez a sus huestes a manifestarse y a salir en caravanas de coches por toda España el día 12, como ya hiciera durante la primera ola de la pandemia, cuando las UCIs estaban atestadas y no cabían los muertos en las morgues. Ese individuo es el que va a presentar una moción de censura contra el Gobierno. Casado y los suyos se están equivocando mucho alimentando a un monstruo que les comerá y defendiendo a los que volvieron a salir con su parafernalia y con sus eslóganes fascistas en el Barrio de Salamanca. Mire usted, yo soy un tipo primario, como a esos que llaman “de piñón fijo”, no tengo dobleces, veo las cosas en blanco y negro, no soy de tonos grises, al pan, pan y al vino, vino; no me gusta relativizarlo todo, no creo que usted tenga su verdad y yo la mía, el todo siempre es mayor que la parte, solo hay una verdad. Me gusta ver a la gente como buenos y malos, me siento bien así ¿Quiénes son los malos? pues, los malos son a los que no les importa insultar, zaherir y pisar al prójimo con tal de beneficiarse, son, para decirlo de una vez, los que piden democracia y libertad gritando ¡Viva Hitler! y con la fotografía de Franco en casa ¿Y los buenos? los buenos somos todos los demás, con nuestros fallos y nuestros errores.

viernes, 9 de octubre de 2020

SEGUNDO ESTADO DE ALARMA


 

En Consejo de Ministros extraordinario celebrado el viernes 9 de octubre, el Gobierno de España ha decidido decretar el segundo Estado de Alarma desde que empezó la pandemia del Covid-19. Se llega a esta situación una vez que ha quedado claro que no era cierto lo que decía la derecha, no se pueden aplicar medidas que limiten derechos fundamentales que consagra la Constitución con leyes ordinarias e incluso con leyes orgánicas. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, atendiendo (ojo al dato) una demanda de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha dejado las cosas claras. Sin embargo, ya estamos viendo que otros tribunales en otras partes de España hacen lo contrario, no tanto porque jurídicamente el asunto no sea de perugrullo como porque hace tiempo que la Justicia española está tan perdida como nuestros políticos y los jueces lo mismo dan por constitucionales leyes claramente inconstitucionales que inician investigaciones prospectivas contra alguna formación política. Todos recordamos lo que pasó con el primer Estado de Alarma: la ultraderecha, precisamente los que más acusaron al Gobierno de tardar en tomar medidas y los que insultaban groseramente al presidente del Gobierno en las redes sociales, votó sistemáticamente en contra de todas las prórrogas de esa medida excepcional, que era totalmente necesaria para limitar la movilidad y para el confinamiento de la población; los independentistas de Torra hicieron exactamente lo mismo que la ultraderecha; los independentistas de ERC apoyaron las prórrogas hasta que pretendieron cobrarse ese apoyo y entonces, como fue que no, dejaron de hacerlo; y el PP dejó de apoyar más prórrogas porque decían que la economía era lo primero y que era mejor morirse de coronavirus que de hambre. Así es como unos y otros, los responsables, los que lo sabían todo, los acusadores, los insultadores y a los que ahora ha llevado la contraria el FMI (no se puede convivir con el virus) dejaron al Gobierno de España y a Pedro Sánchez solos. Pues bien, a la vista de lo que sucedió, y a pesar de la escalada de contagios, yo entiendo que Pedro Sánchez se resistiera a decretar un segundo Estado de Alarma, lo entiendo porque dentro de quince días va a tener que volver al Congreso de los Diputados a escuchar los insultos de los que no le van a dar una prórroga. Lo entiendo, pero no lo comparto. EL Gobierno de España tendría que haber decretado el segundo Estado de Alarma hace semanas y si, a pesar de lo que ha dicho la Justicia, otras fuerzas políticas no dan sus votos para prorrogarlo y para que se puedan tomar medidas excepcionales con geometría variable, que cada cual aguante su vela y se lo explique a los españoles. Hubo que hacerlo aprisa y corriendo para que cientos de miles de madrileños no salieran de la capital en el puente del 12 de octubre y difundieran el virus por toda España.

viernes, 2 de octubre de 2020

¿OTRO RESCATE A LA BANCA?

 


Como todos estamos viendo, la crisis sanitaria del coronavirus ha ido acompañada de una tremenda crisis económica, la mayor que se recuerda desde la que siguió al Crack del 29. En esta crisis, en la que aún estamos inmersos y sobre la que es muy aventurado hacer previsiones, el protagonismo de los Estados y de las organizaciones supraestatales, como la UE, se ha hecho evidente, todo hubiera sido mucho peor sin la protección de papá Estado o del Banco Central Europeo. Los británicos no contaron en que tras el Brexit llegaría el Covid-19 y fuera de la UE llueve mucho y hace mucho frío. No es lo mismo que el BCE o la Reserva Federal impriman ingentes cantidades de dinero de mentira a que lo haga el Banco de Inglaterra, y para lidiar con las consecuencias económicas del bicho los paraísos fiscales que los ingleses tienen por todas partes no les van a servir de mucho. Eso sí, robar más de 2.000 millones de dólares en oro a Venezuela ayuda. Pues bien, son los Estados los que están poniendo el paraguas para que ciudadanos y empresas no cojan una mojadura y una pulmonía, solo un resfriado, repartiendo dinero fiat como si fueran caramelos. Los ERTEs son solo un poco de agua en la inmensidad de las ayudas, ayudas que se están llevando principalmente las empresas. Por poner solo un ejemplo, la cantidad de euros que se han llevado las aerolíneas europeas es de infarto. Es el nuevo capitalismo marxista del que ya hablamos en otras entregas. Pero, hay alguien que se va a llevar el grueso de la tarta, una tarta que finalmente (espero que nadie tenga la menor duda) acabaremos pagando los ciudadanos, ese alguien son los bancos. El índice STOXX 600 es un índice bursátil compuesto por las 600 principales compañías por capitalización bursátil europea, entre esas compañías están los principales bancos de Europa; recientemente ese índice cayó hasta mínimos de 1988, pero no tanto por la crisis económica que vivimos como por la publicación de una investigación sobre presuntas transacciones sospechosas a cargo de bancos como el HSBC, Deutsche Bank, Standard Chartered o JP Morgan, entre otros. Esas investigaciones sacaron a la luz que esos bancos se habrían enriquecido con oscuras operaciones de financiación de terroristas y con el blanqueo de dinero de creptócratas y grandes narcotraficantes, entre otras fechorías. Apunto este detalle para que usted se vaya poniendo en situación, pero voy a terminar por decírselo de esta manera: si los mafiosos no delataban a nadie cuando estaban en la cárcel subían de rango en la organización. Es decir, los bancos tienen barra libre porque poseen información sobre actividades delictivas de los Gobiernos o permitidas por los Gobiernos. Y no solo tienen barra libre para hacer ese tipo de cosas, también para exigir ingentes cantidades de dinero de los bancos centrales en forma de créditos ultrabaratos, o incluso negativos, para salvar su trasero ¿No hemos visto todos ya esta película? Así que el grueso de la pasta gansa irá a parar, otra vez, no a las empresas en general y a los trabajadores, sino a la banca. Subirán sus acciones. “Robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo”. Bertolt Brecht.

jueves, 1 de octubre de 2020

¿DERECHA LIBERTARIA O GOLPISTA?

 


La pandemia del coronavirus ha puesto patas arriba conceptos y creencias que se suponían inmutables, ya nadie discute, digan lo que quieran Bolsonaro y Obrador, que no hay una oración eficaz contra el coronavirus, que no sirven los amuletos, o que lo colectivo prima sobre lo individual. En este contexto ha emergido con fuerza lo que se ha dado en llamar el nuevo capitalismo marxista; no es que los capitalistas vayan a llevar ahora siempre encima una edición de bolsillo de “El Capital”, no pidamos peras al olmo, es que se han dado cuenta que solo el Estado, ese al que tanto aborrecieron y que quisieron minimizar hasta casi la nada, es el único que los puede salvar. Pues bien, junto al pragmatismo del capitalismo marxista ha aparecido otro concepto, el de la derecha libertaria ¿unos nuevos ácratas que quieren acabar con el poder de los Estados, como todos los anarquistas? pues no, llamemos a las cosas por su nombre: son los golpistas de toda la vida. Esta derecha libertaria, o golpista, tiene personajes verdaderamente encantadores, aunque no por eso menos peligrosos, como, por ejemplo, Donald Trump, que lleva ya tiempo amenazando con pasarse los resultados de las próximas elecciones presidenciales por la entrepierna. Aquí, en España, también tenemos nuestra derecha libertaria, o golpista, aunque ni mucho menos el golpismo ibérico es privativo solo de la derecha, me explico: Es verdaderamente patética la rebeldía que está mostrando la Comunidad Autónoma de Madrid con el Gobierno de España. Los que acusaban a Sánchez de tardar en tomar medidas, los que acusaban a los “socialcomunistas” de las manifestaciones del 8M y llamaban, con razón, a los independentistas catalanes golpistas, por desobedecer la Constitución y la Ley, hacen ellos lo mismo. Mientras la pandemia se extiende por la capital de España, Ayuso y compañía se comparan con pueblos y ciudades de 20.000 habitantes, cualquier cosa sirve para desobedecer las recomendaciones científicas y para ningunear al Gobierno del Estado. Tras la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo y que emergieran otros conspicuos del PP, como el alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, parecía que los populares habían tomado buena nota de que la voxificación de su partido no había sido una buena idea, pero, ha sido un espejismo, siguen en las mismas, siguen en el cuanto peor, mejor, como los de Abascal, con la esperanza de derrocar al Gobierno y cargarse la legislatura utilizando cualquier argumento o instrumento, desde deslegitimar a una parte del Gobierno, “por comunistas”, hasta simplemente desobedecer. Si eso no es golpismo que venga Dios y lo vea. Es exactamente el mismo golpismo que el de Puigdemont y de Torra. No se me olvida que aliados objetivos de esta derecha libertaria, o golpista, también los hay en el PSOE, son los que montaron un golpe contra su propio secretario general y que, aunque la militancia socialista los ha puesto en su sitio, siguen ahí y no pierden la más mínima oportunidad de criticar a Sánchez y a su Gobierno de llamar Pablo Manuel, con sorna, a Iglesias o de salir a defender a Juan Carlos, por ejemplo ¿Señor X de los GAL, lobista, golpista y defensor de un exmonarca corrupto? menudo currículum. Seguramente habrá quien piense que exagero, que una cosa es discrepar con el Gobierno y ejercer una dura oposición y otra muy distinta ser un golpista, no se imagina usted cómo me gustaría estar equivocado, pero, vamos a ver la moción de censura de Vox, cuáles son sus argumentos y su programa y si el PP se sube, o no, a ese carro. Ciudadanos debería apearse de ese tren cuanto antes, los de Arrimadas se han embarcado con unos compañeros de viaje nada recomendables. Pero, de momento, el Gobierno de España sigue gobernando.