Los últimos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, incluido el asesinato selectivo del jefe militar de Hamás, Ahmed Tabari, son el preámbulo de una nueva ofensiva sionista, que pretende enterrar, a sangre y fuego, las legítimas aspiraciones de los palestinos para que su país sea reconocido como observador en la ONU, asunto que debatirá la Asamblea General el día 29 de este mes.
En efecto, el asesinato del líder militar de Hamás no ha sido un hecho aislado, ese mismo día Israel lanzó 25 ataques aéreos contra Gaza, y también intervinieron fuerzas navales y terrestres, con el resultado de mas de una docena de muertos y casi un centenar de heridos. Como siempre suelen hacer, los sionistas esgrimen el argumento de que es una respuesta al lanzamiento de cohetes artesanales contra su territorio, pero la desproporción de la venganza, como ya sucedió en la criminal "Operación Plomo Fundido" de 2.008/2.009, que provocó 1.500 muertos, la mayoría civiles, es enorme y se incrementará en los próximos días. Para que el asunto todavía sea mas sangrante, el líder de Hamás asesinado estaba negociando una tregua permanente con Israel. Sin embargo, los sionistas, como es habitual, han tenido el apoyo de EE UU y la comprensión de la UE a sus operaciones, mientras que la Autoridad Nacional Palestina ha pedido amparo a la Liga Árabe (mayoría sunita), que parece estar mas ocupada en acabar con el régimen sirio y que no tendría demasiados escrúpulos si Gaza, donde gobierna Hamás, aliada de Irán (chiíta), fuera otra vez arrasada.
En varias ocasiones hemos advertido de la grave irresponsabilidad de las potencias occidentales al permitir que Israel, no solo tenga uno de los ejércitos mas importantes del mundo, sino que, además, se haya hecho con armas atómicas, con sus vectores correspondientes. Francia les vendió un reactor nuclear, EE UU armamento sofisticado y Alemania varios submarinos de última generación, que han sido equipados con misiles de crucero "Popeye Turbo" de fabricación israelí, que portan una cabeza nuclear táctica y tienen un alcance de 1.500 kilómetros. Los sionistas también cuentan con misiles balísticos de alcance medio, como el "Jericó II" o con rango intercontinental (alcance de 11.000 Km.) como el "Jericó III", que pueden llevar también, respectivamente, ojivas nucleares tácticas o estratégicas. También cuenta en su Fuerza Aérea con sofisticados aviones F-15, de fabricación norteamericana, que pueden portar armamento de destrucción masiva.
Israel, como todo el mundo sabe, es un Estado pirata que no acata las resoluciones de la ONU (devolución de los territorios ocupados y condena a los asentamientos de colonos en territorio palestino), que secuestra barcos en aguas internacionales, que bombardea instalaciones nucleares en países soberanos (Siria e Irak), que invade y arrasa con sus tanques países vecinos (Líbano), pero es que, además, al calor del apoyo de EE UU y la UE a los mercenarios que luchan contra el Gobierno de Siria y a la tensión de Occidente con Irán, se ha envalentonado en los últimos tiempos.
Aunque las noticias no se han dado o se han minimizado en los medios informativos de los países de la OTAN, Israel ha lanzado en los últimos días varios ataques contra Siria y el día 23 de octubre pasado, en una operación combinada con fuerzas de EE UU (de la V Flota y de las desplegadas en Irak y en la Península Arábiga), sus aviones bombardearon, sin provocación alguna, Sudán. Pero cuando Israel se exceda todavía mas en sus atrocidades todo el mundo se echará, hipócritamente, las manos a la cabeza. Mientras, nos quieren convencer de que Hamás son los terroristas y de que Irán amenaza la paz mundial.
Pero, ninguna sucia o criminal estrategia va a impedir que Palestina sea reconocida como Estado observador por la Asamblea General de la ONU.
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