viernes, 23 de noviembre de 2012

OCURRENCIAS E INDECENCIAS

Fuimos muchos los españoles que estábamos convencidos que difícilmente tendríamos un político mas irresponsable que el ex-presidente Zapatero, que con sus ocurrencias dejó nuestro país hecho unos zorros, pero hete aquí que el Ejecutivo que preside Rajoy está haciendo grandes esfuerzos para batir aquella marca y parece que lo está consiguiendo.

Y es que los políticos del bipartidismo se parecen bastante, por mucho que pretendan hacernos creer que son enemigos irreconciliables, son muy semejantes en su concepción filosófica y en la praxis política, pero también en sus comportamientos, en sus roles. Cuando José Blanco, el anterior ministro de Fomento, la lió parda con la privatización de AENA, mientras echaba a los controladores a la chusma para despistar, pensábamos que no se podía ser mas cínico ni tener mas cara dura, también estábamos equivocados.

En el Gobierno del PSOE era su presidente el paladín de las fechorías, aquellas alegrías de los 2.500 euros por nacimientos, sin discriminación por nivel de ingresos, el descuento de 400 euros del IRPF, ordenadores para todos, Plan E, regularización masiva de inmigrantes indocumentados, venta a precio de saldo de una tercera parte de las reservas de oro del banco de España, etc, fueron ocurrencias que pensábamos quedarían grabadas en la historia de las pifias como hitos insuperables, craso error.

En el nuevo Gobierno, el papel de ministro insoportable lo ha asumido el de Hacienda, Sr. Montoro. Tuvimos que tener mucha serenidad y aplomo para no acordarnos de sus muertos mientras nos desgranaba los Presupuestos Generales del Estado para 2.013, lo peor fue que salpimentaba los recortes con la misma sorna y las mismas risitas que usaba José Blanco cuando nos mentía en los plazos de las obras del AVE o de la Autovía del Cantábrico, pero, además y sin cortarse un pelo, Montoro llamó a los diputados ignorantes, diciéndoles a la cara que no tenían pajolera idea de economía. Pero, el ministro que verdaderamente promete y que se está erigiendo por méritos propios en el ocurrente mayor del reino es, sin duda alguna, Alberto Ruiz Gallardón, que desde su cartera de Justicia quiere validar y hacerse acreedor al insultante calificativo que le dedicó Esperanza Aguirre.

Si con la pretensión de implantar las nuevas tasas Gallardón ha conseguido que le lluevan las críticas desde todas partes y que los partidos de la oposición acudan al Tribunal Constitucional y a la Defensora del Pueblo, con el anuncio de que se va a dar la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefasdíes (unos tres millones repartidos por el mundo) que fueron expulsados por los Reyes Católicos, se ha sublimado. Esperemos que a una buena parte de ellos no les dé por regresar y exigir sus derechos: salario y vivienda sociales, sanidad gratuita, subvención por familiares dependientes, etc, pero se les ha puesto a huevo. Aunque parezca increíble, el Gobierno de Rajoy pretende hacer pagar a los españoles actuales los pecados de nuestros antepasados y Gallardón nos lo sirve como un gran logro.

En el capítulo de las indecencias sobresale la vil estrategia en que se han embarcado los populares en la campaña electoral catalana, aprovechándose del Diario El Mundo para embarrarla. Las acusaciones contra altos dirigentes de CIU, incluyendo al presidente de la Generalitat, Artur Mas, muestra la incapacidad política del PP de llevar el debate a donde verdaderamente interesa a los ciudadanos, buscar una salida a la crisis económica y al paro. Pero, lo mas fuerte es que precisamente los que ahora acusan a los dirigente de CIU de corrupción, algo que todos sabíamos a partir del escándalo del Palau de la Música y el famoso 3%, han colaborado con ellos, no solo hablando catalán en la intimidad, dándoles, hace poco tiempo, el apoyo en los Presupuestos de Cataluña. Pero tampoco podemos olvidar las declaraciones del presidente Rajoy en la factoría de Renault, ante el anuncio de que la marca francesa creará 1.300 puestos de trabajo en España: "Esta buena noticia se debe a la Reforma Laboral que hemos aprobado", nos ha dicho D. Mariano, que ha soslayado que ya estamos muy cerca de los seis millones de parados y que, desde que él llegó al Gobierno, se han perdido 1.000 puestos de trabajo diarios.

Ante lo que ya estamos viendo, mucho me temo que las ocurrencias y las indecencias van a continuar.

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