lunes, 5 de noviembre de 2012

GIJÓN Y LOS HOMBRES DE HARRELSON

A finales de 1.972, ante el alarmante aumento de la delincuencia, incluidos robos, agresiones y tráfico de drogas, el Ayuntamiento de Valencia creó la Brigada 26, un grupo nocturno de la Policía Municipal, cuyos integrantes enseguida fueron apodados por los valencianos como "Los hombres de Harrelson", una serie televisiva muy famosa por entonces.

La Brigada 26 era una sección con fama de dura, cuyos componentes habían sido seleccionados teniendo en cuenta su juventud (la media de la Policía Municipal valenciana era de 55 años), su estatura y sus actitudes físicas y psicológicas para desempeñar una labor que se preveía complicada. Iban vestidos totalmente de negro y con un revólver Smith & Wesson del calibre 38 al cinto, en vez de la pistola reglamentaria, y se desplegaban en escuadra, es decir, cuatro agentes y un cabo, como en el ejército, lo que garantizaba su propia seguridad, la intimidación a los infractores de la Ley y que pudieran actuar, cuando el caso lo requería, con contundencia.

La expectación de los ciudadanos valencianos y de los delincuentes habituales fue el denominador común en los primeros días del despliegue de la nueva unidad. Sus intervenciones se centraban principalmente en los lugares donde eran frecuentes los tráficos carnales y de drogas y en los locales nocturnos, como discotecas y bares de copas, también acudían raudos cuando un tumulto o una pelea ponían en peligro la tranquilidad de la noche de la Ciudad del Turia. Desde su implantación, las actuaciones delictivas en Valencia disminuyeron de forma espectacular y pronto se ganaron el aprecio de la gente decente que se divertía de forma civilizada en la noche. Su sola presencia infundía respeto y "Los hombres de Harrelson" y su jefe, Manuel Jordán, que dirigía la Policía Municipal de Valencia, al que todo el mundo empezó a llamar "T. J.", se ganaron el aprecio de los valencianos.

La Brigada 26 fue desmantelada en 1.986, bajo acusaciones de connivencia con narcotraficantes y proxenetas que, según dijeron algunos, era un riesgo consustancial con su actividad exclusivamente nocturna, pero la verdad fue que el consistorio socialista estimó que esa sección policial no encajaba con su filosofía política. Pero, ante la proliferación de las actividades delictivas, el ejemplo de la Brigada 26 ha sido seguido por otros ayuntamientos, como el de Alicante, que ha puesto en marcha una unidad de élite de su policía local, bajo el nombre de Grupo Operativo de Intervencíon Rápida (GOIR).

Gijón no es una ciudad especialmente peligrosa, al contrario, pero es evidente que, sobre todo en su noche, cada vez proliferan más los actos vandálicos, los robos, las agresiones e incluso los asesinatos. El reciente episodio de la brutal paliza al que unos criminales sometieron al portero del pasadizo de Begoña es otro episodio mas de un rosario cada vez mas frecuente.

La progresía, como sucedió en Valencia, no hizo nada realmente efectivo en décadas de Gobierno, aunque alguno clame al cielo cuando la sangre llega a su propio portal, pero el consistorio que dirige la alcaldesa de Foro Asturias, Carmen Moriyón, con el apoyo del PP local, tiene que actuar de forma diferente.

El equipo de gobierno municipal ya tomó la iniciativa de prohibir el botellón y sancionar ejemplarmente, entre otras cosas, a los que destruyen mobiliario urbano o hacen sus necesidades en la calle, ante la previsible oposición de la pseudoizquierda, pero además de que la implantación de estas medidas debe ser ya inmediata, será necesaria una sección de la Policía Municipal especializada que las haga cumplir y que de tranquilidad a los gijoneses.

Gijón también puede tener sus "hombres de Harrelson", a imitación de la ya histórica Brigada 26 de Valencia, propuesta que, apuéstese usted algo, encontrará detractores en los de lengua bífida, pero esa iniciativa requerirá recursos económicos que, en la época de crisis en que nos encontramos, tendrán que ser obtenidos sin grabar mas a los ciudadanos, algo que puede hacerse.

Una ciudad segura es una garantía de atracción turística y de verdadero bienestar para sus habitantes.
NOTA: la foto corresponde a algunos hombres de la Brigada 26 de Valencia.

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