sábado, 10 de noviembre de 2012

EL DRAMA DE IBERIA

Con el anuncio de que 4.500 empleados irán a la calle, la dirección de Iberia acaba de anunciar la "reestructuración" de la compañía, otra mas, que la acerca a una desaparición que estaba cantada tras su fusión con la británica British Airways.

Iberia, nuestra aerolínea de bandera, fue otra de las empresas españolas con carácter estratégico que sucumbió al prurito político de la privatización. La compañía ya era deficitaria cuando se dio entrada en ella al sector privado, pues, como ha ocurrido en nuestro país con muchas empresas del Estado, su gestión había sido pésima. Sin embargo, tampoco la nueva dirección fue capaz de llevarla a balances positivos, entre otras cosas porque el proceso coincidió con la irrupción en el mercado de las aerolíneas de bajo coste.

Pero el caso de Iberia no era, ni mecho menos, una singularidad. Otras compañías que habían sido históricas, en todas partes del mundo, desaparecieron o recurrieron a la fusión entre ellas para sumar sinergias, complementando servicios y rutas. A Iberia se le iban agotando los posibles socios, porque en Europa algunas de las empresas aéreas mas importantes ya habían iniciado el proceso de fusión, generalmente, con el intercambio de acciones. Apresuradamente, se tomó la decisión de que la compañía española se uniera a la británica British Airways, cometiendo un error que, después de muy poco tiempo, se ha revelado evidente.

Es cierto que la presión de las compañías de bajo coste, la subida del queroseno y la crisis económica han sido condicionantes decisivos en la cuenta de resultados, pero también que los británicos, como era de esperar, han arrimado el ascua a su sardina, quedándose con las rutas mas rentables y optimizando la flota de British. Mientras Iberia era abandonada a su suerte, la pérfida Albión esperaba, con la mano puesta, ver caer la fruta madura para quedarse con las rutas internacionales de Iberoamérica, las mas rentables porque no tienen la competencia de los pequeños aviones de las compañías basura y donde Iberia es hegemónica.

La ministra de Empleo (con casi 6 millones de parados esto es un monumental sarcasmo) Fátima Báñez ha dicho a los responsables de Iberia que apliquen la Reforma Laboral con "sensibilidad", algo así como el legislador que aprueba la pena de muerte y luego pide al verdugo que no haga sufrir demasiado al reo.

El caso de Iberia y las dramáticas consecuencias que traerá para el prestigio de España y la vida de muchas familias es otro episodio mas de una crisis económica que muchos califican ya como la "Gran Estafa", pero que en realidad solo es el resultado del triunfo de las políticas neoliberales, donde el beneficio, a costa de lo que sea, se ha convertido en el nuevo Dios. Pongamos como ejemplo que en el pasado ejercicio, en los EE UU, el paro aumentaba hasta cifras nunca vistas desde la "Gran depresión", mientras los beneficios empresariales eran los mas altos de la Historia.

Permítame usted acabar con un pequeño extracto de "El Capital" de Karl Marx, una obra cada vez mas actual y sin la cual no podríamos comprender lo que está sucediendo. Esta es la "Ley general de la acumulación capitalista" enunciada y demostrada por Marx: "A medida que aumenta la acumulación de capital se produce y consolida necesariamente un número creciente de obreros sobrantes para el sistema, una población supernumeraria que tiene que subsistir en condiciones precarias presionando a condiciones de explotación mayor a los demás obreros y a mayor miseria para los proletarios en general. A estos obreros sobrantes se los denomina "ejército industrial de reserva". Esto explica que a medida que se acumula el capital y, por consiguiente, riqueza, se produce de manera pareja una acumulación creciente de miseria en la mayoría de la población, es decir, la acumulación de capital en un polo es equivalente a la producción de miseria en el otro".

¿Quienes serán los próximos?.

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