El día 16 de septiembre escribíamos un artículo con el título de "El Rey, ausente", en el que decíamos que, ante la grave coyuntura socio-económica de España y las aspiraciones independentistas de los nacionalistas, S.M. debería hablar y dejar las cosas claras para que todos pudiéramos dormir tranquilos. Pues bien, dos días después, en la página web de la Casa del Rey, D. Juan Carlos ha publicado un breve pero contundente escrito donde, sin pormenorizar, ha puesto las cosas en su sitio. Este aviso para navegantes no parece haber sido entendido por el Gobierno de Cataluña, que no solo no se da por aludido, además se dedica a hacer publicidad televisiva, en inglés, del independentismo con dinero público.
El Rey, generalizando, ha dicho que en la difícil situación en que se encuentra nuestro país "lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras y ahondar heridas" y ha salido también en defensa del "modelo democrático y social que todos hemos elegido".
Eran ya muchos los ciudadanos que estaban alarmados ante las declaraciones que se han producido al calor de la manifestación de La Diada y por la deriva antisocial que las medidas gubernamentales contra la crisis han imprimido y que clamaban por una declaración del jefe del Estado al respecto. Incluso algunos militares habían manifestado públicamente que defenderían la Constitución a toda costa.
Afortunadamente, S. M. el Rey ha vuelto y ha hecho ver a todos que está vigilante.
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