domingo, 16 de septiembre de 2012

EL REY, AUSENTE

Ante la delicada situación en que se encuentra España, S.M. el Rey está desaparecido, aunque la actual coyuntura socioeconómica y política es sin duda la mas grave desde la contienda civil de los años 30. En la difícil noche del 23 de febrero de 1.981, cuyos verdaderos entresijos todavía no son de conocimiento público, D. Juan Carlos, con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, se asomó a las pantallas de nuestros televisores para hacer una declaración breve y contundente que desactivó una operación que se había ido de las manos, pues el verdadero golpe de Estado contra el presidente Suárez ya se había producido unos días antes provocando su dimisión.

Un golpe de Estado involucionista que hubiera sumido a nuestro país otra vez en una dictadura, aunque habría tenido consecuencias muy negativas para España, que no habría podido ingresar en la UE, y para las aspiraciones democráticas de los ciudadanos, que ya habían decidido luchar por la libertad, estaba destinado al fracaso, porque las fuerzas vivas y los poderes económicos ya no veían a los herederos del franquismo, al bunker, como los mas idóneos para defender sus intereses. Pero, además, una situación así, aunque traumática, siempre podía ser reversible.

Sin embargo, hoy España corre el peligro evidente de romperse, es más, los nacionalistas que gobiernan en Cataluña ya han dicho, sin ambages, que esa es su intención y lo mismo va a suceder dentro de poco en el País Vasco. Y eso, si llega a producirse, no tendrá vuelta atrás.

Tampoco podemos soslayar la responsabilidad de La Corona al no dar su opinión ante las medidas antisociales que tanto el Gobierno socialista de Zapatero como el del PP que preside Rajoy han aplicado, con pérdida de derechos históricos y salarios y poniendo en peligro los pilares básicos del Estado de Bienestar, y que solo han servido para aumentar la ya estratosférica cifra del paro y para que miles de comercios y empresas hayan tenido que cerrar.

Tiene razón el ministro de Hacienda, Sr. Montoro, cuando dice que lo mas importante es reducir el déficit, porque cae de cajón que no se puede gastar durante años mucho mas de lo que se ingresa sin poner en peligro la estabilidad del Estado y los propios servicios sociales que queremos defender, pero el problema está en como lo hacemos, si con subidas de impuestos, congelación de las pensiones y pérdida del poder adquisitivo, que afectan más a los que menos tienen, o metiendo la tijera en unas administraciones sobredimensionadas y con una lucha sin cuartel contra el fraude fiscal.

Vivimos en un país dirigido por irresponsables que están consiguiendo que los años de lucha y duro trabajo de nuestros padres y nuestros abuelos sean tirados por la borda. El PSOE, por ejemplo, que tomó medidas durísimas contra los trabajadores hace muy poco tiempo, se pone ahora al frente de la manifestación de Madrid para criticar las recetas similares que aplica el Gobierno del PP, pero sin proponer, faltaría más, alternativa creíble alguna.

En este trance es imperativo que el jefe del Estado ponga un poco de racionalidad y haga una declaración contundente que ponga a cada uno en su sitio y que, como ocurrió el 23F, permita a la gente respirar aliviada y dormir tranquila. En contraste con el reportaje fotográfico banal, frívolo y casi insultante, en los tiempos que corren, del Príncipe de Asturias y su familia, el Rey tiene que salir a la palestra y hablar, no hace falta que sea vestido de militar pero, eso sí, con la Constitución, esa carta magna aprobada en referéndum mayoritariamente por los españoles, en la mano.

Por cierto, jamás perdonaríamos que la monarquía aceptara reinar sobre una Cataluña independiente, operación que los nacionalistas ya han puesto en marcha y que les permitiría seguir en la UE, no tener que usar pasaporte para viajar por el resto de España, no pagar aranceles, que el Fútbol Club Barcelona jugara en la liga española, etc, y tener, a la vez, todo el dinero.

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