jueves, 27 de septiembre de 2012

EL GOBIERNO DEBE ACTUAR

La situación económica de España ya está empeorando más por los problemas políticos que vive nuestro país, con las movilizaciones ciudadanas y la aventura secesionista (que son portada en los periódicos mas importantes del mundo), que por el nivel de nuestra Deuda, por el derrumbe del mercado interno, o porque ya se ha superado el déficit establecido para todo el año.

El presidente Rajoy ya se está empezando a dar cuenta que gobernar no es fácil y menos aún en un país como el nuestro y en la coyuntura socio-económica que padecemos. Algunas de las medidas que tomó el anterior Gobierno de Zapatero, a las que se unió entusiásticamente el PP, se ha visto que han tenido el efecto contrario al que se pretendía, como la elevación de la jubilación a los 67 años, que ha provocado un aluvión de jubilaciones anticipadas. La subida del IVA al 18% que aprobó el Gobierno del PSOE ya tuvo las consecuencias de que subiera la inflación y que se retrajera el consumo pero, como no aprendemos, el Gobierno que preside Rajoy lo ha vuelto a subir, esta vez al 21%, y al final de año veremos que la medida, en vez de conseguir recaudar mas, provocará también el efecto opuesto.

A las erróneas políticas económicas y los dramas que están provocando hay que añadir lo que está sucediendo en Cataluña, donde el president, Artur Mas, ha convocado elecciones para el 25 de noviembre y ha manifestado que habrá un referéndum por la autodeterminación, permítase legalmente o no.

Cuando uno está en la cresta de la ola y se ve sobrepasado por los acontecimientos corre el riesgo de que se le caliente la boca y de decir cosas que pueden costar caras. Eso es lo que le ha pasado a Mas, porque esas declaraciones maximizan su gravedad por el foro donde se han pronunciado, el Parlamento de Cataluña, y esa solemnidad institucional es la que permite al Gobierno de España actuar.

En efecto, nada impide que el Ejecutivo que preside Rajoy puede empezar el proceso constitucional de suspensión de la autonomía catalana e incluso dar órdenes a la fiscalía y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que intervengan contra algunas personas, incluido el propio president Artur Mas, que, ante todo el mundo, se han puesto fuera de la Ley. Hay quien dice que no es lo mismo manifestar que se va a incumplir la Ley que incumplirla, pero yo soy de la opinión de que no hay que esperar a tener un cadáver cuando el asesino ya nos ha dicho que va a matar y que los maquiavelismos de salón de los que esperan que la situación se pudra tienen demasiados riesgos.

El Gobierno debe actuar y debe hacerlo sin dilación, porque, si no se impone la Constitución y el Estado se muestra firme, dentro de muy poco tendremos el mismo problema en el País Vasco.

Los nacionalistas catalanes tienen una poderosa razón para la independencia en estos precisos momentos, Cataluña tiene una Deuda de 40.000 millones de euros que quiere endosar al resto de España.

Ante lo que está sucediendo, el Gobierno tiene miedo de reaccionar en solitario y por eso ha pedido al PSOE que le apoye en "algunas cuestiones de Estado". Pero Rajoy no debe esperar nada de los socialistas, porque su irresponsabilidad está mas que probada y ahora el PSC está mas preocupado por mantenerse como alternativa de Gobierno en una Cataluña independiente que en la unidad del España. El PP tiene mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado (en el Senado es imprescindible la mayoría absoluta para poder suspender una autonomía), tiene la herramienta de la Constitución, aprobada en referéndum por los españoles, y contará también con el Rey, que seguramente hará una declaración todavía mas tajante que la carta publicada por la web de la Casa Real. Sino se actúa, la España que costó construir sangre, sudor y lágrimas, saltará en pedazos.

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