martes, 28 de noviembre de 2017

LOS APOYOS INTERNACIONALES DE PUIGDEMONT

Muchos españoles, incluidas las principales fuerzas políticas de ámbito estatal, han sido unos pardillos al tratar el asunto catalán, alimentando al monstruo durante años que ahora nos quiere comer. Muchos de esos compatriotas y la mayoría de esos partidos políticos continúan en la inopia, aunque algo menos, y piensan, erróneamente, que la aplicación light del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre pueden solucionar el problema, o al menos minimizarlo. A este error de percepción ha ayudado que los Gobiernos de la UE han cerrado filas con España y que ningún país ha reconocido a la “República Catalana" y por eso, ingenuamente, piensan que los secesionistas carecen de apoyos internacionales.
Para nadie es un secreto que Puigdemont y los independentistas gozan del apoyo de todos los euroescépticos o, dicho sin tapujos, de los nuevos fascistas europeos a los que solo interesa una Unión a la medida de sus deseos y si no lo consiguen tienen como alternativa cargársela. Esto y no otra cosa, es lo que subyace en el Brexit y la misma ideología que profesa Nigel Farage, con pequeños matices, es la de los separatistas flamencos, los neonazis de la Liga Norte Italiana, la ultraderecha francesa, holandesa, austriaca, alemana, checa o sueca o el Gobierno húngaro. Toda esta pláyade de impresentables, que en algunos países europeos tienen mucha fuerza, han cerrado filas con los golpistas catalanes y hacen declaraciones acusatorias y belicosas de las que en España no se hacen eco los medios de comunicación. Sin ir más lejos, el actual líder de la Liga Norte, Matteo Salvini llamó al Gobierno de España “terrorista” a raíz de las imágenes de las cargas policiales del 1-0 (por cierto nadie dijo absolutamente nada cuando Los Mossos arrancaron una oreja de un toletazo a un estudiante, dejaron tuerta con una pelota de goma a otra y mataron, durante una detención, con empleo desproporcionado de la fuerza, a un empresario, eso sin contar las torturas en las comisarías catalanas por las que hay procesos abiertos). Pero, los nuevos fascistas europeos también se han empleado a fondo apoyando la secesión catalana en el Parlamento de Estrasburgo o dando cobijo, cenas incluidas, a Puigdemont y su banda en Bélgica.

Sin embargo, los apoyos de mayor peso, tanto de España como de Cataluña, tienen otros protagonistas. Hay dos razones fundamentales del cierre de filas de las instituciones europeas con España, una, que todos los Estados de la UE temen que se extienda el virus independentista y, otra, la principal, que Cataluña tiene una Deuda de mas de 75.000 millones de euros, 50.000 de ellos con el Estado español, que no pensaban pagar, un dinero prestado por el BCE. Los golpistas catalanes, por su parte, cuentan con el apoyo de Gran Bretaña, siempre interesada en perjudicar a España y ahora a la UE y también de Israel la banca judía y los medios de comunicación a su servicio. Cuando yo empecé a escribir sobre este asunto fueron muchos los que me dijeron de todo, menos bonito, porque en España hay mucho fanático incondicional de Israel, pero ni yo me inventé la entrevista del anterior ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, con el embajador israelí en España para advertirle que dejaran de meter baza en Cataluña, ni yo me inventé las declaraciones inequívocas de Artur Mas, “Israel es claramente un aliado en Cataluña”, ni yo me inventé el crédito-puente de hasta 20.000 millones de euros que George Soros, el especulador y multimillonario judío estadounidense de origen húngaro, había comprometido con los golpistas catalanes para financiar los primeros meses de la independencia. Si en ningún país del mundo, que no fuera España, los periódicos habían dedicado tanto espacio al problema catalán que en Reino Unido, ahora Israel (como si ellos no tuvieran problemas mas importantes) está asumiendo el relevo. La radiotelevisión pública israelí, KAN KOL, ha hecho una larga entrevista a Puigdemont que luego también fue difundida por Radio Jai, “La radio judía de Latinoamérica” y también varios periódicos israelíes se hicieron eco de las palabras del expresident. El presidente de Israel, Reuven Rivlin, que visitó recientemente España, nos dijo que su país no interfería en el problema catalán y que apoyaba a España. Nos mintió, y no es la primera vez que lo hacen. 

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