La broma que le gastaron dos
humoristas rusos, Alexéi Stoliarov y Vladímir Kuzdnetsov, a la ministra de Defensa
de España, María Dolores de Cospedal, no solo ha aparecido en todos los medios de
comunicación mundiales, ha sido objeto de mofa y cachondeo en las reses
sociales, donde, como no podía ser menos, se hizo enseguida viral. No es la
primera vez que periodistas o humoristas son capaces de saltarse todos los
filtros y tener una conversación telefónica con ministros y hasta con primeros
ministros y presidentes para grabarla y dejarlos en ridículo, eso ya ha pasado
en España y también en otros países, pero lo que hemos escuchado en la celada
que le tendieron a Cospedal, además de jocoso, da miedo, porque es la prueba
palpable de en qué manos estamos.
Ya fui muy crítico con el
nombramiento de María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa, pero no
porque fuera del PP y tampoco, faltaría más, porque fuera mujer, sino porque
sabía muy bien que no estaba preparada para el puesto y porque tampoco me
gustaba que acumulara cargos y salarios, pues también es secretaria de
Organización del PP y fue candidata a la presidencia de Castilla-La Mancha,
entre otras actividades. La misma opinión manifesté en su día por los ministros
socialistas Narcís Serra y Carme Chacón. Todavía se recuerda a Chacón, leyendo
en un papel lo de “capitán, mande firmes”, aunque había gente que estaba muy
orgullosa de, conocimientos y valía aparte, tener una ministra de Defensa que
pasaba revista a las tropas luciendo embarazo. Si en la empresa se requiere una
cualificación y preparación adecuada para cualquier puesto de trabajo, no se
entiende que eso no tenga que ser así para hacerse cargo de un ministerio, que
la misma persona pueda ser ministro de una cosa y después de cierto tiempo de
otra que no tiene nada que ver con la anterior y que pueda ser ministro de Defensa
alguien que no sabe lo que es un fusil. En los países donde la Defensa se toma
muy en serio ese cargo de ministro solo se da a un experto, si es civil, o a un
general. Yo creo que nadie, en su sano juicio, se atreverá a discutir en España
que el mejor ministro de Defensa que hemos tenido fue el teniente general
Gutiérrez Mellado, no lo discutirán ni los que tienen todavía en la retina las
imágenes de cómo se enfrentó a los golpistas el 23F en el Congreso de los
Diputados ni los que conocemos bien la importancia que tuvieron algunos
programas propuestos por él y aprobados por el Gobierno que presidía Adolfo
Suárez para la modernización y optimización de nuestras FF AA. Pero, no debemos
olvidar que en España sigue habiendo gente en la izquierda que piensa que los
militares son unos fachas franquistas y en la derecha, acomplejados, que ni se
les ocurriría poner a un general al frente del Ministerio de Defensa o de la Dirección
General de la Guardia Civil. Sin embargo, Unidos Podemos llevó en sus listas al
antiguo JEMAD, teniente general José julio Rodríguez, al que algunos de sus excompañeros
llamaron “traidor” y hasta otro teniente general, en la reserva, Emilio
Recuenco Caraballo, le invitó a “ponerse la bocacha de un CETME en la boca si
le queda algo de dignidad”. Hay gente en todas partes que no ha entendido nada.
Uno de los humoristas rusos se
hizo pasar por el ministro de Defensa de Letonia y aseguró a Cospedal que la
mitad de los turistas rusos que llegaban a Cataluña eran en realidad espías y
que el propio Puigdemont era un espía del Kremlin. La ministra de Defensa no
solo tragó el anzuelo, hay sospechas más que fundadas que también se lo hizo
tragar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La falta de profesionalidad
tiene la consecuencia de que Cospedal no controla y usa adecuadamente los
servicios de información de la Guardia Civil (se comparten con Interior) que están
bajo tu responsabilidad y tampoco el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que
en 2.011 pasó a depender del Ministerio de la Presidencia, eso, entre otras
cosas, te juega malas pasadas, te deja en evidencia y te hace protagonista del
más espantoso de los ridículos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario