Los políticos suelen utilizar muchas
veces argumentos amañados aprovechándose de la desinformación de la gente y en
Asturias no solo hacen eso sino que también crean información falsa para, en
base ella, argumentar. Me refiero, por ejemplo, a lo que hacen y dicen sobre la
contaminación en Asturias, poniendo equipos de medición en las áreas con menos
polución atmosférica y luego manifestando que Asturias “tiene el aire muy
limpio” (Fernando Lastra, consejero de Infraestructuras, Ordenación del
Territorio y Medio Ambiente, dixit).
Se ha abierto un debate, que ha
llegado a la calle, sobre el cierre de las centrales electrotérmicas asturianas
que funcionan con carbón al calor del anuncio de Iberdrola de su intención de cerrar
la central de Lada y los políticos que nos gobiernan, empezando por el propio
presidente asturiano, Javier Fernández, no han tardado ni un minuto en empezar
a difundir patrañas sobre el asunto. Como la defensa de la industria
extractiva, de las minas, ya no cuela, y mucho menos si se relaciona con el
carbón que queman las térmicas, que en su mayor parte es importado, han puesto
el acento en el tráfico de graneles sólidos por El Musel, el tráfico de
camiones, los puestos de trabajo y, sobre todo, en la gran cantidad de energía
eléctrica que necesitan algunas industrias instaladas en nuestra región, que,
según ellos, podría estar en peligro.
Para hablar con propiedad lo primero
que tenemos que saber es cuántas centrales electrotérmicas hay en Asturias y
cuanta electricidad producen:
La que mas electricidad genera
es, con diferencia, la central electrotérmica de Soto de Ribera (HC Energía)
que cuenta con cuatro grupos, dos de ciclo convencional (carbón) y dos de ciclo
combinado (gas natural) que en conjunto producen 1.481 MW. La segunda más
potente y la que más contamina (emite unos cinco millones de toneladas de CO2 a
la atmósfera al año), como conocen muy bien los vecinos de la zona Oeste de
Gijón, es la central electrotérmica de Aboño (HC Energía) con dos potentes
grupos que generan 921 MW. Utiliza carbón importado, que lo tiene a tiro de
piedra, pues el Puerto de El Musel se encuentra a menos de dos kilómetros. En tercer
lugar está la central de Cangas del Narcea (Gas Natural Fenosa), que cuenta con
tres grupos térmicos de ciclo convencional (carbón) que producen 586 MW. El
cuarto puesto es para la central de Lada (Iberdrola) que cuenta con dos grupos
térmicos de carbón que generan 515 MW. Por último está la central de La Pereda
(HUNOSA) que quema carbón de muy baja calidad, incluido el de escombreras y
restos de madera y solo produce 50 MW. También es imprescindible saber que el
mix energético asturiano es dependiente del carbón importado en mas del 65% y
el resto se lo reparten el carbón autóctono, las energías renovables, el gas natural
y el petróleo. Es decir, la relación entre la producción de energía en Asturias
y la minería asturiana es ya casi inexistente.
Los que gobiernan Asturias están
más interesados en que no les echen ahora en cara lo que han estado haciendo
durante todos estos años, defendiendo lo indefendible, que en decir a los
asturianos la verdad, que casi todos los países industrializados se han puesto
de acuerdo para dejar la era del carbón atrás y que China, por ejemplo, ha
paralizado la construcción de nada menos que 104 plantas que iban a quemar
hulla y lignito. La gente no se explica cómo hay una regasificadora en El Musel,
que ha costado mas de 300 millones de euros que pagamos en el recibo de la luz,
sin utilizar, no se explica que no se den permisos para la construcción de
grupos que funcionen con gas natural, que contamina muchísimo menos que el
carbón, y no se explica que se pongan todo tipo de trabas a las energías renovables,
hasta el punto de no hacerlas viables económicamente. Y, lo que muchos asturianos ya no entienden
es que, a pesar de lo evidente, quieran continuar engañándolos.
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