miércoles, 18 de enero de 2012

EL JUICIO A GARZÓN

El juicio que se está celebrando contra el juez Baltasar Garzón, acusado de irregularidades y prevaricación en el procedimiento de la "Trama Gürtel", es el acontecimiento nacional mas seguido fuera de nuestras fronteras.
Periodistas y reporteros de los mas prestigiosos diarios y cadenas de radio y televisión internacionales se han dado cita en la sala del Tribunal Supremo, donde se celebra el juicio, para seguir al detalle los pormenores de las declaraciones y esperar la noticia del desenlace.
¿Pero, qué ha llevado a Garzón a un proceso donde se piden 17 años de inhabilitación?, por supuesto, no han sido los errores cometidos en el desarrollo sumarial de los numerosos casos que ha llevado en su cartera, algunos de bulto, pero comprensibles dada la carga de trabajo y la complejidad de algunas de las causas, sino una pléyade de enemigos, algunos muy poderosos, que se ha ido granjeando a lo largo de su carrera y que han encontrado en los jueces mas conservadores de la Audiencia Nacional, algunos que no dan palo al agua, unos valiosos aliados.
Resulta curiosa la cruzada de la derecha contra Garzón, al que acusan de connivencia con el PSOE, porque fue este mismo juez el que puso a la sombra a toda la cúpula del Ministerio del Interior del Gobierno socialista de Felipe González por el asunto del terrorismo de Estado de los GAL. Pero que Garzón emitiera una orden de detención contra el criminal Augusto Pinochet o que se dedicara a sacar a la luz los cadáveres enterrados en fosas comunes de los asesinados por el franquismo, dejaba ver a las claras que este juez era capaz de empapelar y perseguir a cualquiera si lo creía necesario, al margen de pactos políticos de borrón y cuenta nueva o de punto final y sin acobardarse ante lo que se le podía venir encima.
Garzón es un tipo peligroso, no solo para ETA, que lo tenía siempre en primer lugar como objetivo para asesinarlo, cree de verdad en la Justicia. Felipe González, que lo fichó en su día para la política, enseguida se dio cuenta de ello y por eso no lo nombró ministro. Por la repercusión mediática de las causas que ha abierto le han llamado juez estrella y juez campeador, pero por encima de ese perfil público está el del funcionario que, incluso domingos, trabajaba en su despacho de la Audiencia Nacional hasta altas horas de la madrugada.
Este juicio puede acabar con la carrera judicial de Baltasar Garzón, pero puede convertirlo en un mártir y en un héroe para la mayor parte de la ciudadanía, que ve todos los días como los ladrones de guante blanco se pasan la Justicia por la entrepierna, mientras se llevan crudo el dinero de todos.
Pueden eliminar al juez, pero puede nacer un político, Garzón tiene antecedentes por esos lares, entonces si que habría peligro, para algunos.

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