ASTURIAS NECESITA PRESUPUESTOS

Nuestra tierra, Asturias, se encuentra en una situación muy difícil, por no decir dramática, con 90.000 parados, miles de jóvenes en la diáspora, cientos de empresas y de comercios que han cerrado y unas perspectivas de futuro que dan miedo.
La Historia no ha tenido compasión con nuestra pequeña patria y con sus gentes. Desde que los romanos se enteraron de que en el Occidente había oro, hasta la represión de las huelgas mineras de los 60, pasando por los ataques vikingos, la lucha contra el poder musulmán, el levantamiento contra Napoleón, la Revolución del 34, la guerra civil y sus dramáticas consecuencias, etc, siempre nos ha tocado sufrir, muchas veces hasta el límite. Antes de que los conquistadores españoles trajeran de América el maíz y la patata, también el hambre se enseñoreaba frecuentemente por nuestras aldeas, pues no siempre había castañas y escanda suficiente, porque la carne estaba reservada a los señores. Fue la extrema necesidad la que obligó a muchos asturianos a emigrar, primero al otro lado del charco, a Argentina y Cuba prioritariamente, y luego a esa Europa que necesitaba mano de obra barata, también se acometió la proletarización de los campesinos, que empezaban a trabajar en las minas de carbón a la edad de 12 años, en unas condiciones infrahumanas.
No es cierto que Asturias sea la invicta, porque ha sido vencida muchas veces, pero, eso sí, los astures siempre han luchado, sin rendirse ante el sufrimiento extremo ni ante la amenaza de la muerte.
Pues bien, Asturias se encuentra otra vez en una encrucijada histórica que la va a condicionar durante mucho tiempo. En medio del océano de la crisis somos un pequeño barco, zarandeado por las olas, que hace agua por todas partes, a punto de hundirse, mientras parte de la tripulación se niega a achicar.
La irrupción de Foro Asturias en el panorama político asturiano hizo saltar por los aires comportamientos y modos de gobernar que habían convertido algunos ayuntamientos e instituciones en instrumentos para el compadreo, para medrar o para vivir perennemente de la política. Madres e hijas, esposos, hermanas, familias enteras y grupos de amigos se habían adueñado de Asturias y ocupaban todo tipo de cargos. No solo eso, se había tejido todo un entramado de intereses donde participaban los partidos, los empresarios y los sindicatos, todos al asalto del dinero público, el nuestro. Se hicieron obras faraónicas desproporcionadas, se dilapidaron los fondos mineros en construcciones e instalaciones por doquier, que ahora están sin uso alguno, se repartían el dinero de la formación, en fin, se malgastaron unos recursos públicos preciosos en beneficio de un puñado de individuos. Pero, cuando Francisco Álvarez-Cascos y Foro Asturias ganaron las elecciones se acabó la diversión.
Ni en la mas disparatada película de los hermanos Marx podríamos ver lo que esta sucediendo aquí. Los socialistas aúpan a un hombre del PP a la presidencia del parlamento regional y no presentan candidato a la alcaldía de Oviedo por miedo a que lo voten y salten por los aires los escandalosos acuerdos, entre bambalinas, con Gabino de Lorenzo. El PP se opone a unos presupuestos alegando que no cumplen el objetivo de déficit y las directrices de Montoro, cuando ni siquiera el Gobierno de Rajoy ha hecho una previsión de ingresos. Estamos en un escenario de locos donde, por ejemplo, en Gijón, la pseudoizquierda se opone a las medidas contra el botellón, los grafitis y la prostitución callejera, las mismas que rigen en cualquier país civilizado de Europa y que puso la socialdemocracia. El asunto se reduce a todos a una, como en Fuenteovejuna, contra Foro Asturias.
Pero Asturias necesita unos presupuestos porque nuestra situación no está para tonterías. Foro Asturias se ha comprometido a salvaguardar los servicios sociales básicos y, dentro de las escasas posibilidades, hacer un esfuerzo de inversión, porcentualmente el mas alto de todas las CC AA, soslayando algunas partidas no prioritarias. En el poco tiempo que lleva gobernando, el partido de Cascos ha demostrado seriedad y eficacia y estamos seguros que, si fuera necesario, ajustaría los ingresos para no rebasar el déficit.
Los asturianos no vamos a permitir que intereses espurios y pactos tácitos impresentables vuelvan a poner a nuestra tierra entre la espada y la pared.