El suspense en el asunto de la
secesión de Cataluña, una ruptura con el Estado que los independentistas llevan
trabajando desde hace mucho tiempo, ya carece de interés, ahora lo importante
es cuál va a ser el desenlace. A Rajoy no le ha servido de nada dejar, como es
su costumbre, que el asunto se pudriera y que fuera el tiempo el que lo
solucionara. Pero, seamos justos, no ha sido solo la derecha, el PP y el que
hablaba catalán en la intimidad (Aznar), los responsables de que se haya
llegado hasta aquí, también el PSOE y Zapatero, aprobando un Estatut inconstitucional
que otorgaba a los catalanes ventajas sobre el resto de los españoles, también
IU, que, junto con los socialistas, gobernó en Cataluña, en el “Tripartito”, con
los independentistas de ERC y también Podemos que, aunque dice no querer la
independencia, colabora, con Ada Colau al frente, con los sediciosos.
Pero, hemos llegado a un punto en
que ya es absurdo buscar culpables y enumerar las acciones o inacciones que han
conseguido que estemos ante una situación explosiva. La lista es demasiado
larga y variopinta. Por supuesto, son los independentistas los que han
traicionado la Constitución, han engañado al resto de españoles, se han burlado
de la Ley y son las mayores responsables de lo que pueda suceder.
Ante la evidencia de que los
secesionistas van en serio, que piensan celebrar el referéndum, digan lo que
quieran el Tribunal Constitucional y el Gobierno español, y que tienen planeado
hacer una declaración solemne de independencia en el Parlament y romper con el
Estado, Mariano Rajoy y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que
el presidente había encargado reconducir la situación, están desbordados y van
dando palos de ciego con sus advertencias y amenazas. Eso no lo hace el que
quiere, sino el que puede, y, mientras los independentistas han planificado muy
bien su hoja de ruta, el Gobierno de España se ha relajado y ha estado en Babia.
Ante la eventualidad de que el
Gobierno de España, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, que la
tiene el PP, decidiera aplicar el Artículo 155 de la Constitución, detener a
los cabecillas independentistas para ser juzgados por sedición y suspender temporalmente
la autonomía de Cataluña, Artur Mas ya ha dicho que habría una gran
movilización en las calles para impedirlo ¿Cabría entonces aplicar el artículo 8, párrafo 1 de la Carta Magna y que intervinieran las FF AA para garantizar la
Ley y el orden? cabría, el problema es que el ejército español y las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, ni sumando los Mossos de Escuadra, tienen
suficientes efectivos para controlar una situación así. El coronel retirado,
Amadeo Martínez Inglés, hizo un estudio sobre este asunto donde, entre muchas
bobadas, decía una gran verdad: harían falta 100.000 hombres para restablecer
el orden solo la ciudad de Barcelona y nuestras FF AA difícilmente podrían
movilizar mas de 15.000 efectivos.
Pero, unos y otros parecen
olvidar que España es un Estado miembro de la OTAN y que el Tratado de Washington,
texto jurídico fundacional de la Alianza Atlántica, dice muy claro en su
Artículo cuarto: “Las partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de
ellas, la integridad territorial, la independencia política o la
seguridad de cualquiera de las partes fuera amenazada”. Es decir, el Gobierno
de España podría pedir ayuda política y militar a sus socios de la OTAN, muchos
de ellos, empezando por Francia, estarían encantados de prestarla. Ya que
estamos en la Alianza que nos sirva para algo. Yo creo que si el presidente del
Gobierno español hiciera una declaración inequívoca, lo contrario de lo que
está haciendo, de hasta dónde está dispuesto a llegar los conspicuos de la
antigua Convergencia tendrían argumentos para envainársela. No veo otra forma
de evitar la ruptura de España.
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