El cantautor Victor Manuel
describió muy bien en la canción con ese título el calvario que parecen muchas
mujeres: “Cuantas vidas humilladas, cuantas lágrimas calladas, lo mas triste es
la tristeza, en el club de las mujeres muertas”. Es este un club abierto a
nuevas socias, que cobardes asesinos están empeñados en llenar.
Rara es la semana donde los noticiarios
no informan de un nuevo caso de violencia machista llevado al extremo, a veces
se amontonan y empiezan a correr peligro de formar parte de la normalidad
cotidiana. Pero, las mujeres muertas, las mujeres asesinadas por sus parejas,
no son mas que la punta de un gigantesco iceberg de maltrato físico y
psicológico que padecen muchas féminas. A pesar de que las Administraciones han
hecho un gran esfuerzo para atacar el problema de la violencia machista, con
medidas cautelares, casas de acogida, etc, el asunto del maltrato a la mujer es
mucho mas profundo, tiene un carácter cultural y social, por eso las medidas
policiales y judiciales no son suficiente para exterminarlo. Una causa
fundamental del problema es la situación económica de dependencia en la que se encuentran
muchas mujeres, que, al carecer de ingresos o ser estos miserables, tienen muy
difícil salir solas adelante, si hay hijos de por medios aún peor. Miles de
mujeres aguantan situaciones familiares y de pareja humillantes porque la
sociedad no les ofrece ninguna otra alternativa. En ese caldo de cultivo crece
la dominación y muchas veces la violencia.
Pero, siendo las mujeres las
principales víctimas de una situación social y de una cultura que las perjudica
muy claramente, no son las únicas que padecen la violencia. Aunque no se les da
mucha cancha en los informativos ni se hacen manifestaciones de repulsa y
condena, también hay hombres que son asesinados por sus parejas, no siempre
porque se lo merezcan, y niños recién nacidos arrojados a los contenedores o,
como hemos visto en Asturias, torturados y estampados contra una pared. También
son muchos los ancianos que padecen maltrato y algunos que son asesinados en el
ámbito familiar.
Yo creo que en la violencia
contra las mujeres se suman la conducta machista, los condicionamientos
económicos que las perjudican y una pérdida de valores generalizada que está
teniendo mucha incidencia en comportamientos sociales agresivos. Hace unos años
era impensable que un mozalbete pegara a su profesor, que alguien agrediera a
un médico o que incluso atacaran sin miramientos a la Policía y la Guardia
Civil. Y son precisamente las generaciones jóvenes las mas machistas y las mas
violentas. Algo está fallando y yo creo que está mas relacionado con la
permisibilidad y la impunidad que con la tradición patriarcal, que también. Hay
que actuar ahí y hay que imponer la igualdad para cerrar, de una puñetera vez, el
club de las mujeres muertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario