martes, 1 de enero de 2013

2.013, EL AÑO DEL CAMBIO

Comienza el nuevo año con subidas de todo tipo, menos de salarios, naturalmente. El tabaco, los carburantes, la luz, tasas y servicios, etc, elevan sus precios para que las administraciones públicas recauden mas impuestos, en una sangría a los ciudadanos que no parece tener fin. Entre las muchas cosas que nos tendrían que explicar los políticos, especialmente los que han estado gobernando este país en los últimos 25 años, deberían estar el porqué han implantado la moda de que los precios suban en enero y porqué España tiene la energía eléctrica mas cara de Europa, solo superada por Chipre. Con las rentas de los españoles muy mermadas después de medidas como la subida del IVA y del IRPF y con casi seis millones de parados, las economías familiares ya no están en condiciones de encajar mas golpes sin que el mercado interno se derrumbe definitivamente. Uno de los varemos mas útiles para calibrar el estado económico de un país es la venta de automóviles, pues bien, a pesar de las ayudas del Gobierno, o sea, las nuestras, la venta de coches en España sigue cayendo en picado y este sector solo está capeando el temporal gracias a las exportaciones. Según datos de la Federación de Industria de CC OO, el sector del automóvil, (incluida venta y reparación) cerró el año 2.011 con una pérdida de más de 90.000 empleos desde el estallido de la crisis económica en 2.008; pero, avalando nuestra tesis de que la crisis que padece España tiene mucho de singular, los datos de CC OO también indican que durante la última década el sector español del automóvil ha perdido mas de tres puntos porcentuales en su contribución a la economía del país con un recorte del 25% de los empleos y pasando del 5º al 7º puesto del ranking mundial. Pero la cifras de finales de 2.012 son aún peores, bajando, por primera vez en 10 años, de 400.000 empleos (al cierre del Ejercicio 2.008 eran 493.025).

A pesar de que tanto el señor Rajoy como la señora Merkel nos han dicho que 2.013 va a ser un año duro pero que ya se aprecian signos de reactivación y que a finales de este año o en el primer trimestre de 2.014 se empezarán a ver los frutos de las medidas tomadas (como la reforma laboral) y repuntará el crecimiento, son cada vez mas los ciudadanos que no se creen ni una sola de esas previsiones, como no se creyeron los brotes verdes que anunciaba el ex-presidente Zapatero, mientras el paro aumentaba en pocos meses en mas de un millón de personas. Por eso ya existe el caldo de cultivo social necesario para que algunas iniciativas políticas, todavía tímidas, se puedan hacer con un protagonismo que puede pillar a muchos por sorpresa, especialmente a los estados mayores del PP y del PSOE que, erróneamente, piensan ser las eternas alternativas de Gobierno. Aquí, en Asturias, tenemos un claro ejemplo de que un partido político o un movimiento cívico salidos casi de la nada pueden poner el tinglado patas arriba.

Fenómenos como el 15M (los indignados) han sido útiles para hacer explícita la ira de la ciudadanía, pero no sirven para articular un movimiento capaz de postularse como alternativa creíble de Gobierno. Hasta ahora, solo el movimiento cívico "Somos mayoría", liderado por Julio Anguita, ha dado pasos serios en el sentido de aglutinar a una amplia base social necesaria para acabar con un estado de cosas que, a la vista está, nos lleva irremisiblemente al desastre, dejando por el camino los derechos sociales, el Estado de Bienestar y la economía productiva. Lo mas significativo y lo mas peligroso para el poder del manifiesto que Anguita presentó el pasado junio en Sabadell y en el blog del colectivo "Prometeo" es que se basa en un proyecto social interclasista con el objetivo de dignificar el sistema y revitalizar la democracia, independiente de adscripciones ideológicas, políticas, sindicales o profesionales. Para huir de demagogias y palabras vacías, Anguita ha sintetizado su iniciativa en 10 medidas que, según él, hay que tomar imperativamente y que pueden ser asumidas por una amplia mayoría social. Pero a mí lo que mas me ha llamado la atención es lo que se dice en el punto 5 del preámbulo, que me ha recordado mucho a un estadista como Winston Churchill: "Aquí no hay prebendas, cargos, honores o distinciones, aquí solamente hay trabajo, ilusión y deseos de ser útiles", porque es el tipo de discurso que la gente está esperando oir. En un goteo todavía modesto, pero incesante, miles de españoles ya se están sumando al proyecto, incluidos periodistas, intelectuales, artistas y jueces defenestrados por los poderes fácticos.
Hay algo mas que probable, en 2.013 puede haber cambios y sorpresas.

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