lunes, 14 de enero de 2013

EL PP SE DESPLOMA Y EL PSOE NO REMONTA


Este año 2.013 promete, para mal, ser histórico, y no por acabar en unas cifras que no gustan a los supersticiosos sino porque las peores predicciones se están cumpliendo punto por punto. 
Los frentes abiertos para un estadista que tuviera voluntad de arreglar este país son múltiples, complejos y difíciles de solucionar, pero si al timón de la nave va gente que no tiene claro donde esta el Norte el panorama que se presenta en el futuro inmediato es desolador.
Por si no tuviéramos suficiente con el reto soberanista que se va a agravar en dos comunidades autónomas en los próximos meses, con el agujero provocado en las Cajas de Ahorros por la especulación financiero-inmobiliaria y con el ajuste brutal de las cuentas del Estado para equilibrar el déficit, también es posible que se sumen nuevas revelaciones escandalosas relacionadas con el caso Urdangarín que pueden poner en serias dificultades a la Corona.
Pero, en el día a día de los ciudadanos todavía hay cosas aún mas preocupantes: la situación económica de muchas empresas, comercios y de las familias está llegando en muchos casos al colapso. Ya hay casi seis millones de parados y 1.700.000 familias con todos sus miembros desempleados y el goteo del cierre de negocios es incesante. Algunas empresas, que ya ajustaron gastos en otros apartados, están recurriendo a la rebaja salarial de sus empleados para intentar capear el temporal y aguantar con la esperanza de que escampe, algo así como el que hace leña de su barco para calentarse sin caer en la cuenta que, tras el asegurado naufragio, le espera la muerte por hipotermia. El detonante de la crisis económica fue la pérdida del poder adquisitivo de la gente, pero son muchos los que aún no se han enterado y se empecinan en el error. 
En esas reuniones que tienen los grandes empresarios de este país y el presidente de la CEOE con el Sr. Rajoy, la patronal debería presionar al presidente del Gobierno para que cambie su política económica y España actúe como lo están haciendo EE UU, Reino Unido y Japón, procurando controlar el déficit pero sin renunciar a una estrategia keynesiana. No lo hacen porque algunas de las medidas que habría que tomar van contra sus convicciones ideológicas o porque otras, como la imperativa salida del Euro, para volver a tener un Banco de España soberano que pueda imprimir el papel moneda que necesitamos, les dan vértigo. Se han conformado con una Reforma Laboral que ha convertido el mercado de trabajo y las relaciones laborales en la ley de la selva. Van a ir de cabeza al desastre, pero nos pueden llevar a todos con ellos.
La implementación de las mas duras políticas neoliberales en un escenario socio-económico explosivo traerá consecuencias que van a afectar profundamente a las estructuras del poder.
Como anunciamos, la vertiginosa caída del PP está cantada, como le ocurrió al PSOE con Zapatero. El domingo 13 de enero el periódico “El País” publicaba una encuesta de Metroscopia que confirmaba nuestras predicciones: El Partido Popular, transcurrido solo un año desde que ganó las elecciones generales por mayoría absoluta, se desploma, con una intención de voto de solo el 29,8% y el PSOE no remonta, pues queda seis puntos por debajo de los populares, mientras IU sube de forma espectacular, con un incremento de mas de nueve puntos desde las pasados elecciones generales, llegando ya al 15,6%.
Los españoles están muy cabreados con el bipartidismo y empiezan a tener mas miedo a las ocurrencias y fechorías de los conspicuos del PP y del PSOE que a la coalición roji-verde. Si Julio Anguita logra sacar adelante su proyecto “Somos mayoría” y cuenta con la bendición y apoyo de Cayo Lara y la dirección de IU para organizar un movimiento amplio, no solo de izquierda, que sume distintas sensibilidades a su causa y a los 10 puntos fundamentales de su manifiesto-programa, el terremoto político estará servido.  

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