martes, 8 de enero de 2013

PROVOCACIONES

Las palabras pronunciadas por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en su discurso de la Pascua Militar ("los militares cumplen calladamente su deber sin atender a absurdas provocaciones") han despertado la contestación de los nacionalistas catalanes y de una buena parte de la falsa progresía.

La ofensiva diseñada por los independentistas catalanes para conseguir la secesión de esa parte de España tiene varios frentes, el de la propaganda exterior (para lograr entrar inmediatamente en la UE), el chantaje político al Estado, el mediático y el subversivo. La subversión del orden establecido, la insumisión a las leyes y el enfrentamiento con la Constitución tienen, sin embargo, un escollo que es necesario salvar para que la ruptura del Estado pueda hacerse realidad, las Fuerzas Armadas. Porque, para disgusto de los nacionalistas y los que les hacen el caldo gordo, nuestra Carta Magna dice textualmente en su artículo 7, apartado 1 que "las FF AA tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional". Es decir, no es un general golpista ni el fascio armado quien constituye una amenaza para los que pretenden dinamitar España, sino unas FF AA democráticas y fieles a la legalidad constitucional que aprobaron los españoles (incluidos los catalanes) en referéndum nacional.

De la misma manera que el facineroso camparía a sus anchas si no existiera la policía, nada impediría que los independentistas que pretenden situarse al margen de la Ley hasta conseguir sus fines, convocando consultas ilegales y enfrentándose al Gobierno del Estado, se salieran con la suya si no existiera un instrumento que, llegado el caso, los pusiera en su sitio. Las FF AA, de las que también forma parte la Guardia Civil, son ese instrumento. Para trabajar en su desprestigio y animadversión se alarmó a la población catalana ante unas maniobras aéreas rutinarias y se dan respuestas airadas ante cualquiera que recuerde el mandato constitucional a los Ejércitos.

Existe un discurso maniqueo y falsamente democrático que utilizan los que pretenden justificar su apoyo o actitud pusilánime con los nuevos golpistas, con él pretenden convencernos de que los catalanes están en su derecho de decidir libremente su futuro y si quieren o no seguir perteneciendo a España. El problema es que somos muchos los españoles que consideramos a Cataluña una parte indisoluble y entrañable de nuestra patria y que también queremos decidir y, mal que les pese, la Constitución, a la que ahora se ve que algunos prometieron o juraron en falso, nos ampara al dar ámbito estatal a este tipo de consultas.

No son las FF AA las que lanzan provocaciones sino los que se pasan la Ley por la entrepierna y pretenden forzar una reforma constitucional que dé satisfacción a sus demandas fiscales. Cuando el president, Artur Mas, acudió a la Moncloa se lo dijo muy claro a Rajoy, "o me das el concierto económico, como a los vascos y navarros, o me tiro al monte". Mariano Rajoy cumplió con su deber no aceptando el chantaje, pero, como es su costumbre, está dejando que las cosas se pudran y que se solucionen por si mismas. Sin embargo, el cumplimiento de la Ley y la defensa de España no admiten demoras.



 

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