Mientras la mayor parte de los españoles continúan llorando por las esquinas y lamentándose de los golpes de la crisis económica y las medidas adoptadas por los Gobiernos socialistas y populares para controlar el déficit, llevándose, de paso, derechos sociales y una buena parte del Estado de Bienestar por delante, unos pocos, los que están convencidos que con estas políticas España no tiene salida o los que simplemente buscan su oportunidad, ya están trabajando en una hoja de ruta que dará lugar a la aparición de nuevas formaciones o movimientos políticos de cara a las elecciones generales que se celebrarán, con suerte, es decir, si no se adelantan, poco antes de tres años.
Vivimos una situación política especial, aunque no singular, porque España ya ha pasado por otras circunstancias históricas donde al desastre económico-social interior hubo que sumar la intervención exterior. Coyunturas como esta requieren cirugía invasiva a aplicar precisamente a los que nos han atiborrado de antibióticos que nos han debilitado al extremo, pero que no han acabado con la infección que nos inocularon.
Ya existe un caldo de cultivo social suficiente para que nuevas iniciativas políticas prosperen, pero la continuación de los escándalos, como el perdón a los que utilizaron el dinero público de la UE para la financiación ilegal de Unió o la venta a precio de saldo del caro Aeropuerto de Castellón, el aumento del paro hasta cotas explosivas, el progresivo deterioro del tejido productivo, los retos independentistas, etc, solo conseguirán calentar mas el ambiente y tener a los ciudadanos en un estado de ira permanente muy fácil de instrumentalizar.
Aparecerán como salvadores personajes de sobra conocidos por todos, con frases engatusadoras y promesas imposibles de cumplir y también habrá gente con mucho peligro, tras sonrisas de esperanza (tómese como un eufemismo o un juego de palabras).
Hay que acabar con este estado de cosas, pero debemos tener cuidado, porque en las maniobras que hay entre bambalinas, para librarnos de todo mal, pululan gentes e ideas que dan miedo.
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