El que fuera socio de Iñaki Urdangarín no está dispuesto a cargar en solitario con las responsabilidades civiles y penales del Caso Nóos y entre la documentación que está entregando a la Justicia ya aparece la amiga del Rey D. Juan Carlos, Corinna Sayn-Wittgenstein, mezclada en algunos episodios de la trama. Sin embargo, Diego Torres no ha aportado todas las pruebas que posee, es mas, ya es de conocimiento público que ha repartido en varios lugares seguros (para no correr el riesgo de resbalar con una pastilla de jabón) pruebas que podrían implicar en esa operación de provisión de fondos a la mas alta personalidad del Estado. Con esta última entrega, Torres espera que se muevan los hilos necesarios para salir airoso del asunto y que se le permita abandonar el país con la propiedad de una cuenta numerada en un paraíso fiscal.
En Abril del año pasado, a raíz del desafortunado episodio de la cacería de elefantes en Botsuana, ya sugerimos que el Rey D. Juan Carlos debería abdicar y dábamos varias razones de peso para ello, pero fue como clamar en el desierto. En muy poco tiempo la situación de la institución ha empeorado, porque se ha levantado la veda para hablar sobre la vida íntima y bastante escandalosa del Rey, por el deterioro físico de S.M., que le impide viajar al extranjero y asistir a muchos eventos, donde tiene que ser sustituido por el Príncipe de Asturias, y porque se ha extendido la sospecha de que Urdangarín y su socio podían no ser mas que unos testaferros.
Pero, al margen de hasta donde puede llegar este escándalo de corrupción y a quien puede salpicar, que, eso sí, puede dar mucho juego mediático, lo que mas me preocupa es que España va a vivir en los próximos meses acontecimientos muy graves para los que habrá que estar preparados y que será necesario que tanto el Gobierno como la jefatura del Estado estén en las mejores condiciones para actuar con contundencia en defensa de la Constitución. La imagen de un Rey con muletas y con una mochila cargada de elefantes muertos, episodios etílicos, compañeras del alcoba y sospechas de actividades económicas ilícitas, no es la que vamos a necesitar para salir airosos del envite.
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