Hace unos días comentábamos que existían “maniobras entre bambalinas” para ir preparando un recambio al bipartidismo, que ha entrado en crisis, y alertábamos que entre los maquiavelos había gente e ideas que daban miedo, pues bien, los acontecimientos se están precipitando.
El escándalo del ex-tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, no sale ahora por casualidad. Todo el mundo sabía desde hace mucho tiempo que el PP, como el PSOE, se habían financiado a través de las donaciones mafiosas de algunos empresarios de la construcción y de los créditos de los bancos privados mas importantes, que luego no se cobraban. El Sr. Rajoy era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo y una de las primeras cosas que hizo cuando tomó las riendas de su partido fue cortar por lo sano con la financiación ilegal. Pero, como se ha descubierto ahora, había todavía mucho de ese dinero negro en cuentas suizas y ese hilo lo están aprovechando algunos para llegar al ovillo que les interesa, no para que caigan los responsables del delito, sino para cargarse a D. Mariano y a una parte de la cúpula actual del PP.
Contra lo que nos vienen diciendo algunos ministros del Gobierno, los poderes fácticos son plenamente conscientes de que el país está en una situación desesperada (no relataré aquí lo que es obvio) y que la coyuntura socio-económica y política se puede deteriorar aún mas en los próximos meses, haciendo posible un estallido social que sería difícil de controlar y que podría poner en cuestión los intereses de los que siempre han movido los hilos.
No me ha sorprendido que el diario “El Mundo” y Pedro J., al que tanto le gusta estar metido en todas las intrigas, se hayan puesto al frente de una operación que sabemos como ha empezado pero que se les puede ir de las manos.
Es significativo, para el que quiera verlo, que Dña. Esperanza Aguirre, retirada a sus cuarteles de invierno, haya salido rápidamente a la palestra pidiendo aclaraciones y justicia, “caiga quien caiga”.
Pero, la ex-presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid no es la mas indicada para dar consejos a los que ha corrompido el dinero del “ladrillo”, porque conviene recordar que ella accedió a la presidencia madrileña gracias a la ruin maniobra de sobornar (retirándoles de por vida) a dos diputados socialistas, Tamayo y Sáez, para evitar un Gobierno del PSOE e IU que podía poner en peligro los millonarios negocios especulativos de la mafia de la construcción. Naturalmente, fueron los constructores los que pagaron a los traidores, se habló de unos 400 millones de las antiguas pesetas.
Las maniobras pseudoinformativas sobre el dinero que manejaba Bárcenas y a quién iba a parar se van a dosificar según la conveniencia de los protagonistas del aquelarre, y es posible que aparezcan otras revelaciones, cocinadas en el oráculo, para mantener la tensión y preparar el camino a los salvadores de la patria.
Pero, cuando el golpe de Estado del 23F sabíamos quién era el auténtico “Elefante Blanco”, y ahora también. Los demócratas, de la ideología que sea, debemos estar preparados y alerta.
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