viernes, 27 de abril de 2012

UN PARO INASUMIBLE

Ya se ha hecho pública la cifra del paro elaborada a partir de la encuesta de población activa y da miedo, hemos llegado ya a 5.639.500 desempleados, tras los cuales hay verdaderos dramas humanos y familiares.
No vamos a volver a recordar aquí la génesis del mas grave problema que padece España, el país con mas desocupados de toda la OCDE, solo apuntar que los políticos responsables se han ido de rositas a sus dorados retiros, algunos incluso todavía se permiten darnos consejos.
Bajo la coartada de la crisis no solo se han hecho ajustes presupuestarios, subidas de impuestos, concentraciones bancarias y racionalización del gasto, los gobiernos del PSOE y del PP también se han llevado por delante una buena parte de los derechos sociales, particularmente de los trabajadores. Tanto Zapatero como Rajoy han hecho "reformas laborales" que solo han conseguido, contra lo prometido, aumentar el paro, disminuir los salarios y precarizar aún mas el empleo.
Esta crisis no solo es económica, tiene mucho de ideológica; porque han sido precisamente las ideas del "pensamiento único" las que la propiciaron y los que comulgan con ellas, ahora que sus fechorías los han desbordado, dan palos de ciego, eso sí, siempre en la misma dirección, para intentar solucionar algo para lo que, por sus propias creencias, no están capacitados.
Nadie en su sano juicio se subiría a un avión donde la tripulación diera señales inequívocas de un estado etílico, pero hemos sido aún mas temerarios votando a los partidos que nos han llevado al pozo.
En el poco tiempo que lleva gobernando, el PP ha tomado algunas iniciativas muy negativas y que requieren explicación. Los de Génova 13 se han dado cuenta de que su líder y su partido han caído en picado en las encuestas y han ordenado a sus conspicuos hacer una gira por España para "impartir pedagogía", pero esa campaña es solo de propaganda. Lo que tendrán que explicarnos, por ejemplo, es ¿qué tiene que ver el abaratamiento del despido, hasta dejarlo casi gratis, con la creación de empleo? ¿en qué basan sus estimaciones de que, en poco tiempo, esa medida servirá para hacer cientos de miles de nuevos contratos?. De momento, el pánico entre los asalariados solo ha servido para hundir, aún más, el mercado interno y las facilidades para el despido han conseguido que proliferen los ERES y que los finiquitos en los últimos dos meses sean la moneda corriente.
Hay otra medida que ha aprobado el Gobierno y de la que no se ha hablado mucho. Se ha modificado la Ley y el Código Penal para poder castigar con penas de prisión la "violencia callejera". En principio, a nadie le gusta ver quemar contenedores, romper lunas de escaparate y prender fuego a las entidades bancarias, pero, si reflexionamos, nos daremos cuenta que la violencia que ejercen los que, con sus actuaciones, han llevado a la indigencia a millones de personas es mucho mayor y, sin embargo, no está penada. Pero no se ha informado a la ciudadanía de los pormenores de las nuevas medidas "antiviolencia". No solo están ahora penados los destrozos urbanos y de las instalaciones y materiales de empresas privadas, el ataque a los agentes de la "autoridad", etc, incluso ha pasado a ser delito que los manifestantes permanezcan con los brazos entrelazados en actitud pasiva. Estas iniciativas gubernamentales tienen como objetivo prevenir las algaradas que se pueden producir si la situación socieconómica de España se sigue deteriorando. Mire usted, ahí sí que los políticos que nos gobiernan planifican bien.
Pero, de la misma manera que no se pudo parar con medidas excepcionales y con violencia policial e institucional el Mayo del 68 en Francia, llegado el caso, tampoco podrán hacerlo ni la pedagogía de los que quieren hacernos creer que enviar a la gente a pasar hambre es lo que hay que hacer para que pueda volver a crecer la economía, ni las medidas antidemocráticas y anticonstitucionales que pretenden poner en cuarentena el derecho a la libre manifestación.
Hay gente que piensa que la violencia es legítima cuando la opresión se hace insoportable, esperemos no tener que darles la razón.

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