jueves, 26 de abril de 2012

LA REBELIÓN AUTONÓMICA

Lo que mas me ha llamado la atención del trámite parlamentario para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2.012 no han sido las enmiendas a la totalidad de la izquierda, ni algunos discursos para la galería, sino la cara de cabreo de Durán y Lleida.
Nunca habíamos visto al portavoz parlamentario de CIU con una expresión facial de tan mala leche, y tenía sus razones para ello. El Gobierno del PP, que goza de mayoría absoluta, no necesita del apoyo de los nacionalistas para sacar adelante sus proyectos de ley en el Congreso y el Senado, además, en Cataluña, CIU es rehén de los votos del PP, que ha apoyado los presupuestos catalanes para no hacer caer el Gobierno de los nacionalistas; en este contexto político, el Ejecutivo de Rajoy no piensa entregar los millones que el Estatut, pactado con el anterior gobierno socialista, consagraban para Cataluña, en clara discriminación con el resto de CC AA y que fue invalidado por el Tribunal Constitucional.
El presidente de Cataluña, Artur Mas, ha amenazado con convocar nuevas elecciones si no se ven satisfechas algunas de sus demandas, es una pataleta sin mucho recorrido, porque las autonomías no solo están en el punto de mira de Rajoy, también del BCE y de Bruselas, porque, como todo el mundo sabe, ahí se centra una buena parte del despilfarro y de la Deuda. Cataluña no tiene dinero para los servicios públicos, pero sigue manteniendo delegaciones diplomáticas en el extranjero y otros lujos sin posible justificación.
Hay otras dos comunidades autónomas donde, con toda probabilidad, habrá choque de trenes, una es Euskadi, donde en las próximas elecciones vamos a ver estallar el verdadero problema de fondo que constituye el soberanismo, que ha estado, de alguna manera, tapado por el terrorismo etarra; otra es Andalucía, donde el nuevo Gobierno PSOE-IU va a intentar ir por libre, sin hacer caso a las directrices que lleguen de Madrid. En este escenario conflictivo, es una total irresponsabilidad de Génova 13 impedir un acuerdo razonable con Foro Asturias y entregar el Gobierno del Principado a la izquierda, porque será otra CC AA más con la que habrá que lidiar si el PP asturiano no es decisivo para sostener un artificial, antinatural y muy inestable castillo de naipes.
Ante la obligación de reducir el déficit, las CC AA van tener que bailar con la mas fea. Con casi todas las transferencias asumidas, las regiones son las que se van a ver obligadas a los mayores ajustes y a dar la cara ante los ciudadanos. El Gobierno central seguirá aprobando recortes, pero serán las CC AA las que tengan que aplicarlos. Con una Deuda estratosférica y con muchos problemas de financiación (porque, irresponsablemente, se asumieron transferencias sin antes exigir una reforma en la recaudación fiscal que las dotara de recursos), las CC AA se verán entre la espada de dar satisfacción a las demandas de los ciudadanos y la pared de la intervención, como ya ha amenazado el Gobierno de Rajoy, bajo presiones de la UE.
Dentro de poco tiempo, ya lo verá usted, se empezarán a criticar con mucha virulencia los excesos cometidos en las CC AA en la época de las vacas gordas, donde todo valía, e incluso se cuestionará si la administración del Estado, tal como la conocemos, es la mas conveniente y eficaz, sobre todo en época de crisis. Cualquiera de los escenarios probables necesitarán liderazgo político y contundencia de argumentos, porque unos hablarán de reformar la Constitución y otros llamarán a la rebelión autonómica. Mientras, en este país, el sentido común sigue siendo el menos común de los sentidos.

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