martes, 3 de abril de 2012

TRES LEYES IMPRESCINDIBLES

Como todos sabemos, la Justicia es uno de los pilares sobre los que se asienta el Estado Democrático de Derecho y, junto con el Ejecutivo (el Gobierno) y el Legislativo (el Congreso y el Senado), el otro poder que garantiza el mandato del pueblo.
Pero la Justicia no es mas que el instrumento que permite que las leyes que se aprueban en el Parlamento se apliquen. Es el Gobierno del Estado quien tiene la obligación de presentar los proyectos de ley, entre otras cosas para eso se le ha elegido y es el único que constitucionalmente puede hacerlo, pero las proposiciones de ley pueden ser presentadas por cualquier grupo parlamentario e incluso por un solo diputado y también por las Asambleas Legislativas de las CC AA o por una sección del electorado, lo que se llama iniciativa legislativa popular. Es decir, está en manos de todos poder llevar al Congreso de los Diputados las proposiciones de ley que consideremos imperativas para articular la convivencia y también podemos presionar al Gobierno para que las presente en el formato de proposiciones de ley.
De la misma manera que en el loco mundo en que vivimos un Estado decente debe tener unas Fuerzas Armadas lo suficientemente bien dotadas para disuadir a quienes pretendan socavar por la fuerza su soberanía, no para atacar o invadir otros pueblos, las leyes, sobre todo cuando tienen que defender cosas muy importantes, deben ser lo suficientemente contundentes para impedir que el delito se llegue a producir. Por eso, en el contexto social y económico en que nos encontramos, hay tres leyes que consideramos imprescindibles y que se deberían llevar al Parlamento de inmediato:
Ley contra los delitos sociales: que englobe el tráfico de drogas, la trata de personas, los delitos fiscales, el proxenetismo, los incendios intencionados, la malversación de fondos públicos, el tráfico de influencias en la gestión pública, el despilfarro del dinero público, etc.
Ley contra la violencia: desde la violencia doméstica contra las mujeres, los hombres, los ancianos o los niños hasta la que se ejerce contra todo tipo de personas o bienes.
Ley contra el maltrato animal: con unas normas que establezcan parámetros de respeto hacia los animales, un nuevo protocolo para las granjas y para el sacrificio de aves y ganado (de acuerdo con la normativa europea existente) y que prohiba terminantemente la utilización de los animales para espectáculos populares sangrientos y en los circos, etc.
Estas tres leyes englobarían toda una normativa dispersa bajo un denominador común, haciendo hincapié en que el Código Penal sea especialmente severo, muy severo, con los que las incumplan.
Los ciudadanos ya están hartos de los que se llevan el dinero público, de los defraudadores, de los que asesinan a las mujeres o pegan a los ancianos, de los que incendian nuestros montes, de los que ahorcan miles de galgos cuando termina la temporada de caza a arrastran con su coche perros o caballos hasta la muerte, de los que arrasan propiedades privadas o mobiliario urbano, etc, y sobre todo están hartos de que no les pase nada y de que los políticos que nos gobiernan no muevan un dedo para evitarlo.

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