EL PP ENTREGA ASTURIAS A LA IZQUIERDA

Con la decisión de Mercedes Fernández de no aceptar el acuerdo con Foro Asturias, que le daría la presidencia de la Junta y 4 consejerías, y presentar su candidatura a la presidencia del Principado, el Partido Popular, sin cortarse un pelo y sin ninguna vergüenza, entrega el Gobierno de la región a la izquierda.
Que la derecha, cuando puede gobernar, entregue el poder a la izquierda solo se puede entender desde la esquizofrenia o en un escenario, el de Asturias, donde la política hace mucho tiempo que ha quedado supeditada a los intereses personales y a los akelarres a los que algunos personajillos que lideran los partidos regionales son tan aficionados.
Foro Asturias no tenía ninguna posibilidad de gobernar porque el PP ha hecho todo lo posible por evitarlo desde que el partido de Cascos ganó las elecciones el año pasado. Todo el mundo ha visto como fueron precisamente los populares lo que, con su enmienda a la totalidad de los Presupuestos Regionales (a la que se unieron los socialistas), forzaron unas nuevas elecciones. El pacto que, desde hace mucho tiempo, existe en Asturias entre el PSOE y el PP para repartirse la región y que en un pasado remoto pudo ser tácito, se hizo explícito ya en los últimos tiempos del Gobierno de Areces. Todos recordamos, por ejemplo, las dificultades que tuvieron los socialistas para sacar adelante la aprobación del loco proyecto de la incineradora de Serín, porque IU, su socio de Gobierno, votó en contra de aquella fechoría. Pero, como no, fue el PP el que apoyó a los socialistas para sacarles las castañas del fuego. También vimos todos como el PSOE daba la presidencia de la Junta al PP, aunque habían quedado en tercer lugar en las elecciones. Pero, lo mas impresentable del pacto se hizo patente en los tejemanejes que los del PPSOE se trajeron para repartirse las alcaldías y gobiernos municipales de Oviedo y Gijón. En la capital, el PSOE no presentó candidato a la alcaldía por miedo a que pudiera ser votado por los partidos minoritarios y no saliera elegido Gabino de Lorenzo. En Gijón, los populares iban a permitir que, con su abstención, saliera elegido un alcalde socialista, pero hete aquí, con eso no contaban, que, en un arranque de decencia, Pilar Fernández Pardo y los suyos, incluso resistiéndose a las llamadas telefónicas desde Génova 13, votaron a favor de Moriyón, la actual alcaldesa de Foro Asturias.
A estas alturas del sainete ya es mas que evidente que todas las, a primera vista, increíbles actuaciones del PP regional están bendecidas por Rajoy y su equipo, ¿porqué?, pues seguramente porque hay mucha gente en el centro-derecha que no ve a Rajoy como su líder y que saben que, zarandeado por la crisis, su Gobierno puede ser efímero. Esa operación estratégica a medio y largo plazo pasaría por Esperanza Aguirre y Francisco Álvarez-Cascos. Esas pueden ser algunas de las claves que nos ayuden a entender porqué Gabino de Lorenzo y Ovidio Sánchez pudieron vetar a Cascos (por eso han sido premiados con sus actuales cargos) y porqué ahora Mercedes Fernández va a entregar Asturias a la izquierda.
Pase lo que pase con lo reclamación sobre los votos fraudulentos (que no fueron tramitados por los consulados) de los emigrantes, UPyD en ningún caso va a decidir nada, el PPSOE no se lo va a permitir. Los socialistas contarán con el apoyo incondicional de IU (Jesús Iglesias tendrá que explicarnos porqué va a pactar con los socialistas después de lo de la incineradora, la corrupción en la Consejería de Educación y las medidas contra los trabajadores y pensionistas que en su día aprobó el Gobierno de Zapatero y que fueron aplaudidas por la gente de la FSA) y, cuando sea necesario, con los votos de los 10 diputados regionales del PP, como ya hemos visto en el pasado reciente.
Aquí hay mucho impresentable, pero los responsables del gallinero asturiano son los propios ciudadanos de esta región que, a pesar de que tenían casi toda la información sobre lo que estaba sucediendo, con su voto, han vuelto a santificar una alianza contra natura que solo nos traerá disgustos.