FINALIZÓ LA VI CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

La VI Cumbre de las Américas que se ha celebrando en Cartagena (Cartagena de Indias), Colombia, con la presencia de 31 jefes de Estado y de Gobierno, ha servido para constatar el protagonismo de los países iberoamericanos y como éstos han plantado cara al "amigo del Norte", incluso no ha sido posible consensuar una declaración final.
Este tipo de cumbres fueron un invento del presidente Clinton para intentar recuperar el diálogo panamericano, muy deteriorado después de décadas de políticas imperialistas de los EE UU en los países hispanos. ¿Quién no recuerda las guerras de Nicaragua y El Salvador, la intervención de la CIA para apoyar el golpe contra el presidente Allende, en Chile, y el apoyo de Washington a todas las dictaduras criminales que detentaron el poder en el Cono Sur?. USA siempre ha utilizado la coartada de "La Guerra Fría" para justificar sus fechorías en Iberoamérica, pero la verdad es que, incluso antes de 1.917, año de la revolución bolchevique en Rusia, los EE UU ya habían intervenido militarmente en más de 100 ocasiones, como bien sabe México, al que se arrebató una gran parte de su territorio, o Cuba, donde el gigante del Norte intervino con su flota en 1.898 para quitar ese territorio a la Corona de España, no para dárselo a sus legítimos dueños, sino para quedarse con él. Y estos solo son unos pocos ejemplos.
Sin embargo, las políticas imperialistas y los tic coloniales no se han terminado. La exclusión de Cuba de las cumbres es, en este sentido, lógica, pues los que llevan ejerciendo, desde hace 50 años, un bloqueo económico contra la isla y han dado toda clase de facilidades a las actividades de los enemigos del régimen castrista no podían permitir su asistencia a su invento.
Pero, en los últimos años en Iberoamérica se ha producido una evolución política muy importante. Han aparecido Gobiernos respondones y se han fraguado alianzas políticas y económicas que han cogido a los EE UU con la guardia baja. Cuba ya no es una singularidad izquierdista en el continente y ya no está sola. La declaración de los países de la ALBA (Alianza Bolibariana de los pueblos de Nuestra América) que integran Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda, de que no asistirán a otra cumbre si no está presente la isla es una amenaza a la propia supervivencia de estas cumbres, pero el propio presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anfitrión que no puede calificarse precisamente de "extremista peligroso", ha dicho sin tapujos, en la propia cara de Obama, que no deben obviarse los cambios que se están haciendo y que no es lógico que Cuba no esté presente. El presidente Santos también se ha dado cuenta de que el régimen cubano tiene mucha influencia en Iberoamérica y seguramente su reciente visita a la isla y las conversaciones que ha mantenido con los hermanos Castro y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, (Venezuela y Colombia han firmado recientemente un importante acuerdo económico) han ayudado mucho a que el endémico problema de las FARC empiece a tener vías de solución. De hecho, Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ya han liberado a todos los militares que mantenían secuestrados y hay buenos indicios de que lo mismo puede suceder con los civiles.
También la presidenta de Brasil, potencia emergente que está adquiriendo cada vez mayor protagonismo, ha dejado las cosas meridianamente claras, Dilma Rousseff ha dicho que "las relaciones tienen que ser entre iguales".
Otra piedra que Obama se ha encontrado en el zapato y que le ha dejado solo con Canadá, es el asunto de Las Malvinas. Iberoamérica le ha puesto entre la espada y la pared al solicitar el apoyo diplomático y los buenos oficios de Washington para que se pueda iniciar un proceso descolonizador. Pero el presidente norteamericano no va a poner en peligro su alianza con los británicos para contentar a los de su "patio trasero".
Recordemos que en noviembre se celebrará en Cádiz, España, la XXII Cumbre Iberoamericana, que tiene que ser un punto de inflexión al fracaso de la anterior de Asunción, Paraguay, no solo por el número de los asistentes, también por los resultados. Una buena iniciativa sería invitar también a los países anglófonos de la ALBA y a Haití.
El presidente Rajoy, que estos días inicia una gira por algunos países del otro lado del Atlántico, debería tomar buena nota de todo lo que está pasando, priorizando las relaciones de amistad y fraternidad con todas las repúblicas de Iberoamérica, por encima incluso de otras alianzas.

NOTA: saludamos a los internautas de Corea del Sur que han entrado por primera vez en nuestro blog, en una cantidad que nos ha sorprendido.