sábado, 3 de marzo de 2012

SALVAR AL "25 DE MAYO"

Se cumplen 42 años de la Guerra de Las Malvinas, sirva este escrito como testimonio del inequívoco apoyo de España y de los españoles a Argentina, ese país hermano, en aquellas circunstancias tan difíciles:
A finales de un caluroso mes de Noviembre de 1.981, estamos cerca del verano en Argentina, la Junta Militar que preside el general Galtieri, ante el creciente descontento de la población, y con una inflación en el país del 90 %, empieza a organizar la invasión de las Islas Malvinas, territorio del país Iberoamericano desde que lograra la independencia de España, pero que, como tantos otros a lo largo y ancho del planeta, había sido usurpado por los británicos. En aquellas reuniones militares se producen acalorados debates sobre la conveniencia o no de desarrollar una operación con muchos riesgos. Algunos jefes y oficiales, sobre todo de la Marina, aconsejan dilatarla en el tiempo, al menos hasta que los nuevos aviones de fabricación francesa "Super Etendard" y los misiles antibuque, también galos, "Exocet", (que se harían famosos), estuvieran operativos en el portaaviones "25 de Mayo", un antiguo buque que había sido modernizado y que, en aquellos momentos, era la joya de la Armada Argentina. Pero la creciente amenaza política que se cierne sobre la dictadura militar y el embargo de armas francés, ante las presiones del Reino Unido, precipitan los acontecimientos. En la madrugada del 2 de Abril de 1.982, fuerzas combinadas de los tres ejércitos, inician la invasión de las dos grandes islas principales del archipiélago (en realidad los archipiélagos de Las Malvinas son tres). No les vamos a contar aquí el desarrollo de la guerra, dejémoslo a los historiadores, solo una de las páginas importantes que muy poca gente conoce. Los generales argentinos fueron unos imprudentes porque no calibraron suficientemente la alianza histórica de los EE UU y Gran Bretaña. Estratégicamente los británicos tenían perdida la guerra porque desplazar 12.000 kilómetros una fuerza aeronaval, cuando la caída del terrible invierno austral estaba a la vuelta de la esquina, y mantener en esas condiciones la logística y el combate era muy complicado. Pero, además de que el Reino Unido, como gran potencia, disponía de un formidable arsenal, entre el que se encontraban los portaaviones ligeros "Hermes e "Invincible", con sus aviones de despegue vertical "Harrier" y cuatro submarinos nucleares, de los cuales al menos dos podían estar operativos, USA se puso desde el primer momento al lado de los británicos, a pesar del "trabajo sucio" que la cúpula militar argentina les había hecho dentro del contexto de la "Guerra Fría". Inmediatamente, los norteamericanos suministran los modernos misiles aire-aire termoguiados "AIM-9 Sidewinder" (para los aviones "Harrier") y los "Stingers", misiles antiaéreos portátiles. También los EE UU ponen a disposición de los británicos sus satélites espías o de reconocimiento. Mientras esto sucede, se reúne el Consejo de Seguridad de la ONU y el Gobierno de la UCD, que presidía D. Leopoldo Calvo-Sotelo, da orden de que, en la votación, España se alinee con las tesis argentinas; al mismo tiempo hay gente en España que tiene acceso a una información muy valiosa: se conoce que dos submarinos nucleares ingleses han recibido la orden de hundir al portaaviones argentino "25 de Mayo" a toda costa; este se encuentra localizado por los satélites USA en las inmediaciones de Malvinas y lleva en su cubierta ocho aviones McDoonell Douglas "Skyhawks", seis Grumman "Trackers" y cuatro helicópteros Sikorsky "Sea King", que son una amenaza para la fuerza expedicionaria británica, tanto naval, como aérea embarcada. Los "Super Etendard", al no estar los misiles "Exocet" operativos, habían sido desembarcados. Surge un problema de conciencia, ¿cómo echar una mano a una dictadura sangrienta, a una Marina que, por ejemplo, hasta hacía muy poco tiempo, en la Escuela de Mecánica de la Armada, torturaba ciudadanos indefensos que, por la noche, eran arrojados vivos al océano, desde aviones "Hércules C-130", en los tristemente conocidos "Vuelos de la Muerte"?. No se podía perder el tiempo y se decidió rápido. Al instante, por diversos canales, que incluyen a la embajada argentina en Madrid, se transmite la información recomendando que el "25 de Mayo" zarpe a toda máquina en dirección al Continente y, en aguas poco profundas y seguras, patrulle a lo largo de la costa, pues también se sabe que los británicos están organizando una operación de desembarco en la misma Argentina. Así se hizo, los aviones del navío fueron desembarcados y participaron en acciones heroicas de los pilotos navales sobre las islas, junto con los "Super Etendard" y los cinco misiles "Exocet", que los técnicos de la Armada, con mucha dificultad, lograron "enganchar" a la aviónica de los reactores y los "Mirage III" de la Fuerza Aérea. Los helicópteros "Sea King" del portaaviones argentino, con sus sonares activos y sus sonoboyas, mantuvieron a raya a los submarinos británicos y la operación de desembarco en el Continente fue un estrepitoso fracaso. El submarino nuclear HMS "Conqueror" se tuvo que contentar con hundir al vetusto crucero argentino "General Belgrano", eso sí, causando la muerte de 323 marinos. Era una guerra imposible de ganar, pero no fue una humillación para Argentina. Hay una historia controvertida sobre lo que sucedió con los dos portaaviones británicos y si, en realidad, fueron gravemente tocados por la aviación naval y del Ejército del Aire argentino. El desenlace de la guerra acabó con la criminal Junta Militar y Margaret Thatcher ganó las elecciones, también se fomentó un sentimiento antinorteamericano que, aún hoy, perdura. El portaaviones "ARA 25 de Mayo" todavía navegó orgulloso durante algún tiempo hasta que fue enviado al desguace.

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