¿HUELGA GENERAL?

Los sindicatos han convocado huelga general para el día 29 de marzo, pero ¿está justificada?:
La verdad es que en los últimos años ha habido varias razones poderosas para que las organizaciones sindicales hubieran convocado varias huelgas generales, una de ellas fue la brutal pérdida de poder adquisitivo de la gente cuando pasamos de la peseta al euro, otra, que el derecho a la vivienda, que recoge la Constitución, implicara que muchos ciudadanos tuvieran que hipotecar su futuro de por vida, al tener que comprar pisos cuyo precio era, al menos, el triple de su costo, mientras bancos y constructores hacían su agosto, y no digamos si la merecía el aumento estratosférico del paro hasta llegar a los cinco millones de desempleados. Sin embrago fue la reforma laboral del Gobierno de Zapatero, con la congelación de las pensiones, la bajada de un 5% del salario de los funcionarios, la subida de la edad de jubilación hasta los 67 años y de 15 a 25 años el cómputo para establecer la prestación , etc, lo único que motivó que los sindicatos convocaran una huelga general, mas por la presión de los afectados y por el desprestigio que se estaban ganando a pulso que por convicción propia, de hecho nunca dijeron contra quién iba dirigida aquella huelga que, como no podía ser de otra forma, fue un fracaso.
La reforma laboral (otra) que ha presentado el Gobierno del PP y que ha sido aprobada en el Congreso de los diputados, además de bajar la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días, establece un despido de solo 20 días por año trabajado y un máximo de 12 meses al que se podrán acoger empresas en dificultades o solo con alegar una disminución, durante 9 meses, de sus beneficios. Cuando la mayoría de las empresas, ante la caída de la demanda, están en esa situación y ajustando gastos, el despido casi gratuito va a tener la consecuencia de que cientos de miles de trabajadores se van ver en la calle, sin dinero, sin esperanza de encontrar trabajo y casi totalmente desprotegidos. Otro apartado nada baladí de la reforma de Rajoy es que se carga los convenios colectivos primando el acuerdo entre empresa y trabajador, una relación donde está claro quien tiene la sartén por el mango, mas en la coyuntura socio-económica en que nos encontramos.
Pero la verdadera razón por la que pensamos que los sindicatos se han aprestado raudos a convocar esta huelga general es por que el Gobierno del PP ha decidido que la formación y el dinero que lleva aparejado no estén bajo el paraguas sindical. Esa orden se ha transmitido a las CC AA donde gobiernan los populares y va a suponer la debacle financiera y laboral para miles de sindicalistas.
En la grave situación que vive España debería primar, sin embargo, el sentido común y la mesura. El despido casi gratuito no solo traerá la consecuencia de que el paro crezca en pocos meses hasta cifras insoportables, también que las personas que se vean en una situación de desamparo casi total, al no tener ya nada que perder, se radicalicen y nos encontremos es un escenario de violencia muy peligroso para la convivencia y para la propia democracia. También habría que respetar los convenios colectivos porque es un papel que la Constitución otorga a las organizaciones sindicales, al menos en su espíritu.
Faltan unos cuantos días antes del 29 para evitar la huelga y queda el trámite parlamentario donde el Gobierno no debería usar la apisonadora de la mayoría absoluta y tendría que admitir enmiendas parciales a su reforma laboral para eliminar el despido de 20 días y su intención de cargarse los convenios colectivos.
Cuando se está revisando el verdadero papel de la Corona en el golpe de Estado del 23F y cuando la familia real está en los juzgados por delitos de corrupción, sería muy conveniente que el Rey sentara en una mesa al Gobierno y a los agentes sociales y les hiciera entrar en razón. Retirando unos parte de su ley y sus pretensiones maximalistas y suspendiendo los otros una huelga general que solo servirá para hundirnos, aún más, en el pozo.