LA REFORMA LABORAL DECIDE LAS ELECCIONES

Ni el PP ha obtenido mayoría absoluta en Andalucía, ni ha pasado de los escuálidos 10 escaños en Asturias, a pesar de toda la carne que los dirigentes nacionales y regionales populares han puesto en el asador en estas dos campañas.
Parece increíble que Javier Arenas no vaya a ser el próximo presidente de los andaluces (es mas que probable el acuerdo entre el PSOE e IU para gobernar), con todo lo que ha pasado en Andalucía en los últimos tiempos. Ni los Eres falsos ni el dinero de los parados que se gastaban los socialistas en cocaína va a impedir que Griñán siga gobernando. Algunos apuntarán que en aquella comunidad autónoma hay mucho voto cautivo, y es cierto, pero no creemos que eso sea lo que ha decidido estas elecciones. Si nos fijamos en los escaños que obtiene cada partido tendremos la clave. El PSOE cae estrepitosamente y pierde las elecciones, pero IU dobla su representación (pasa de 6 a 12 escaños), es decir, los votos que pierden los socialistas van en su mayoría a la coalición roji-verde, afianzando las posiciones mas a la izquierda.
Y lo que ha pasado en Andalucía no es una singularidad. En Asturias, Foro pierde tres escaños (pasa de 16 a 13) pero el PP se queda en 10, los mismos que tenía. Son los partidos de izquierda los que se llevan los 3 escaños que pierde el partido de Cascos (PSOE, IU y UPyD se los reparten).
La insuficiente victoria de Andalucía y la estrepitosa derrota en Asturias de los populares tiene algo en común, la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy, que ha disgustado mucho a los trabajadores, que también votan a la derecha. Foro Asturias había cometido algunos errores de bulto desde que ganó las elecciones en mayo del año pasado, el más importante fue no valorar suficientemente el voto de izquierda, cuyo apoyo fue decisivo en aquellos comicios. Aunque paralizó el loco proyecto de la incineradora de Serín y había presentado unos Presupuestos progresistas que salvaguardaban los servicios sociales básicos, Foro había apoyado la investidura de Rajoy y no había hecho una política ecológica y medioambiental en sintonía con los deseos de una buena parte de sus votantes circunstanciales, situando al lobo como especie cinegética o autorizando la excesiva pesca del salmón. Pero lo decisivo y verdaderamente determinante para que se perdieran 3 escaños fue la pinza PPSOE y el apoyo en el Congreso de los Diputados a la Reforma Laboral de Rajoy, en vez de hacer sangre con ella; también que el parlamentario Sostres no sacó el zapato y dio taconazos en el estrado, como le aconsejamos, al contrario, se sumó a casi todas las iniciativas del Gobierno popular, pasando, así, casi desapercibido.
Los Gobiernos de Andalucía y Asturias no están todavía decididos, pero hay que felicitar a la izquierda porque ha sabido aprovechar el monumental error de Rajoy de presentar una Reforma Laboral, que establece el despido libre y casi gratuito, a pocas semanas de las elecciones.
Pero si, como decíamos, en principio no parece que existan dificultades insalvables entre el PSOE e IU para formar un Ejecutivo de coalición en Andalucía (acuerdo que se puede extender a Extremadura), no se puede decir lo mismo para alumbrar un pacto entre Foro y el PP en Asturias, de hecho fueron los populares los que hicieron todo lo posible, con su aquelarre con los socialistas, para dinamitar el Gobierno de Cascos y obligarle a convocar nuevas elecciones, porque, obnubilados con los resultados de las Elecciones Generales, aspiraban a cambiar la correlación de fuerzas y que fuera Foro Asturias el que tuviera que apoyar un Gobierno del PP en el Principado. La jugada no ha salido bien y ahora solo pueden hacer dos cosas, apoyar a Cascos para que siga de presidente o dejar que gobierne la izquierda.
Estamos convencidos que la Reforma Laboral de Rajoy ha decidido el resultado de estas elecciones y éste, a su vez, ha fortalecido la posición de los sindicatos ante la huelga general del día 29. Una equivocación, repetimos, tremenda del presidente del Gobierno.