martes, 13 de marzo de 2012

LA GRAVE SEQUÍA

España está padeciendo la peor sequía desde que existen registros. Los datos dicen que en los meses de diciembre, enero y febrero solo ha llovido una tercera parte de lo normal. La escasez de lluvia está causando estragos en la agricultura y en la ganadería, donde la falta de pastos está ocasionando unos fuertes sobrecostes en la alimentación del ganado. De seguir esta tendencia, nos enfrentaremos a una cosecha desastrosa e incluso, en algunas zonas, puede haber graves problemas de abastecimiento para el consumo humano.
Pero esta terrible sequía no es una singularidad de la Península Ibérica, el Estado de Durango (Mexico) padece la peor falta de lluvia de los últimos 88 años, en el Norte y Centro de Chile se han perdido centenares de miles de hectáreas de cultivos por la extrema sed de la tierra. Rusia, que el año pasado suspendió la exportación de cereales ante una pésima cosecha, ya ha anunciado que este año será mucho peor si no llueve de inmediato y en gran cantidad. Lo mismo está sucediendo en Ucrania, donde la cosecha de trigo y cebada está casi perdida. Todo eso sin contar lo que está pasando en el Africa Subsahariana, donde la extrema sequía, nunca vista hasta ese punto, está acabando con la vida de los animales salvajes, domésticos y de las personas.
El primo de Rajoy (no nos referimos al Sr. presidente del Gobierno, sino a un pariente suyo que, según dijo D. Mariano en un programa televisivo, no creía en el cambio climático) es uno de los muchos escépticos sobre las conclusiones a que ha llegado la comunidad científica. Pero son mayoría los que, reconociendo que la actividad humana está causando graves alteraciones en el clima, por el calentamiento global debido principalmente a las ingentes emisiones de CO2, no priorizan el problema.
Lo peor a que nos enfrentamos no es la crisis económica, ni el paro. No hay amenaza mayor para los españoles y para la Humanidad que la destrucción del hábitat y el calentamiento global. Y este, si no se actúa de inmediato y se toman medidas drásticas para intentar revertirlo, será el verdadero drama del siglo XXI.
No nos cansaremos de repetir que las nuevas tecnologías necesarias para la revolución industrial que exige el cambio climático, con nuevas centrales de producción de energía, nuevos automóviles no contaminantes, nuevos aviones con motores propulsados por hidrógeno, etc, mas que un lastre para el desarrollo, son una oportunidad para buscar una salida a la crisis que tiene a la sobreproducción como una de sus causas primigenias. Hay un campo enorme para poner a disposición de los consumidores productos nuevos por principio, el de un nuevo mundo que respete el entorno y la Naturaleza.
Los Gobiernos y los ciudadanos deben reaccionar ya mismo, porque estamos a un paso del punto de no retorno.
La grave sequía que amenaza al mundo y que ya ha disparado el precio de los cereales un 50% es otro inquietante aviso.

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