lunes, 5 de marzo de 2012

PUTIN ARRASA

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, ha ganado las elecciones presidenciales por mayoría absoluta y no necesitará una segunda vuelta. En segundo lugar ha quedado el candidato del Partido Comunista, Gennadi Ziugánov que también cuenta con la representación mas numerosa en la Duma (Parlamento ruso) tras Rusia Unida, el partido de Putin.
Estas elecciones se celebran en un entorno no totalmente democrático, pues de todos es sabido que el Grupo de San Petersburgo tiene los resortes del poder bajo control. En Rusia la democracia está tutelada por los antiguos dirigentes del KGB, como en Occidente por los bancos.
Pero, a pesar de que la oposición tiene pocas oportunidades, no se puede discutir que Putin es la personalidad política mas valorada en Rusia, ¿por qué?:
Cuando el antiguo jefe de los servicios secretos accedió al poder se encontró con un país sumido en el caos y la pobreza, el desmoronamiento de la URSS y la etapa del etílico Yelsin habían dejado a Rusia en manos de unos cuantos oligarcas, incluso algunos ya estaban pensando en ofrecer las inmensas riquezas siberianas a Occidente a cambio de favores personales. No había quedado nada de la que fuera segunda potencia mundial, con unas FF AA desmanteladas y un tejido productivo destruido. Vladimir Putin tuvo que encarar la inmensa tarea de salvar una Federación arruinada y un pueblo al borde de la indigencia. Además, se encontró con el conflicto de Chechenia, que era otra amenaza para la supervivencia de Rusia.
Putin acabó contundentemente con el asunto checheno y dio pruebas sobradas de que no se dejaría chantajear, ni por los terroristas, ni por otros países que querían intervenir de forma descarada en los asuntos de Rusia.
Algunos oligarcas que se habían adueñado de las empresas vitales rusas huyeron al extranjero y otros fueron juzgados y encarcelados. Vladimir Putin encargó a camaradas de confianza (del grupo de San Petersburgo) reorganizar la maltrecha economía rusa y gestionar adecuadamente las empresas de carácter estratégico, particularmente las relacionadas con el gas y el petróleo. En ese trabajo destacó Dmitri Medvédev, que luego fue premiado con el cargo de primer ministro y que ha sido presidente de la Federación durante la etapa en la que, por razones constitucionales, Vladimir Putin tuvo de dejar el cargo.
Pero la reorganización de la economía se ha extendido a todos los sectores importantes, volviendo a nacionalizar también una buena parte de la poderosa industria aeroespacial y fusionando varias compañías aeronáuticas que han vuelto a estar bajo la batuta del Estado.
En pocos años, Rusia ha dejado de ser un país destruido y en bancarrota para volver a ser una gran potencia. Se han reestructurado las FF AA y se han acometido los programas de armamento imperativos para salvaguardar su soberanía; se han tendido miles de kilómetros de oleoductos y gaseoductos, que llevan los combustibles siberianos a toda Europa; se han saneado las finanzas del Estado (en estos momentos, Rusia es uno de los países con menos Deuda pública del mundo) y se han establecido acuerdos de cooperación, en muchos campos, con antiguas repúblicas soviéticas, con China, con India, con Irán, etc. En definitiva, Rusia ha vuelto a recuperar el papel que le corresponde en el escenario mundial.
Rusia sigue teniendo muchos problemas y todavía queda mucho por hacer, pero Vladimir Putín, que como algunos de los grandes estadistas tiene sus extravagancias, se ha portado en general bien con sus compatriotas y ha vuelto a poner al "gran oso" de pié. Por eso la mayoría de los ciudadanos rusos le han premiado con su voto.

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