domingo, 13 de noviembre de 2011

A ETA NO LE SALEN LAS CUENTAS

Han pasado pocos días desde que la organización terrorista ETA anunciara el "cese definitivo de la lucha armada" y los acontecimientos ya están dando la razón a los que no se tragaron este anzuelo.
Todo el que estaba medianamente informado sabía de las conversaciones y acuerdos a que habían llegado el PNV y Batasuna, pactos que incluían el abandono de la violencia por parte del brazo militar de KAS. Tampoco es un secreto que el PNV sumó sus votos para que el Gobierno de Zapatero pudiera sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2.011, entre otros apoyos puntuales, a cambio de que se permitiera que BILDU, una de las franquicias políticas de los violentos, estuviera en las elecciones municipales del País Vasco. Los nacionalistas también hicieron de intermediarios entre el Gobierno socialista y Batasuna para que ETA anunciara el cese de la violencia poco antes de las elecciones generales, todos sacarían tajada. Pero, hete aquí, que, ante la denuncia del tejemaneje en los medios de comunicación y en la Red, el gabinete electoral del PSOE, que tenía pensado usar propagandísticamente "la derrota de ETA" y el supuesto peligro que supone el PP para el Estado del Bienestar (Sanidad, Educación, etc), dejó de lado el asunto del fin de ETA para centrarse en lo segundo, como estamos viendo todos los días en los mítines organizados por los socialistas. La gente, como decían todas las encuestas, no se fiaba ni un pelo de los terroristas y se preguntaba ¿donde están las armas?. Ese era un as que ETA se guardaba en la manga para ver si se cumplían algunas de sus exigencias, las que el PNV le había prometido sacar al Ejecutivo socialista, como el acercamiento de presos, la derogación de la Doctrina Parot y quién sabe cuantas cosas mas. Ante la negativa del PSOE a cumplir lo acordado, por miedo a un mayor castigo electoral, porque la ciudadanía se estaba cuenta de la fechoría, los terroristas han dado marcha atrás. De momento, no hay muertos, pero no piensan entregar las armas, a cambio exigen la salida de la Policía Nacional y de la Guardia Civil del País Vasco, que se abra una negociación política con ellos, mientras mantienen la pistola encima de la mesa, y que se cumplan las condiciones del vomitivo acuerdo, las que ya hemos apuntado.
Rubalcaba cada vez lo tiene mas difícil, Mariano Rajoy ha dicho que defenderá la Sanidad y Educación públicas, Pepiño Blanco y sus escándalos de corrupción ya están en el Tribunal Supremo (cuando organizó el linchamiento público de los controladores aéreos, antes de privatizar AENA, ya dijimos que este ministro tenía mucho peligro) y ETA no piensa entregar las armas porque no le salen las cuentas y teme, seguramente con razón, que si gana el PP con mayoría absoluta los presos seguirán en la cárcel. Eso sí, mientras tanto BILDU se ha apoderado de muchos ayuntamientos en Euskadi y en la próxima legislatura vamos a tener que soportar en Las Cortes a AMAIUR, otra franquicia política de la Koordinadora Abertzale Sozialista y sus aliados separatistas.

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