BOTELLÓN E INSEGURIDAD CIUDADANA

Tras los últimos incidentes sangrientos, se ha reabierto en Gijón el debate sobre el botellón, el horario de cierre de bares y locales de copas y la inseguridad ciudadana, pues han sido varias las personas apuñaladas estos días.
Cuando muchos europeos vienen a España unas de las cosas que les llama poderosamente la atención es la permisibilidad con los horarios de cierre de los bares y discotecas, que se pueda consumir drogas y alcohol en cualquier sitio, sin que pase absolutamente nada, o que gente que comete delitos reiterativos, incluso graves, ni siquiera ingrese en prisión. Asturias no es una excepción, como estamos viendo cada pocos días y concretamente Gijón se está convirtiendo en una especie de O K Corral donde para salir a la calle de noche vamos a tener que llevar un Colt 45 a la cintura.
Los asturianos han elegido un nuevo Gobierno en el Principado y en el Ayuntamiento de Gijón no solo para intentar cuadrar unas cuentas que han hipotecado nuestro futuro, no solo para acabar con los coches oficiales de lujo y los cientos de móviles y tarjetas de crédito a cargo del contribuyente, no solo, en fin, para terminar con los chiringuitos y con los políticos enganchados a las ubres públicas, también para que se tomen las medidas que esa clase política que se ha dado en llamar "La Casta" ha soslayado siempre, pese al clamor de los ciudadanos.
En el ayuntamiento de Gijón la oposición, los que no han hecho nada para solucionar el problema durante decenios, hablan de diálogo con los jóvenes y otros agentes implicados, como los hosteleros, pamplinas, es como la tontería peliculera de sugerir al reo, antes de su ejecución, que pida un último deseo, siempre sería, lógicamente, la amnistía. Son ganas de marear la perdiz, crear una comisión para que no se solucione nada y dilatar en el tiempo las medidas que son imperativas tomar desde ya mismo.
Es evidente que el consumo excesivo de alcohol está relacionado con muchos de los episodios violentos contra las personas, pero también contra el mobiliario urbano, automóviles aparcados en la calle, higiene en los portales, etc, y que los vecinos de Gijón no tienen porqué aguantar esto, pero también que el consumo de los menores y los episodios etílicos de los fines de semana en las urgencias de los hospitales de la ciudad hay que cortarlos de raíz. Por el precio que tienen las copas en los establecimientos hosteleros, que muchos jóvenes no se pueden permitir, prolifera el botellón, el consumo callejero sin medida, que tendrá gravísimas consecuencias en el futuro para la salud de muchos de sus protagonistas.
Hay que prohibir, de inmediato, el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, hay que ejercer un férreo control sobre los horarios de cierre de los locales de copas y discotecas y tanto la Policía Municipal como la Nacional deben incrementar significativamente su presencia en los lugares y a las horas donde están siendo mas habituales los episodios violentos. Pero también es necesario un control sanitario sobre lo que se vende a la gente en muchos locales, eso que se ha dado en llamar bebidas de garrafón, por ser un fraude y un peligro para la salud de los asturianos y una mayor presión sobre el colectivo de inmigrantes indocumentados, que están siendo los protagonistas de la mayoría de las agresiones que estamos padeciendo.
Dejen los dirigentes de FORO que Gabino de Lorenzo y algunos conspicuos del PP les sugieran ir al psiquiátrico, cuando se menta el Tripartito y las alianzas contra natura en el Parlamento regional, el Niemeyer o el Ayuntamiento de Siero; como ha pasado en Cataluña con CIU, enseguida se acabará la euforia y el cachondeo, y, por favor, hagan lo que los asturianos llevan años pidiendo y les debe diferenciar de los demás. Para eso han sido elegidos.

NOTA: Aprovechamos la ocasión para saludar a los internautas que han leído nuestro blog en Canadá, que se incorpora a nuestro mapa de usuarios, y en Rusia, donde, para nuestra sorpresa, han aumentado de forma significativa.