lunes, 7 de noviembre de 2011

EL VOTO INTELIGENTE

Ya falta menos para que el domingo 20 de noviembre los asturianos, de origen o adopción, podamos decir en las urnas lo que queremos. Las protestas callejeras y las discusiones de bar o de salón tienen su utilidad, pero lo verdaderamente importante en democracia son los resultados electorales, eso sí que marcará nuestras vidas y el destino de nuestro país en los próximos años.
Con nuestro voto no solo podemos elegir la opción política que consideremos mas útil para la grave coyuntura económica y social que vive España, también podemos castigar, sin misericordia, a los que nos han engañado, han despilfarrado nuestro dinero y se han cargado una buena parte de las derechos sociales conseguidos después de décadas de esfuerzos.
Las campañas electorales se han convertido en un circo asqueroso donde los políticos intentan vendernos su programa como si fuera un crecepelo, recurriendo en muchas ocasiones a maniobras rastreras donde la ética, la responsabilidad y la vergüenza brillan por su ausencia. Todos sabemos que la mayoría de la gente no lee los programas, pero hemos llegado a un punto en que no es imprescindible hacerlo, porque ya hemos visto que se les puede dar vuelta, como a un calcetín, sin que se descomponga el aplomo de los gobernantes.
Según todas las encuestas el PP va a arrasar en estos comicios, seguramente obteniendo la mayoría absoluta sin despeinarse. No es un caso singular, porque en todos los Estados de la UE donde se han celebrado elecciones, gracias a la crisis, ha ganado la oposición. Pero la pésima gestión del PSOE ha logrado algo difícilmente superable, que todos los sectores sociales coincidan en que algo peor es imposible. Por eso a los socialistas se les escapan votos de todas las edades, por el centro y por la izquierda, de pensionistas, trabajadores y pequeños empresarios. Por tanto, la incógnita del resultado electoral del 20N no va a estar en quién ganará las elecciones sino en hasta qué punto llegará la debacle electoral del PSOE, eso sin contar lo que el millonario soborno al ministro Blanco, si se confirma, puede añadir.
Los socialistas están desesperados y no han dudado en echar mano de antiguos dinosaurios que se resisten a la extinción, como Felipe González y Alfonso Guerra, para intentar hacer olvidar la imagen de Zapatero, al que han metido debajo de una piedra, e intentar recuperar votos como sea. Vano intento, porque esos personajes también salieron del Gobierno de España a gorrazos, por sus mentiras y por el deleznable espectáculo de corrupción que nos servían a diario. Van de mitin en mitin, como los cantantes haciendo galas, y cuando, al calor de los incondicionales, se calientan, dicen tonterías rastreras como que el PP quería retrasar el fin de ETA o que ellos han acabado con el terrorismo.
Pero, seamos serios, ¿alguien en su sano juicio piensa que, por el mero hecho de cambiar de Gobierno, van a solucionarse nuestros problemas?. Si bien un nuevo Ejecutivo, en las primeras semanas, puede dar mas confianza a los mercados y aportar algo de aire fresco a la política nacional, también lo es que tendrá que acometer reformas muy profundas para sacar a España del abismo. Reformas que, sino al tiempo, se centrarán también en atacar los derechos sociales de los trabajadores y en exprimir a los ciudadanos como limones. Hablando de fruta, no pidamos peras al olmo. Pero es que, además, los graves problemas que tiene España no se circunscriben solo a la crisis económica, en el próximo Parlamento se va a sentar una franquicia de ETA y los nacionalistas vascos van a pedir un "nuevo status" para Euskadi y los catalanes van a intentar conseguir un concierto económico similar al de vascos y navarros, ambas cosas inconstitucionales. También veremos a unos sindicatos resucitados exigiendo en la calle al nuevo Gobierno lo que han consentido al PSOE. Por todo ello es muy importante que existan otras representaciones parlamentarias, que actúen, según el caso, de apoyo o de contrapeso contra lo que se nos va a venir encima.
Foro Asturias, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, es una buena opción para que esta región tenga voz en Las Cortes, las otras (PSOE, PP e IU) aquí están unidas, como una piña, en el "Tripartito", con el único objetivo de, como hicieron hasta ahora, repartirse el pastel. Muchos asturianos depositaron un voto inteligente el 22 de mayo y pueden volver a hacerlo el 20 de noviembre.

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