domingo, 16 de octubre de 2011

LA CLAVE PARA GANAR

El día 20 de noviembre los asturianos tendremos ante nosotros otra jornada histórica, otra vez tendremos la oportunidad, como en las pasadas elecciones del 22 de mayo, de dar un golpe de timón a los políticas que se han realizado en los últimos años, en general, plagadas de actuaciones irresponsables que han dejado a nuestra región y a España en una situación muy difícil.
En las pasadas elecciones autonómicas y municipales solo en una comunidad autónoma ha habido una gran sorpresa, en la nuestra. Ante la desastrosa gestión del Gobierno socialista que todavía preside Zapatero, todo el mundo sabía que el PP arrasaría, como así sucedió en casi toda España, pero los estados mayores de los partidos tradicionales e incluso la propia gente de Foro Asturias no se imaginaban el éxito del partido recién creado por Francisco Álvarez-Cascos, que no solo se hizo con el Gobierno del Principado, también con ayuntamientos importantes, sobresaliendo Gijón. En ese hito intervinieron varios factores decisivos, por un lado el hartazgo de la ciudadanía con muchas de las cosas que veíamos a nuestro alrededor, despilfarros, compadreo, corrupción, etc, pero sin duda el mas decisivo, no nos equivoquemos, fueron las ganas que tenía la gente de dar un puñetazo encima de la mesa ante las decisiones que se habían tomado a nivel nacional que perjudicaban gravemente a los trabajadores y pensionistas, pero también a los autónomos y pequeños y medianos empresarios. El 22 de mayo muchos asturianos, como sucedió en la mayor parte de España, votamos mas con la intención de censurar las fechorías de Zapatero que con la mirada puesta en nuestros municipios y en nuestro Gobierno autonómico. Pero la singularidad asturiana es que aquí el PP no solo no sacó rédito del castigo al PSOE sino que obtuvo un estrepitoso fracaso, mucho mayor que el de los socialistas. Tampoco IU logró crecer, como sería de esperar ante el viraje derechista del PSOE, porque sus política de colaboración con los socialistas y con los independentistas la habían desprestigiado a los ojos de muchos trabajadores. Foro Asturias se convirtió en el ariete que utilizaron los asturianos para decir, alto y claro, basta, dando a los partidos que venían usufructuando el poder, bien desde el Gobierno o en la cómoda oposición, una patada en el trasero. Es decir, hay que ser muy conscientes de que la paradoja asturiana solo se puede entender si tenemos claro que se ha dado una extraña comunión de deseos que ha convertido a Foro Asturias, por la pluralidad de la procedencia de sus votantes, en un partido atípico donde convergen muy distintas sensibilidades e ideologías, pero con el interés común de diferenciarse del resto y de que la seriedad y el rigor en el quehacer diario sean la norma.
El poco tiempo que Foro Asturias lleva gobernando ha servido para constatar “los campos de minas” que le han dejado y que la alianza contra natura del “tripartito” asturiano era y es un hecho.
Las primeras decisiones del nuevo Gobierno no han defraudado a los que confiaron en el partido de Cascos: austeridad, reducción de gastos superfluos y defensa de los servicios sociales básicos del Estado de Bienestar (Sanidad y Educación). La situación es tan grave que es apresurado aventurar hasta donde va a ser necesario meter la tijera, pero las prioridades que se han establecido para el gasto público son las razonables y las mas progresistas.
Pero las elecciones generales del 20 de noviembre, aunque pueden servir para afianzar el apoyo social a Foro Asturias y noquear al “tripartito” si los resultados son buenos, se juegan en la liga nacional. No nos engañemos, los enemigos no son ni Trevín, ni Mercedes Fernández, ni Llamazares, sino Rubalcaba y Rajoy. Denunciar las mentiras de lo que dice el que estuvo hasta anteayer de vicepresidente todopoderoso y lo que no dice el que, sin hacer nada, será el próximo presidente del Gobierno, será fundamental.
Foro Asturias no solo tendrá que convencer a los asturianos de que con sus diputados el Principado irrumpirá, de verdad, en Las Cortes, eso está fácil, también que será un bastión, al menos dialéctico, contra los intentos de seguir poniendo a los ciudadanos contra las cuerdas con nuevos recortes sociales. Si el partido que lidera Francisco Álvarez-Cascos lo logra otra vez volverá a ganar, porque enfrente no hay nadie y la ilusión y la esperanza, lo único que le han dejado a la gente, va en su montura. Esa es la clave.


Un saludo para los internautas que nos siguen de EE UU, Rusia, Alemania, Mexico, Cuba, Colombia, Venezuela, Argentina y Chile. Y de España, naturalmente.

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