jueves, 2 de junio de 2011

ALFREDO

Acaban de pasar las elecciones autonómicas y municipales y ya estamos metidos en una nueva campaña electoral, aunque no oficialmente, para las generales. Mientras, continúan los gravísimos problemas que padecen los 5 millones de parados, los trabajadores y las empresas, derivados de la crisis económico-financiera y de la pésima gestión que los políticos han hecho en las distintas administraciones públicas en los últimos años. Durante la pasada campaña se escucharon algunas cosas interesantes, entre las que destacamos la declaración gubernamental de que se atacaría la economía sumergida, algo imperativo y por lo que venimos clamando desde hace años. ¿Ha visto usted alguna actuación contundente al respecto?, nosotros tampoco. El mayor problema que tiene el Gobierno que todavía preside el señor Zapatero es su falta de credibilidad. Los socialistas no solo han dado la vuelta, como un calcetín, a su programa electoral, además, suelen hacer lo contrario de lo que dicen, soy de izquierda pero gobierno como la derecha, lo democrático son las primarias, pero solo con un candidato elegido a dedo. En los próximos meses vamos a escuchar muchas veces que las duras medidas tomadas por Zapatero y su Gobierno, ya sabe usted, los brutales recortes sociales, eran necesarias e imprescincibles para encarar la crisis, es falso, porque si se hubiera entrado a saco contra el dinero negro y la economía sumergida y no se hubiera permitido a las administraciones endeudarse hasta las cejas, el 7 de mayo de 2.010, Obama y Merkel no habrían puesto a España entre la espada y la pared.
Nunca nos creímos que el Gobierno del PSOE se iba a tomar en serio la lucha contra la economía sumergida, a pesar de que ese lastre ya supone un cuarto de nuestro PIB, es decir, mas de 300.000 millones de euros anuales, porque en España se ha tejido todo un entramado social, al margen de la Ley, pero con el beneplácito de las autoridades, en el que sobreviven varios millones de personas. Todos los inmigrantes indocumentados, por ejemplo, que han entrado en España con total facilidad, trabajan sin estar dados de alta en la Seguridad Social, cuando no al dictado de las mafias que comercializan productos falsificados o manejan las redes de la prostitución. Pero, además, miles de trabajadores autónomos que estaban contratados por empresas constructoras se han quedado en la calle al explotar la burbuja inmobiliaria y sobreviven ahora haciendo chapuzas, muchas veces en domicilios particulares, donde no suelen cobrar el IVA correspondiente. Son solo dos ejemplos de un sórdido mundo poliédrico donde, como siempre, los poderosos suelen llevar la mayor tajada y manejan billetes de 500 euros como el resto de mortales los céntimos.
Rubalcaba tiene ante sí una papeleta complicada si pretende obtener unos resultados electorales para su partido que no puedan ser calificados de catastróficos, tendrá que convencernos de que va a hacer cosas que ahora, cuando es la persona mas influyente del Gobierno, no hace y mas difícil todavía, nos tendrá que persuadir de que no está faltando a la verdad, cuando sabemos, por ejemplo, que, cuando era ministro de la Presidencia en el Gobierno de Felipe González, mintió cuatro veces al Parlamento cuando fue interpelado por el asunto de los GAL. Del caso “Faisán”, mejor no hablar. Eso sí, si se empeña, podemos llamarle Alfredo, pero eso no da votos.

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