lunes, 27 de junio de 2011

NO SON NUESTRAS GUERRAS

Acaban de morir en Afganistán otros dos miembros de nuestras FF AA, en este caso una soldado colombiana y el sargento Manuel Argudin, vecino de Gijón, en concreto del barrio de La Calzada, donde también residen sus padres. Antes de nada, damos nuestra pésame a los familiares y amigos de las víctimas.
Desde que ingresó en la OTAN, España se ha visto envuelta en unas cuantas guerras, unas con cobertura legal, porque contaban con un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y otras ilegales, porque pasaban por encima de la legalidad internacional o porque las acciones y operaciones militares que se ejecutaban excedían o no se ajustaban a las resoluciones de la ONU, como está sucediendo ahora en la guerra de Libia. Hemos estado en el conflicto de los Balcanes, donde nuestros cazabombarderos F-18A, con base temporal en el aeropuerto italiano de Aviano, bombardearon Yugoslavia sin mandato expreso del Consejo de Seguridad, con Felipe González como presidente y con el también socialista, Javier Solana, como secretario general de la OTAN. Fuimos a la guerra de Irak, durante la presidencia de José María Aznar, también ilegalmente y ahora tenemos tropas desplegadas en alguna zona altamente conflictiva, como Líbano y en dos guerras abiertas, las ya mencionadas de Afganistán y Libia. Se dice que es en la guerra de Afganistán donde hemos tenido mas víctimas, en concreto van por 96, pero no es cierto, ha sido en la de Irak, porque los terribles atentados del 11-M, que dejaron cerca de 200 muertos y casi 2.000 heridos, fueron consecuencia directa de nuestra intervención estelar, junto con EE UU y Gran Bretaña, en los preparativos mediáticos y en el despliegue sobre el propio terreno. La gente ya no parece acordarse de la foto de Las Azores y de las declaraciones televisivas del entonces presidente Aznar, que, por cierto, no ha pedido perdón, asegurándonos que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.
Es decir, España, que tenía una larga tradición de neutralidad y que casi no intervino en las dos grandes conflagraciones mundiales que asolaron Europa, está casi permanentemente metida en guerras desde que ingresó en la OTAN. Hubo un referéndum, que tenía solamente carácter consultivo, por si acaso se perdía, donde a cambio de ingresar o, mejor dicho, mantenerse en la OTAN, pues el presidente Leopoldo Calvo-Sotelo ya nos había metido con mayoría simple parlamentaria, se ofrecieron tres contrapartidas: disminución significativa de tropas extranjeras (de USA) en España, que no se introducirían armas nucleares en nuestro país y que no entraríamos a formar parte de la estructura militar de la Alianza, es decir, entre otras cosas, no tendríamos que combatir fuera de nuestras fronteras. Solo la primera premisa se ha cumplido en parte, porque los EE UU siguen disfrutando de bases en España (que ahora se llaman, con bastante cinismo, “españolas de utilización conjunta”) donde despliegan a su antojo bombarderos, aviones cisterna, submarinos estratégicos y otros buques que portan armamento nuclear, etc. Felipe González, el estadista que cometió la fechoría y nos mintió a todos manifestando que para entrar en la UE había que ingresar en la OTAN, tiene también unos cuantos muertos a sus espaldas, no solo los de los GAL.
Seamos claros, los soldados españoles no pueden ser obligados a participar en ningún conflicto armado fuera de nuestras fronteras porque eso excede el mandato de nuestra Carta Magna que delimita muy bien los deberes de nuestras FF AA: garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, artículo 8, párrafo 1. Para nada de eso están desplegadas nuestras tropas en Afganistán y Libia, por ejemplo, no engañemos a nadie, son útiles de combate para los intereses del imperialismo, como la propia OTAN.
Resulta trágico que tengamos que enterrar a un vecino que ha ido a luchar contra los talibán que crearon los propios EE UU y con los que USA lleva meses conversando para entregarles una parte del poder en Afganistán y así poder retirar tropas que ya tienen otras aventuras en perspectiva.
Dña. Carme Chacón retiró los BMR 600 para sustituirlos por los mejor protegidos Lince, que fabrica la empresa italiana Iveco, no ha servido para nada. ¿Tendrán que ser sustituidos, a su vez, los Lince por vehículos sobre orugas todavía con mas blindaje, como los Pizarro?. Dejémonos de tonterías y que nuestros soldados vuelvan a casa vivos y cuanto antes. No pagamos impuestos para esto y menos con la que está cayendo.

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