domingo, 26 de junio de 2011

GABINO ATACA DE NUEVO

Gabino de Lorenzo, recién reelegido alcalde de Oviedo gracias a que el Partido Socialista no presentó candidato, vuelve por sus fueros y pretende emponzoñar la política asturiana con las maniobras pseudodemocráticas a que ya nos tiene acostumbrados. Merced que se debe a él y al pusilánime presidente de PP, Ovidio Sánchez, los populares han tenido una debacle electoral en Asturias que contrasta con el éxito generalizado del partido de Rajoy. Mientras que Foro Asturias, dirigido por el candidato que D. Gabino y sus escuderos no quisieron para el PP, obtenía 16 escaños en el Parlamento asturiano, el PP solo obtuvo 10, pasando a ser la tercera fuerza política regional, cuando tenía todas las bazas en sus manos para ser la primera, como ha pasado en casi toda España. Los números son siempre mas difíciles de manipular que las palabras y las alegrías de Ovidio Sánchez en la noche electoral, “ha ganado el centro-derecha”, dan risa, mucho mas si luego se pacta con el PSOE para repartirse Asturias como si fuera un cortijo, al margen de los deseos de los electores.
De la misma forma que la democracia interna de un partido serio es incompatible con que los candidatos sean elegidos al calor de los fogones de un restaurante, tampoco son de recibo las cosas que ahora hace y dice de Lorenzo. Ante la muy sensata idea de Cascos de mantener el control público de CajAstur, convirtiéndola en una fundación, el alcalde de Oviedo no ha perdido el tiempo en unirse a la “banda del azufre”, que ya dirige y manipula, donde igual te encuentras a sindicalistas de “pesebre”, empresarios agradecidos, o toda una pléyade de aliados circunstanciales a los que Asturias parece importar mas bien poco, para desestimarla entre burlas. Está, como todos los demás, en su derecho a equivocarse (ya hablaremos dentro de unos meses del desenlace del proceso citando lo que ahora opinan nombres y apellidos) otra cosa es que se inmiscuya en los asuntos internos de otro partido, cuestionando su intención de presentarse a las elecciones generales y su aspiración de formar un grupo parlamentario propio, el Grupo Asturiano, como hay Grupo Catalán o Grupo Vasco. Pero todas estas cosas no hubieran sucedido si D. Gabino no se hubiera saltado los estatutos de su partido con reuniones no orgánicas y decisiones que no contaron con la opinión de los militantes. El drama para el PP de Asturias es que, a pesar de sus tejemanejes y fechorías, nadie ha puesto a de Lorenzo en su sitio, empezando por la dirección de Génova 13, pero continuando por los propios militantes y cuadros populares asturianos y por los interlocutores sociales de nuestra región, que siguen dando muestras de miopía e irresponsabilidad. Es muy importante dar estabilidad al futuro Gobierno del Principado, pero también legitimidad, sin acuerdos contra natura o contra los deseos de los ciudadanos. Esperemos que se imponga la cordura, porque los problemas y retos que Asturias tiene planteados así lo exigen.

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