martes, 21 de junio de 2011

EL MIEDO A LOS INDIGNADOS

Cuando comenzó el Movimiento 15-M, los partidos políticos, los sindicatos mayoritarios y los que de verdad ostentan el poder, no se lo tomaron demasiado en serio, dejemos a los chavales desahogarse, se dijeron, craso error, porque no calibraron el desarrollo potencial que tenía esta nueva forma de lucha en España, que ya había tenido éxito en otros países, incluso haciendo caer Gobiernos. La principal equivocación fue que no se supo apreciar hasta que punto los ciudadanos, especialmente los jóvenes, estaban cabreados con todo lo que estaba pasando a su alrededor, que les afectaba directamente en su vida social y laboral. Con la proliferación de contratos basura, con la poda de derechos que eran, o fueron, normales para sus padres, con, en fin, una tasa de paro del 43%, los jóvenes estaban muy, pero que muy indignados. Esas eran las principales razones que provocaron las asambleas, las concentraciones y las movilizaciones, pero se fueron añadiendo otras que atacaban cosas que todo el mundo sabía injustas, pero que nadie había hecho demasiado por cuestionarlas, como el reparto proporcional de escaños, las listas abiertas, etc, hasta los mas atrevidos no se han cortado un pelo en poner sobre el tapete la forma de Estado, incluida la Corona. Pero es que, además, a los jóvenes se ha unido gente de otras edades que también estaban afectados por los mismos males o que coincidían con sus reivindicaciones.
Quien no recuerda a esos sesudos tertulianos, a esas editoriales en algunos periódicos, que decían que, después de las elecciones del 22 de mayo, el movimiento de Los Indignados, de los que pedían democracia real ya, se disolvería como un azucarillo en el café, otro error y gordo.
Cuando se han dado cuenta de que el Movimiento 15-M es, para los poderosos, un gran peligro, han intentado desprestigiarlo asociándolo con la violencia, pero les ha salido mal. Las manifestaciones multitudinarias y totalmente pacíficas del domingo 19 de junio, contra las medidas económico-monetarias de la UE, contra los bancos y contra los lacayos del gran capital, son prueba de ello. Pero, los impresentables que detentan el poder están empezando a poner en práctica otra estrategia, la adulación y la falsa sintonía. En este sentido, es vomitivo escuchar a voceros del PSOE decir que coinciden con muchas de las reivindicaciones de Los Indignados, ¿cuales?, si el Gobierno de Zapatero actúa siempre en contrario, o al Partido Popular decir que debemos utilizar la indignación votándoles a ellos, a su programa oculto, que tiene mas recortes y sacrificios reservados para los ya muy castigados ciudadanos.
Los últimos en poner el grito en el cielo y que han quedado completamente desconcertados, han sido los sindicatos mayoritarios, ante el anuncio del Movimiento 15-M de que podrían convocar una huelga general, patrocinada legalmente por los sindicatos minoritarios que han apoyado de forma sincera a Los Indignados desde el principio. ¿Una huelga general sin contar con los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT?, por supuesto, ha sido la respuesta.
El Movimiento 15-M está empezando a dar miedo, mucho miedo, pero no precisamente a los ciudadanos, que llevan tiempo siendo vapuleados y escarnecidos. Y ahora, al contrario que en Mayo del 68, no hay un Dani “el rojo” o unos dirigentes visibles que fagotizar. La indignación corre por La Red y es ya patrimonio de todos. Han conseguido que la tengamos hasta en los tuétanos.

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