Mientras los independentistas
catalanes han sabido aprovechar muy bien mediáticamente las cargas policiales
en Cataluña, los tradicionales enemigos de España, de dentro y de fuera de
nuestro país, han cargado sus tintas contra la “violencia policial” y han sido
muy pocos los que han mostrado su solidaridad con los que, en última instancia,
son los que se tienen que partir la cara en la defensa de la Ley. Nadie dice absolutamente
nada de la violencia de los manifestantes que, al contrario de lo que dicen
los golpistas catalanes que los han instrumentalizado y los que les hacen el
caldo gordo, no tenían nada de pacíficos. En efecto, no fue la Policía y la
Guardia Civil la que por afición y porque no tenían nada mejor que hacer se
dedicaron a aporrear sin motivo alguno a “pacíficos manifestantes”, lo que
realmente ocurrió, como todos sabemos, es que esos “pacíficos manifestantes”
agredieron a las fuerzas de orden público en el desempeño de su trabajo, que
era cumplir una orden judicial, y los agredieron con insultos, que en el mejor
de los casos era acordarse de su santa madre, pero también, escupiéndolos,
pateándolos o tirándoles todo tipo de objetos, desde botellas hasta sillas a la
cabeza. Hacía pocos días que varios vehículos de la Guardia Civil, que pagamos
los contribuyentes, habían sido completamente destrozados por esos “pacíficos manifestantes”
cuando varios agentes efectuaban un registro, por mandato judicial, en la
Consellería de Economía de la Generalitat. Esos “pacíficos manifestantes” no solo
destrozaron vehículos, acosaron a los agentes, que no pudieron salir de allí en
toda la noche por miedo a ser linchados ¿Alguien se imagina que hubiera
sucedido si los guardias civiles hubieran salido a la calle y en defensa de su
integridad física hubieran hecho uso de sus armas reglamentarias? Estaríamos
hablando de guardias criminales que dispararon contra “pacíficos manifestantes”.
No es la primera vez, ni mucho menos, que descerebrados critican a la Policía y
a la Guardia Civil si en el uso de su trabajo hacen uso proporcionado de la
fuerza y que esos mismos no dicen absolutamente nada de la violencia que se
emplea todos los días contra los encargados de hacer cumplir la Ley. Todos hemos
visto como policías y guardias civiles son atacados por traficantes de drogas y
agredidos por los que asaltan nuestras fronteras y los malos no son los que
vulneran nuestras leyes son los que están ahí para defenderlas. Yo entiendo que
en el subconsciente colectivo todavía anida la idea de que la Policía y la
Guardia Civil son cuerpos represivos franquistas que existen para reprimir a
los ciudadanos atacar las libertades y la democracia, pero, a ver si nos
enteramos que Franco murió hace 42 años y que nada tienen que vez las fuerzan
del orden actuales con las que existían entonces. No es justo que los que arriesgan
su integridad física y hasta su vida todos los días en nuestra defensa y que
los han sido masacrados por el terrorismo, junto con sus familias, no tengan el
reconocimiento social que se merecen y que se aproveche cualquier ocasión para
cargar contra ellos ¿qué a veces cometen errores y excesos en el desempeño de
su trabajo? por supuesto, como cometemos todos, pero hubiera querido yo ver a muchos
a los que se les llena la boca hablando de la violencia policial en las
circunstancias donde el diálogo y el buen rollito no sirven de nada.
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